Los expertos analizan que una persona infectada con esta mutación podría transmitir el virus a entre 9 y 10 personas.
Pasó poco más de un mes cuando el 25 de noviembre de 2021, el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD, por sus siglas en inglés) anunciaba la identificación de una nueva variante del SARS-CoV-2: B.1.529, bautizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Ómicron.
En pocas semanas, la nueva variante ha provocado un preocupante incremento de los contagios en gran parte de los países haciendo sonar todas las alarmas que nos recuerdan que la pandemia no ha acabado.
“Vemos que se avecina otra tormenta: Ómicron se está convirtiendo, o ya se ha convertido, en dominante en varios países, entre ellos Dinamarca, Portugal y el Reino Unido, donde su número se duplica cada día y medio o tres días, generando tasas de transmisión nunca vistas hasta ahora”, declaraba en rueda de prensa el director regional para Europa de la OMS, Hans Henri P. Kluge. El experto advertía de que “es probable” que la variante Ómicron se convierta en la dominante en el viejo continente “dentro de unas semanas”.
Si bien la variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), es actualmente la dominante en la Argentina y en casi todos los países del mundo, Ómicron es más contagiosa, afirman los expertos.
La nueva variante cuenta con 50 nuevas mutaciones respecto del virus original y más 32 mutaciones en el gen S, varias de ellas relacionadas con incremento en la transmisibilidad y escape a la inmunidad. Las primeras evidencias indican un escape a la inmunidad y una transmisibilidad mayor que para Delta. Cabe señalar que Delta era hasta un 60% más contagiosa que su predecesora, Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido), y la evidencia preliminar sugiere que Ómicron es capaz de infectar el doble de rápido que Delta.
Una de las razones de su mayor transmisibilidad residiría en la evolución de esta variantese multiplica más en nariz, garganta y las vías aéreas superiores, y en menor cantidad en los pulmones a diferencia de Delta. Esto explicaría la velocidad de los contagios y el hecho de que, en la mayoría de las ocasiones, estos sean más leves que los provocados por Delta.
“Se avecina un tsunami para los no vacunados”, alertó Jonathan Reiner, profesor de medicina y cirugía en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington. La advertencia llega en medio del vertiginoso avance de la nueva variante del COVID-19 Ómicron. Según explicó en declaraciones a la cadena CNN, “Ómicron es el virus más contagioso que se haya conocido”. Y agregó que es tan contagiosa como el sarampión. “Este puede ser el virus más contagioso que nuestra civilización ha enfrentado en nuestras vidas”, insistió.
Su elevado nivel de transmisibilidad hace temer un colapso hospitalario, pero la creciente evidencia con la que se cuenta sugiere que la gravedad de la enfermedad provocada por Ómicron es más leve que con Delta.
De acuerdo con los resultados de una investigación desarrollada por el Imperial College, las personas infectadas por Ómicron tienen entre un 15-20% menos de riesgo de hospitalización que las infectadas por Delta. Indican además que, las personas que ya han superado la COVID-19, en caso de nueva infección, presentan entre un 50-60% menos de riesgo de ser hospitalizados. Un dato alentador ante los estudios que sugieren que Ómicron aumenta las reinfecciones y que presenta un mayor escape inmunitario ante la protección generada por las vacunas como consecuencia de la reducción de su eficacia con el paso del tiempo. Razones por las que la administración de refuerzos se erige como fundamental en las personas de mayor edad y los grupos más vulnerables.
Las declaraciones de Reiner son un pedido casi desesperado a los norteamericanos y a todo el mundo para que se vacunen en un contexto de mucha preocupación en el que el recuerdo del desastre de 2020 se vuelve recurrente. “Así que, por qué irías a ese tipo de batalla completamente desarmado. Nuestras vacunas te protegerán, especialmente si estás vacunado con tres dosis. Las personas que no están vacunadas deben comenzar el proceso ahora. Vayan a su farmacia y vacúnense”, pidió.
Reiner cree que casi todo el mundo estará expuesto al virus, aunque los que están triplemente vacunados no necesariamente contraerán el COVID-19. “Pero no creo que debamos alzar las manos y decir: ‘todos vamos a contraerlo, así que dejemos que arda por todo el país’. Si hacemos eso, nuestros hospitales se verán inundados”, afirmó.
Según sus afirmaciones una persona infectada por el sarampión podía infectar a otras 18 como máximo antes de que la población mundial se vacunara. Las estimaciones preliminares, publicadas por The Lancet, en torno a Ómicron señalan que una persona infectada con la variante podría contagiar el virus a entre nueve y 10 personas más. Una capacidad mayor que con Delta (una persona infectada podía transmitir el virus a otras seis o siete), y significativamente alejada de la cepa original del SARS-CoV-2 detectada en Wuhan (China) en diciembre de 2019 (un caso de infección con esta cepa podía generar entre dos y tres adicionales).