El Millonario marcó diferencias gracias al gran partido de Julián Álvarez (anotó dos goles y regaló dos asistencias) y a los cambios de Gallardo en el segundo tiempo.
River Plate confirmó sus aspiraciones a ganar la Liga Profesional: derrotó 4-1 a Newell’s en Rosario y quedó a apenas dos puntos de la cima de la tabla de posiciones, que habitan Talleres de Córdoba y Lanús. El Millonario sufrió el primero tiempo e incluso fue inferior a su rival, pero se impuso gracias a un enorme rendimiento de Julián Álvarez, a la contundencia en la red y a la muñeca de Gallardo, que con los cambios revirtió la imagen de su equipo en la última media hora del pleito.
El citado Álvarez anotó dos tantos, mientras que Nicolás de la Cruz y Jorge Carrascal (tras sendas asistencias del cordobés) completaron la foja realizadora del vencedor. Ignacio Scocco había convertido el empate parcial para la Lepra.
El Millonario golpeó temprano, ante una Lepra que intentó presionarlo para arrinconar a su adversario. Pero a los 4 minutos Enzo Pérez salió del asedio y habilitó a Julián Álvarez, que se sacó la marca de encima con el control y asistió a De la Cruz, quien cruzó el derechazo para rubricar el 1-0.
La intensidad del dueño de casa no mermó ante el inesperado tropiezo. Con los laterales pasando al ataque al unísono y Scocco saliendo para no darle referencia a la defensa visitante y repartiendo juego, generó tres chances de gol casi inmediatamente: un remate cruzado de Comba, un intento de Bittolo que tapó Armani, un pase de Sordo para Compagnucci, que derivó en un tiro ancho.
De contra, o cuando encontró vías para salir prolijo por abajo, River también asustó. Como a los 15, cuando tras un centro de Angileri y un rebote fortuito en Zuculini, Carrascal, de cabeza, desperdició una oportunidad inmejorable.
Pero Newell’s continuó empujando con un ritmo vertiginoso, y por momentos complicando a la Banda por los costados. Y, de tanto ir, encontró su premio: a los 35′, Scocco controló en la puerta del área, vio el hueco y martilló de derecha para superar la estirada de Armani. No lo gritó, por su pasado y su vínculo con River.
Para los de Núñez, la carta de peligro siguió siendo Julián Álvarez, intratable en el mano a mano. A los 43′, el delantero de la Selección envió el córner y anticipó Robert Rojas, pero el arquero Aguerre resolvió dos veces.
A pesar del ingreso de Cacciabue por Pablo Pérez (lesionado), Newell’s continuó merodeando el área de Armani. El citado volante probó de afuera y casi anota; Lema, de cabeza, provocó peligro y Scocco, mano a mano, definió con calidad, pero no le acertó a la valla.
Tan incómoda estaba la visita en el campo que Gallardo ensayó un doble cambio: Rollheiser y Simón por Romero y Zuculini. Y casi inmediatamente, a los 15 minutos del complemento, Angileri quiso probar a Aguerre, el intento le salió desviado, pero le quedó el balón a Álvarez, que controló y definió con pericia.
Con mayor cantidad de pies sensibles para asociarse, a pesar de que en su área siguió penando, River volvió a gritar gracias a una construcción perfecta. Vigo centró para De la Cruz, quien giró para buscar a Carrascal. el colombiano buscó la pared con Álvarez, el cordobés devolvió con justeza y el enlace la pinchó para decretar el 3-1.
El partido se terminó de romper. Y, con espacios, River (y sobre todo Álvarez) fue letal. A los 31, Palavecino habilitó al delantero, quien selló el 4-1. Dos goles propios, dos asistencias. Una actuación de ensueño.
Así, el millonario sacó adelante un partido muy difícil, ante un adversario que logró complicarlo. Pero desde la jerarquía de Álvarez, la eficacia y la buena lectura de su DT, volvió a la victoria y quedó a tiro de la punta. Además, en la tabla anual, la que clasifica a la Copa Libertadores 2022, alcanzó la línea de las 42 unidades, ubicándose en la tercera colocación, quedándose con el último pasaje para la máxima competencia continental. ¿Será esta la primera liga local para Gallardo al frente de River?