En medio de la crisis política del FMI, Guzmán defendió a Kristalina Georgieva: “Bajo su conducción dimos pasos positivos”

Economía

El directorio del organismo interrogó hoy a la directora gerente, investigada por supuestas presiones para favorecer a China en un informe del Banco Mundial.


El ministro de Economía Martín Guzmán defendió de manera pública a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva, mientras es investigada por presuntas presiones mientras fue funcionaria del Banco Mundial para favorecer a China en un ránking de competitividad, lo que puso bajo la línea de fuego su permanencia como directora gerente del principal organismo de crédito internacional.

El jefe del Palacio de Hacienda participó este miércoles en la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) donde fue parte de la Mesa Redonda Ministerial titulada “Aumento de la financiación para el desarrollo”. En ese foro estuvo presente también el premio Nobel Joseph Stiglitz, quien no solo es el mentor académico de Guzmán sino además otro de los defensores que tiene la economista búlgara en medio del tembladeral político en Washington.

Guzmán le dedicó palabras elogiosas a Georgieva al mencionar sus iniciativas para repartir los derechos especiales de giro (DEG) que recibieron las economías centrales entre países de ingreso bajo y medio, entre los que podría estar la Argentina, por las propuestas de generar un modelo nuevo de programa financiero como el del Fondo de Resiliencia que aún está en consideración de los gobiernos de naciones del G20, y por el análisis de deuda que hizo el organismo cuando la Casa Rosada comenzó la negociación con los bonistas privados.

En el FMI se ha logrado avanzar, bajo la conducción actual, en pasos positivos, como fue la emisión de los DEGs, como es el apoyo a la idea de que exista un fondo de resiliencia y sostenibilidad que dé préstamos a plazos más largos a los países, y la búsqueda de revisar la política de sobrecargos. Pero no vemos el mismo nivel de liderazgo en todas las esferas del poder internacional y esto es algo que hay que corregir”, le dedicó Guzmán a Georgieva.

El ministro de Economía ya había esbozado una lectura similar anteriormente, sobre supuestas presiones dentro del establishment financiero para remover a la economista búlgara del sillón principal del FMI. “Hay que entender qué es lo que pasa en el mundo. Hay disputas de poder muy fuertes. Hoy tenemos un establishment financiero que quiere fortalecer sus posiciones de poder, y en un contexto en que Argentina transita negociaciones internacionales, es algo que hay que tener en cuenta”, había asegurado.

Este miércoles, en un foro del que también participaron la secretaria general de Unctad, Rebeca Grynspan; la ministra de Economía de España, Nadia Calviño; y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, Guzmán mencionó que “en el 2020 el FMI hizo un análisis de sostenibilidad de la deuda argentina sensato y justo, basado en evidencia empírica y en teorías sólidas, pero eso fue una excepción frente a lo que viene sucediendo en la historia de las últimas décadas del organismo”.

Para el Gobierno, el primer gesto de Georgieva hacia Guzmán, en los primeros meses de la negociación con los bonistas privados, fue decisivo para establecer un camino en la reestructuración que incluya quitas de capital e intereses. Ese aval del Fondo llegó con la declaración del staff técnico de que la deuda argentina era “insostenible” y que los tenedores deberían estar preparados para un recorte de esa magnitud.

“Necesitamos una mejora para algunas instituciones en la cuestión del análisis de sostenibilidad de la deuda. La mayoría de los análisis de sostenibilidad de la deuda del FMI durante las últimas décadas no han sido imparciales, no se han basado en pruebas y teorías sólidas”, apuntó Guzmán.

“En el caso de Argentina fue diferente: hubo un análisis justo de sostenibilidad de la deuda realizado por el FMI en el caso de la reestructuración de Argentina de 2020, que por cierto recibió intensos ataques por parte de los acreedores. Si bien en ese caso sí contamos con un buen liderazgo por parte del FMI, esto no está asegurado para todos, y no ha sucedido en décadas pasadas”, continuó resaltando la gestión de Georgieva al frente del organismo.

Sobrecargos

Por otra parte, Guzmán habló sobre la discusión respecto a los sobrecargos de interés que cobra el FMI como parte de sus programas financieros. “El FMI impone sobrecargos cuando los países toman prestado por encima de cierto umbral, por encima de su cuota, esto significa que existe una contradicción entre la condición de acreedor preferente del FMI, que se supone que presta sin riesgo de incumplimiento, y la estructura de las tasas de interés del FMI. Esto es algo que se está discutiendo”, dijo el funcionario.

Debería haber una discusión más transparente a nivel internacional con posiciones abiertas y posiciones claras de los diferentes países sobre las virtudes o deficiencias de las distintas políticas, como en este caso la política de sobrecargos, que es regresiva, procíclica y penaliza especialmente a las economías de ingresos medios”, agregó.

Y en ese sentido, dijo que el fondo de resiliencia que debate el FMI “es una idea impulsada por Kristalina Georgieva, que consideramos muy positiva, porque permitiría a los países endeudarse a plazos más largos y tasas más bajas para implementar reformas en las estructuras productivas a fin de enfrentar los problemas de cambio climático y también los problemas de la pandemia”, concluyó.

El Directorio Ejecutivo del FMI interrogó hoy a Georgieva sobre las acusaciones que pesan sobre ella cuando estaba en el Banco Mundial, que indican que presuntamente presionó para mejorar los datos de China en un informe de competitividad de la economía.

El vocero del organismo, Gerry Rice, confirmó en un comunicado la reunión con Georgieva “como parte de la revisión en marcha” tras la auditoría interna que señaló que la actual directora gerente del Fondo presionó para “hacer cambios específicos en los puntos de datos de China” en un informe de 2017.

Este lunes, el directorio ya había interrogado a los abogados del bufete Wilmer Hale, responsables de la auditoría. “El Directorio Ejecutivo del Fondo sigue comprometido con una revisión exhaustiva, objetiva y oportuna y espera reunirse de nuevo pronto para más discusiones”, agregó Rice en el comunicado.

En el marco de esa crisis política que hace tambalear a la directora gerente, Guzmán y el presidente del Banco Central Miguel Pesce se embarcarán en los próximos días a Washington para participar de la cumbre anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

En algunos despachos oficiales confiaban, hasta hace pocas semanas, con un cierre relativamente rápido del acuerdo con el Fondo, con un largo recorrido de discusiones técnicas pero sin todavía el respaldo político de toda la coalición. De todas formas, una caída de Georgieva, que en durante el mandato de Alberto Fernández actuó como aliada del Gobierno en el proceso de reestructuración de la deuda pública, podría complicar la situación.

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