El servicio tendrá que ser autorizado por un adulto, contará con una tarjeta prepaga y tendrá solamente dos restricciones: los chicos no podrán pedir préstamos ni hacer inversiones.
La mensualidad que tradicionalmente los padres le han dado a sus hijos adolescentes para hacer sus gastos cotidianos también tiene opciones para no depender del efectivo. Y, como no podía ser de otra forma tratándose de jóvenes, la clave está en el celular. A los bancos y fintech que vienen ofreciendo distintos tipos de cuentas destinadas a menores de 13 a 17 años se sumó Mercado Pago, que apunta a un universo gigantesco: en la Argentina hay 3,5 millones de chicos de esa edad y el 92% tiene un celular en el bolsillo.
El producto para los chicos será muy similar al de sus padres: una cuenta en Mercado Pago, a la que se le carga dinero en efectivo (a través de las recaudadores como Rapipago, Pagofácil o ProvinciaNet) o se transfiere desde otra cuenta. Además de la app, tendrá una tarjeta prepaga Mastercard internacional con la que se pueden hacer pagos online o físicos. También se podrá usar sin tarjeta y pagar con código QR. Ni la tarjeta ni la cuenta tendrán costos de emisión o mantenimiento. Solo tendrán dos restricciones: no podrán pedir préstamos ni hacer inversiones.
Los menores podrán abrir la cuenta en pocos minutos y deberán informar el mail de su padre, madre o tutor, que deberá tener cuenta en Mercado Pago. “Los menores acceden a una cuenta personal, adecuada a ellos para otorgar una experiencia segura. Por ejemplo, no tendrán acceso a créditos, ni podrán realizar ventas, pero sí podrán aprovechar los beneficios de la billetera virtual para poder salir de su casa sin efectivo. Este lanzamiento está en línea con el objetivo de seguir reduciendo el uso de efectivo en la Argentina, que aún está presente en 8 de cada 10 operaciones”, señaló el director de Mercado Pago, Agustín Onagoity.
“Tenemos la ambición de llegar lejos en este segmento, que tiene una alta penetración de telefonía celular. Esperamos abrir 500.000 cuentas en un par de años, aunque no necesariamente todas sean con una tarjeta”, explicó Onagoity, aludiendo algunos preferirán pagar solamente con QR.
Esa estimación debe considerarse como conservadora. Onagoity describe “la oportunidad” gigantesca de mercado que implica darle un medio de pago a los jóvenes. Estima que en América latina hay 45 millones de adolescentes entre 13 y 17 años y que solamente un 10% de ellos tienen acceso a alguna tarjeta o alguna app para no llevar efectivo en el bolsillo. “La Argentina está en esos niveles”, señaló el ejecutivo, quien explica hay tanta demanda potencial sin cubrir que ni se fijan con quién tendrán que competir.
Pero la competencia para Mercado Pago ya existe. Es inusual que el gigante de las fintech no se anote primero en alguna carrera, pero el segmento de los adolescentes podría ser el caso. Dentro del mundo de las fintech, varias apps como Ualá, Nubi, BKR y Naranja X, entre otras, permiten abrir cuentas para menores de edad, en general con una tarjeta prepaga y la correspondiente aprobación de un mayor. Gran parte de sus promociones y su acción de marketing incluye a ese segmento, al que tal vez no le interesen las 6 cuotas sin interés que buscan sus padres pero sí acceder a servicios que se pagan únicamente con una tarjeta, como Spotify, Netflix o plataformas de juegos.
Desde el segmento bancario, la normativa del Banco Central autoriza las cajas de ahorro para menores y muchos de ellos las ofrecen, tanto entre la banca pública (Nación, Provincia, Ciudad) como la privada (BBVA, Galicia, Itaú, Macro, Santander, Patagonia y Wilobank, entre otros). Con distintas variantes y formatos, en algunos casos se trata de cuentas conjuntas entre el menor y un adulto y en otras la caja de ahorro está a nombre del adulto y el menor aparece como autorizado. Algunas entidades han desarrollado planes especiales con una marca propia para dar servicios a los jóvenes como Galicia Move o la tarjeta Nova, de Santander.
El segmento de los jóvenes tiene más necesidades para enviar y recibir dinero entre familiares y conocidos que en gastar. Dicho de otro modo, se usa más para transferencias que para pagos. Por ello, es clave que la interacción entre las cuentas de los bancos (con CBU) y las cuentas virtuales (con CVU), algo que aún no tiene toda la fluidez necesaria. Entre las fintech siempre sobrevuelan quejas de que algunos bancos no aceptan transferir dinero a CBU o ponen límite en los montos para ello. De hecho, los bancos llegaron a reconocer esas restricciones (prohibidas por la regulación) en una presentación reciente al BCRA.
En el caso particular de Mercado Pago aseguran que esperan que “esas restricciones dejen de ocurrir, justamente ahora que el sistema va hacia una mayor interoperabilidad entre ambos tipos de cuentas”, en relación a los pagos con QR que serán totalmente interoperables desde el próximo 30 de noviembre, según prevé el BCRA. Hasta ahora, realizó pruebas con 10.000 cuentas seleccionadas que en su mayoría operaban con dinero que está “dentro del ecosistema”, es decir, en cuentas de Mercado Pago, por lo que las restricciones bancarias no aparecieron en demasía.
En esas cuentas testigo, la gran mayoría de las operaciones estuvo vinculada al envío de dinero, compras online y con QR de indumentaria, calzado, servicios de enseñanza y fast food, entre otros rubros. “El envío promedio de dinero que hicieron los menores durante ese período fue de $800; con leyendas como “para la pizza”, la “hamburguesa” o las “zapatillas”; el consumo promedio con QR fue de $500, contra $1500 del consumo promedio de los adultos”, explicaron en Mercado Pago.