En agosto el Ministerio de Economía tuvo un traspié para financiar los vencimientos en pesos del mes.
Tras una nueva suba del dólar que dejó a la moneda norteamericana que se negocia en el mercado paralelo en su valor más alto del año a cuatro días de las elecciones primarias, el Gobierno afrontará este jueves su última prueba de fuego ante el mercado antes de las PASO: buscará conseguir los pesos suficientes para cubrir unos $85.000 millones de vencimientos.
La colocación de deuda en moneda local que tendrá lugar este jueves será la última antes del turno eleccionario y se dará después de que las tres operaciones de agosto dieran como resultado el peor número de financiamiento neto -es decir, descontando los vencimientos- que tuvo el Tesoro en los últimos 14 meses.
Para el mercado, el Gobierno necesitará en lo sucesivo reajustar su estrategia para salir a captar los pesos del mercado de capitales local a través de tasas de interés más atractivas o plazos más cortos, ya que en momentos de incertidumbre, por ejemplo ante la llegada de elecciones, los inversores se alejan de los títulos más largos y se refugian en las duraciones más cercanas.
Este jueves la secretaría de Finanzas pondrá sobre la mesa un menú de bonos diverso que buscará además pasar el mensaje al mercado de que no se viene una devaluación. Para eso ofrecerá títulos atados a la cotización del dólar, los llamados bonos dollar linked. Los inversores los compran y los cobran en pesos, pero el rendimiento dependerá del movimiento del tipo de cambio.
Por definición, los bonos dollar linked son un instrumento de cobertura ante movimientos del tipo de cambio, pero que no implican para el inversor pasarse a moneda extranjera, ya que tanto la compra del título público como su cobro se realiza siempre en pesos. Por eso, la lectura del sector privado es que cuando el Tesoro quiere bajar la línea de que el dólar no saltará de acá a fin de año sale a licitar este tipo de bonos.
En las habituales licitaciones que realiza periódicamente, el Ministerio de Economía ofrece un menú de títulos de deuda con tasa fija, con interés variable como aquellas que están atadas a la tasa de pases del Banco Central, los que dependen del índice CER que sigue a la inflación.
Entre las 10 y las 15 de este jueves los inversores podrán elegir alguno de los tres títulos en pesos: una Ledes con vencimiento el 31 de marzo próximo -por $15.000 millones- o dos Lecer, con fecha de finalización 18 de abril o 29 de junio de 2022, por $25.000 millones cada uno. Luego habrá dos dollar linked: uno hasta noviembre de 2022 por USD 75 millones y otro abril de 2023 por USD 150 millones.
Las tres primeras opciones estarán incluidas en el programa de Creadores de Mercado, el sistema que implementó el Ministerio de Economía para reforzar la participación de inversores institucionales en las licitaciones de deuda pública y, una vez colocados esos bonos, que tengan mayor liquidez. De esta forma, sobre esos $65.000 millones en cuestión Finanzas podría, eventualmente, establecer una “segunda vuelta” de licitación que sería exclusiva para los miembros de ese programa.
Agosto terminó con un sabor agridulce para el Gobierno. Por primera vez en 14 meses no pudo concluir con financiamiento neto positivo, por lo que requirió una mayor asistencia del Banco Central para cubrir su gasto. En lo que va del año el Tesoro consiguió del mercado de capitales local cerca de $390.000 millones para financiar el déficit, menos del 40% que se había planteado en el Presupuesto. El restante 60% debería provenir desde la autoridad monetaria.
La primera parada de septiembre implicará afrontar un vencimiento de cerca de $85.000 millones que corresponden a una Lecer, es decir uno de los títulos públicos atados a la inflación. El panorama general del mes muestra que las obligaciones de pago suman $440.000 millones, pero que de ese total hay que descontar $157.000 millones de un bono TS21 en manos del Banco Nación que será renovado en su totalidad.
Septiembre no representará, afirman desde el mercado, el mes más exigente en la hoja de ruta de lo que queda de 2021 para la Secretaría de Finanzas. Al observar el panorama más amplio, el Gobierno ve que en los próximos cuatro meses entre septiembre y diciembre la hoja de ruta financiera todavía le exige cubrir vencimientos por 1,5 billones de pesos. Todo lo que no salga de los fondos que consiga en el mercado local deberán llegar a través de la asistencia del Banco Central.
En los próximos días, además, el mercado contará con otro dato central de la estrategia financiera del Gobierno. El miércoles próximo el Ministerio de Economía presentará el Presupuesto 2022 que indicará, entre otras cosas, cuál será el déficit esperado por el Poder Ejecutivo para el año próximo y además en qué proporción deberán financiarlo los inversores locales y el BCRA.