El secretario general del Organismo, António Guterres, destacó la mediación de Estados Unidos en este pacto, al tiempo que reiteró su compromiso con “ayudar a las partes, según lo solicitado”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, celebró el acuerdo al que han llegado las autoridades de Líbano e Israel para demarcar su frontera marítima común.
El portavoz del secretario, Stéphane Dujarric, indicó que Guterres “cree firmemente que este desarrollo alentador puede promover una mayor estabilidad en la región y una mayor prosperidad para los pueblos”.
Naciones Unidas acogió “con beneplácito los anuncios de que los Gobiernos” han acordado “formalmente resolver su disputa sobre la frontera marítima”, recoge el comunicado de la ONU.
Además, Guterres destacó la mediación de Estados Unidos en este pacto, al tiempo que reiteró su compromiso con “ayudar a las partes, según lo solicitado”.
El presidente de Líbano, Michel Aoun, confirmó este jueves en un discurso a la nación que Beirut había aprobado el acuerdo alcanzado el martes con las autoridades israelíes para demarcar la frontera marítima, pacto que tildó de “histórico”.
“Este acuerdo indirecto responde a las demandas libanesas y preserva nuestros derechos en su totalidad”, aseguró Aoun después de aceptar las condiciones marcadas por la última proposición del mediador estadounidense, Amos Hochstein.
En la víspera, el Gobierno israelí también aprobó las disposiciones del acuerdo con una “mayoría aplastante”, según anunció en un comunicado, en el que aseguró que se presentaría ante el Parlamento para darle un ‘sí’ definitivo.
El pacto reconoce la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Líbano disfrutar de la explotación del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana. Israel mantendría el control de Karish y ha dicho que podría iniciar trabajos en la zona, en medio de las amenazas al respecto por parte del partido-milicia chií libanés Hezbolá.
Israel y Líbano –que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas– iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.