El ministerio de Medio Ambiente y la Autoridad de Seguridad Nuclear informaron que un alza de la radiactividad en el interior de uno de los reactores fue provocada “por unas cinco barras de combustibles dañadas”.
Un pequeño número de barras de combustible dañadas provocó una acumulación de gases radiactivos en la central nuclear de Taishan, indicaron este miércoles las autoridades chinas, que descartaron todo peligro.
El canal de televisión estadounidense CNN informó el lunes de una posible “fuga” en esta planta ubicada en el sur de China y que dispone de los únicos reactores EPR de última generación, un diseño que funciona con agua presurizada, que han entrado en servicio en el mundo.
La cadena estadounidense dijo que la empresa francesa Framatome advirtió de una “amenaza radiológica inminente”.
Hasta el momento, Beijing había relativizado los riesgos y explicado que los niveles de radiactividad en la central eran normales.
Este miércoles, el ministerio chino de Medio Ambiente y la Autoridad de Seguridad Nuclear dieron las primeras explicaciones técnicas.
En un comunicado común, admitieron un alza de la radiactividad en el interior de uno de los reactores provocada “por unas cinco barras de combustibles dañadas”.
Este fenómeno fue calificado de “común” por las autoridades, debido a “factores incontrolables” durante los procesos de fabricación, transporte o instalación en la central.
Las barras de combustible contienen pastillas de uranio y proporcionan la energía que hace funcionar a un reactor nuclear.
El aumento de la radiactividad en la planta se ubica “en el parámetro reglamentario” y “no hay fuga” en el medio ambiente, precisa el comunicado.
La compañía francesa EDF, que tiene el 30% del paquete accionario de la central de Taishan junto con el operador chino CGN, informó el lunes de la presencia de “gases raros” en el circuito primario del primer reactor.
La puesta en servicio de reactores EPR de última generación ha sido objeto de años de retraso en proyectos europeos similares en el Reino Unido, Francia y Finlandia.
La central de Taishan, puesta en marcha en 2018, fue la primera en todo el mundo en operar un reactor nuclear EPR de última generación, un diseño con agua presurizada que ha sido objeto de años de retraso en proyectos europeos similares en el Reino Unido, Francia y Finlandia.
La central, situada en la ciudad de Taishan, cerca de la costa del sur de Guangdong y del centro financiero de Hong Kong, cuenta ahora con dos unidades EPR.
EDF, propietaria mayoritaria de Framatome, dijo en un comunicado que había solicitado una reunión extraordinaria del consejo de administración de la central.
La página web del regulador chino, la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, solo registró un incidente en Taishan en los últimos meses, ocurrido el 5 de abril, en el que una “pequeña cantidad de gas radiactivo entró inesperadamente” en la tubería sellada con agua de la primera unidad de la central.
El comunicado dice que el incidente ya fue inspeccionado y que la cantidad total de gas vertido representó el 0,00044% del límite de emisión anual.
Sin embargo no está claro si el incidente de abril esté relacionado con la reciente situación señalada por Framatome.