El régimen de Irán inició nuevas maniobras militares cerca del estrecho de Ormuz con un “serio mensaje de advertencia a los enemigos”

Internacionales

En una nueva provocación a Occidente, las actividades contaron con fuerzas terrestres, aéreas y navales en el este del mar de Omán.


El régimen de Irán inició este domingo unas “masivas” maniobras que cuentan con fuerzas terrestres, aéreas y navales en el este del estrecho de Ormuz y el mar de Omán, días después de que Teherán acusase a Estados Unidos de tratar de robarle petróleo con el secuestro de un buque.

“El ejercicio tiene como objetivo mandar un serio mensaje de advertencia a los enemigos y aquellos que tratan de dañar a los intereses de Irán por mar o tierra”, afirmó el almirante Habibola Sayyari, al frente de las maniobras, según la agencia de noticias local Tasnim.

Las maniobras militares, llamadas Zolfaqar-1400 (Espada), cubren un área de un millón de kilómetros cuadrados al suroeste de Irán, en una zona delimitada por el estrecho de Ormuz, el mar de Omán y el norte del océano Índico.

En las maniobras participan tropas y unidades blindadas en las zonas costeras; submarinos, buques de guerra y lanchas en el mar; y drones, cazas y helicópteros como cobertura aérea.

El miércoles, la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de la República Islámica, anunció que había frustrado un intento de la marina de Estados Unidos de apoderarse en el Mar Arábigo de un petrolero que transportaba petróleo iraní.

Washington negó enérgicamente esta información y dijo que las fuerzas estadounidenses simplemente “observaron de cerca la situación”. Las autoridades norteamericanas indicaron que la Armada monitoreó a las fuerzas iraníes abordando ilegalmente y capturando un mercante en las aguas internacionales del golfo de Omán, sin que se inmiscuyeran en el incidente.

Las relaciones diplomáticas entre los dos países están interrumpidas desde 1980.

Las tensiones entre Irán y Estados Unidos aumentaron desde la retirada de Washington en 2018 de un acuerdo nuclear entre Teherán y las grandes potencias, seguidas por el restablecimiento de fuertes sanciones estadounidenses contra la República Islámica.

Las recientes acusaciones de Irán contra Estados Unidos llegaron horas antes de que Teherán y la Unión Europea (UE) anunciasen la reanudación de las negociaciones en Viena para salvar el pacto nuclear de 2015 el próximo 29 de noviembre, tras cinco meses de discusiones paralizadas por las elecciones presidenciales iraníes.

La semana pasada la Casa Blanca sostuvo que es posible lograr “rápidamente” un acuerdo de cara al retorno de Washington al pacto nuclear de 2015, que abandonó en 2018 de forma unilateral, y el cumplimiento de todas las cláusulas del mismo por parte de Irán.

“Lo hemos dicho muchas veces. Creemos que es posible lograr rápidamente y aplicar un acuerdo sobre el retorno mutuo al cumplimiento del acuerdo nuclear cerrando el relativamente pequeño número de asuntos que quedaron pendientes a finales de junio, cuando terminó la sexta ronda (de contactos en Viena)”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.

Así, saludó el anuncio sobre el reinicio de los contactos e incidió que “si Irán es serio, esto puede lograrse en un periodo relativamente corto”, si bien subrayó que “la ventana de oportunidad no estará abierta para siempre, especialmente si Irán sigue dando pasos nucleares provocadores”.

Pese a estos acercamientos entre Teherán y la Unión Europea, continúa preocupando a Occidente el desarrollo nuclear persa. El jueves pasado el régimen reconoció que ha aumentado significativamente sus reservas de uranio altamente enriquecido.

“Hemos superado los 210 kg de uranio enriquecido al 20% y hemos producido (hasta) 25 kg al 60%”, declaró el miércoles por la noche Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), citado por la agencia oficial Irna.

En abril, la República Islámica de Irán anunció que había superado el umbral sin precedentes de enriquecimiento de uranio al 60% y, en septiembre, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que el país había producido 10 kg.

Un mes más tarde, el 10 de octubre, Mohamad Eslami, jefe del OIEA, indicó que las existencias de uranio enriquecido al 20% habían superado los 120 kg, existencias que en teoría permiten producir isótopos médicos, utilizados en particular en el diagnóstico de ciertos cánceres.

Para fabricar una bomba nuclear hay que enriquecer el uranio al 90%, algo que el régimen de Irán no ha hecho hasta ahora, pero los países occidentales están preocupados por los rápidos avances de Teherán.

Irán lleva décadas afirmando que su programa nuclear es pacífico y que no busca desarrollar un arma nuclear.

El régimen persa desea que se retiren todas las sanciones que se le impusieron después de la retirada de Trump del acuerdo en 2018.

Sin embargo, la administración Biden afirma que solo negociará algunas de estas sanciones, como la prohibición unilateral de las ventas iraníes de petróleo. No quieren entrar en otras medidas impuestas, sobre todo en temas de derechos humanos.

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