Las Islas Vírgenes Británicas (BVI) tendrán una ley más exigente, que exigirá informar los balances y los beneficiarios finales de las sociedades que en muchos casos se usan como cobertura de las cuentas bancarias en EEUU.
Sin pausa tras la firma del acuerdo de intercambio de información automática de datos fiscales con Estados Unidos, el equipo económico de Sergio Massa ya posó la lupa sobre el gran aluvión de cuentas de argentinos en las Islas Vírgenes Británicas (BVI).
Este repentino interés se debe a que en este territorio británico de ultramar ubicado en el Caribe con 60 islas con hermosas playas cambiará desde el 1 de enero del 2023 la ley de las sociedades comerciales y habrá más transparencia sobre los beneficiarios finales y sus activos.
¿Cómo se relacionan ambos tratados?: el tributarista César Litvin explicó a Infobae que muchos de los argentinos que tienen cuentas sin declarar en EEUU las mantienen bajo sociedades jurídicas de BVI. Por lo tanto, cuando estas paradisíacas islas abran sus libros a partir del mes próximo y el acuerdo de intercambio informativo entre la AFIP y el IRS se ponga en marcha, EEUU le pasará la información a BVI y este territorio, a su vez, le pasará los datos al fisco argentino, con el que comparte información por el acuerdo de la OCDE.
Por esta razón, el director de la Aduana, Guillermo Michel, indicó a Infobae que se acelerará el intercambio de información tributaria que existe con BVI a partir de esta modificación normativa.
“La AFIP intercambia información con BVI a partir del convenio multilateral de la OCDE que entró en vigencia para ese territorio desde marzo del 2014, por lo cual la Argentina tiene información de esas islas y ahora, con esta eliminación de acciones al portador, podrá acceder a los verdaderos accionistas de las compañías”, expresó el funcionario.
Mientras muchos turistas disfrutan del buceo y la navegación con sus yates, otros han aprovechado la opacidad fiscal de este territorio para “esconder” sus ahorros, aunque ahora deberán redireccionarlos por las exigencias internacionales que obligaron a este cambio en la ley de Empresas Comerciales de BVI.
Los cambios clave
Las principales modificaciones en la normativa de Islas Vírgenes son los siguientes:
-Se eliminan las acciones al portador, por lo cual pasarán obligatoriamente al régimen de acciones nominativas.
-Se crea un registro público de beneficiarios finales.
-Se pierde la confidencialidad de los directores de una entidad residente en BVI.
-Se genera la facultad del ente societario para disolver una sociedad residente fiscal en BVI por incumplimiento de la normativa interna.
-Se podrán constituir entidades sin fines de lucro con posibilidad de actuar internacionalmente.
Al respecto, Litvin dijo que “muchos argentinos tienen estructuradas inversiones con portafolio financieros en Estados Unidos, pero con estructura jurídica arriba con sociedades radicadas en BVI”.
“Esto se lo sugieren los asesores teniendo en cuenta que las normas jurídicas anglosajonas de BVI son más amigables para Estados Unidos que cualquier otra jurisdicción que no tenga una normativa de este origen”, explicó Litvin.
Además, se utilizan para evitar “la gravabilidad del impuesto a la herencia o a las donaciones, porque en Estados Unidos quienes tienen una cuenta personal para no residentes empiezan a pagar a partir de los USD 60.000, con una tasa del 18% inicial. Cuando se supera el millón de dólares, la tasa se va al 40 por ciento”.
Por esta razón, “mucha gente de la Argentina tiene estructurado su patrimonio financiero en BVI, pero aquellos que no tienen declarada sus cuentas ante el fisco argentino, a partir del 1 de enero del 2023 cambian las reglas del juego porque la novedad es que se exigirán balances en BVI y es imprescindible incluir en el balance los activos financieros al amparo de esta sociedad”.
Además, “será obligatorio también indicar quiénes son los accionistas y beneficiarios finales de este tipo de sociedades, por lo cual cuando el intercambio con Estados Unidos tenga plena vigencia, lo que ocurrirá es que la titularidad de la cuenta de estos activos financieros bajo la modalidad de BVI llevará a que sean informados a la Argentina con el nombre del activo y de los beneficiarios”.
“El intercambio entre más de 100 países, del que participan entre otros la Argentina y BVI, incluye a los beneficiarios finales; por ese motivo, es posible que esto llegue al radar de la AFIP”, advirtió Litvin.
En la misma sintonía, su colega Mariano Ghirardotti dijo a Infobae que “con este cambio las inversiones en BVI serán menos seductoras si se siguen creando compañías, pero también crecen otras jurisdicciones con menos controles, como Nevis”.
“El intercambio de información está sujeto a lo que recibe el IRS, que son las cuentas que reparten dividendos, intereses de no residentes de bonos norteamericanos. Si son bonos de otros países, no se reportarían a la AFIP porque el IRS no accede a esos datos de los bancos”, detalló.
Los países no cooperantes
Ante este creciente control de pinzas, muchos clientes argentinos con cuentas en EEUU les han pedido a sus planificadores tributarios qué opciones tienen si no se plantean participar del próximo blanqueo que ofrecerá el Gobierno en 2023 para sumar contribuyentes antes de implementar el acuerdo con el IRS; calificadas fuentes oficiales aclararon a Infobae que, como ocurrió con el acuerdo firmado en 2016 durante el gobierno de Mauricio Macri, con este nuevo convenio también habrá que esperar para que se ponga en marcha y precisaron que la información automática solo aplicará hacia adelante.
La respuesta no es sencilla, ya que cada vez más territorios con baja tributación deben implementar controles por la presión internacional contra el lavado de dinero y el terrorismo.
Esto ya ocurrió con Panamá, que tomó un paso similar al de BVI este año, por lo que el camino a seguir para muchos es elegir como “guaridas” a Belice o Nevis; también, varios han comenzado a utilizar la cédula de identidad de Paraguay, que todavía no intercambia información fiscal con la Argentina. Otros han optado por repatriar sus fondos al país y colocarlos en cajas de seguridad, según fuentes del sistema financiero, al tanto de los crecientes controles cruzados entre los países para acotar la evasión y el lavado de dinero.
Entre los países no cooperantes para la AFIP están Bosnia y Herzegovina, Burkina Faso, Eritrea, Ciudad del Vaticano, Libia, Bolivia, Santa Elena, Salomón, Camboya, Suazilandia, Tailandia, Egipto, Siria, Guyana, Angola, Bielorrusia, Burundi, Cuba, Honduras, Irak, Madagascar, Nicaragua, Trinidad y Tobago y Paraguay.