Eximen del pago de Ganancias y Bienes Personales a los títulos públicos en pesos y los plazos fijos en UVA

Economía

El gobierno reglamentó la ley que disponía la exención impositiva para los instrumentos de ahorro en pesos.


El gobierno reglamentó una serie de exenciones del Impuesto a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para beneficiar el ahorro en pesos y fortalecer el mercado de capitales en moneda local, un aspecto crítico para la política económica ante la imposibilidad de acceder a los mercados externos. De este modo, dejarán de estar gravados con esos impuestos los títulos públicos en pesos, los plazos fijos UVA, que ajustan por inflación y otros activos financieros en moneda local.

De este modo, a través de un decreto, se puso en práctica lo dispuesto por la ley 27.638 que brindó desgravaciones impositivas para los instrumentos de ahorro en pesos. En particular, la reglamentación aclaró una zona gris: quienes compren títulos públicos a través de fondos comunes de inversión también gozarán de la desgravación. Este aspecto, explicaron fuentes oficiales, es relevante dado que hay más personas físicas que compran títulos por esta vía que las que lo hacen en forma directa. Los fondos comunes de inversión tienen títulos públicos por $800.000 millones sobre $2,9 billones de patrimonio total.

La exención entrará en vigencia a partir del año tributario 2021, cuya declaración jurada será presentada en 2022. Desde el gobierno esperan que la menor carga tributaria funcione como un aliciente para fortalecer el interés de ahorristas e inversores por la deuda en pesos. No obstante, no cabe esperar ningún movimiento abrupto en el mercado en virtud de que la ley ya estaba sancionada y solo restaba conocer su reglamentación. Asimismo, la ley no elimina ninguna de las exenciones vigentes, sino que amplía el alcance a más instrumentos.

Desde el ministerio de Economía no precisaron cuál será el impacto de estas exenciones en términos de recaudación para conocer su efecto fiscal.

Las desgravaciones “buscan promover el ahorro en pesos, eliminando la discriminación tributaria que tenían ciertos instrumentos financieros”, explicaron en el Palacio de Hacienda. Se especificó que se dispuso “la eximición en el Impuesto a los Bienes Personales para la tenencia de cuotapartes en fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros cuyos activos estén exentos, obligaciones negociables y otros instrumentos destinados a la inversión productiva y en infraestructura”, siempre que se trate de instrumentos denominados en pesos.

El alivio impositivo para los ahorros en pesos es vital para canalizar esos recursos al sector productivo, sumar inversiones y generar trabajo genuino”, resaltó el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias.

Al mismo tiempo que se conoció esta reglamentación, otro decreto confirmó la suba el piso de Ganancias para las personas físicas a $175.000 desde el nivel actual de $150.000. Esa decisión tributaria, junto a otras que se vienen anunciando, se enmarcan en tratar de mejorar la capacidad de consumo de algunos sectores sociales ante las elecciones primarias.

Desde el ministerio de Economía señalaron que los cambios tributarios tienen como objetivo “mejorar la recaudación impositiva pero a través de un esquema progresivo”. Agregaron que, cuando dispuso el piso de $150.000, el gobierno se fijó como objetivo que solamente un 10% de los asalariados paguen el impuesto a las Ganancias y que ese nivel fuera actualizado por el índice Ripte, que mide la evolución de los salarios.

Para cumplirlo, era necesario “levantar” el piso. Asimismo, admitieron que el monto de $150.000 quedó desactualizado porque el cálculo de inflación de 2021, estimado en el 29% en el Presupuesto, quedó desactualizado. Hoy se espera que esa inflación supere el 44%.

A la vez, desde el palacio de Hacienda rechazaron algunas críticas “por izquierda” que señalaban que la suba del piso a $175.000 implicaba un beneficio para sectores con buenos salarios en un momento económico crítico. “Lo que hicimos fue actualizar el piso en funciona de la suba del salario nominal, producto de la inflación, que fue mayor a la esperada. No estamos reduciendo el impuesto sino evitando que aumente por efecto de la inflación. Si no hacíamos este ajuste, mucha más gente iba a tener que pagar Ganancias”, señalaron en Economía.

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