Tras igualar 1-1 en los 90 minutos, el Xeneize dejó atrás el sinsabor de la derrota ante Santos que lo dejó afuera de la Copa Libertadores.
Boca volvió a gritar campeón en el estadio del Bicentenario de San Juan. El ganador de la última Superliga se impuso por penales ante Banfield tras empatar 1-1 en los 90 minutos y alzó la Copa Diego Maradona; un trofeo más para la nutrida vitrina de la Ribera, que además le sirve para atenuar el dolor por la derrota por 3-0 ante Santos que le impidió llegar a la definición de la Copa Libertadores.
Edwin Cardona se había puesto en ventaja con un enorme remate, pero los auriazules sufrieron la roja a Emmanuel Mas y la lesión de Diego González, por lo que se quedaron con 9 hombres. Y en el sexto minuto de descuento igualó Luciano Lollo de cabeza. Sin embargo, en los remates desde los 12 pasos fueron más efectivos. Convirtieron los cinco remates, mientras que Rodríguez, del Taladro, estrelló el suyo contra el travesaño.
Cada uno con sus armas, el Xeneize y el Taladro saltaron al campo de juego con intenciones de imponer condiciones. Boca, más impetuoso en la búsqueda, con Cardona como lanzador o eje y las bandas como vías preferidas. Banfield, prolijo, presionando recién a partir de mitad de cancha para no ofrecer espacios y atentos para elaborar apenas recuperó la pelota, preferentemente, en tres o cuatro toques.
Un remate de Cardona, otro de Villa; dos intentos de Payero, algún desborde de Cuero, fueron las primeras aproximaciones en los minutos iniciales, compases que fueron de estudio, con máxima concentración de las dos escuadras.
A partir de los 30 minutos, comenzaron a llegar con algo más de continuidad. Villa, con un remate-buscapié, a los 33, casi abre el marcador. Pero acto seguido llegó el tiro de media distancia de Rodríguez que viboreó en el airea y obligó a una atajada poco ortodoxa de Andrada. Tanto Boca como Banfield consiguieron anularse de manera recíproca. Hicieron bien la mitad de la tarea.
La falta de profundidad continuó en el segundo tiempo. Salvo por algún estiletazo de Payero o Cardona, a los dos equipos les faltó osadía o chispa para quebrar a su contendiente. Hasta que justamente el colombiano frotó la lámpara. A los 19 minutos, recibió volcado sobre la izquierda, apareado por Maldonado. Lo aguantó, enganchó hacia adentro y sacó un remate furioso que hizo temblar la red del Taladro.
Tal fue el esfuerzo invertido en la acción que se lesionó. Lo reemplazó Eduardo Salvio. Antes también había salido sentido Campuzano (en su lugar ingresó el Pulpo González). El gol de Boca obligó a cambiar el plan de juego de los dirigidos por Sanguinetti, pero les costó encontrar los caminos con el cronómetro corriendo en su contra.
Sin embargo, la expulsión de Emmanuel Mas por doble amarilla le dio un segundo aire al Taladro, que apostó a los ingresos de Urzi y Pons como revulsivos. Con empuje, cambió el clima, ante un Boca que terminó con Capaldo de lateral derecho y Buffarini cubriendo el bache por izquierda. Encima, en el descuento se lastimó Diego González, achicando el margen de la resistencia.
Con su rival con 9 hombres, Banfield dispuso de una pelota parada ante una falta innecesaria de Salvio y, a los 51 minutos, Luciano Lollo, de cabeza, puso el 1-1 y disparó la locura del Taladro, que llevó la definición a los penales.
Y allí Boca fue implacable. Y volvió a festejar. Ganó el segundo título desde la vuelta de Russo (en marzo coronó la Superliga) y el número 70 en la historia del club. Las vitrinas auriazules albergan: 47 trofeos nacionales, 18 internacionales y otras 4 copas rioplatenses (AFA-AUF). La Maradona es la 13ra. copa nacional.