Mientras que el Gobierno apuesta a que la reducción del ritmo de devaluación mensual traccione a la baja el índice de precios, los aumentos en ciertas divisiones siguen el camino opuesto.
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Tras ubicarse en 1,8% en enero, la inflación en alimentos se viene acelerando en febrero. En la primera semana del mes, se observó una suba importante, para luego descender en la segunda y volver a presentar un incremento considerable en la tercera. Carnes y bebidas son los principales impulsores.
Cabe destacar que el rubro alimentos y bebidas es uno de los que más peso tiene en el Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, motivo por el cual su variación impacta directamente en el nivel general, que el mes pasado fue de 2,2%.
Según la consultora Analytica, durante la tercera semana de febrero se registró una variación del 1,2% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. De esta forma, el promedio de cuatro semanas es de 3%. El aumento semanal se debió principalmente a la suba de precios en carnes y aguas, gaseosas y jugos.
Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas fueron carnes y derivados (+6,8%), aguas, gaseosas y jugos (+2,2%) y aceites, grasas y mantecas (+2,0%). En contraposición, los menores incrementos de la muestra se dan en café, té, yerba y cacao (+0,5%) y frutas (+0,5%). Además, los precios de las verduras se mantienen sin cambios.
Para el nivel general de precios, proyectan una suba mensual del 2,4% durante febrero.
Por su parte, LCG señaló en su relevamiento que “tras una leve baja en la segunda semana de febrero (-0,1%), la tercera semana muestra un aumento marcado de 1,8%. La suba promedio mensual se acelera a 2,5%”.
Los avances más importantes se observaron en bebidas e infusiones para consumir en el hogar, con 5,2%, seguido por productos lácteos y huevos (2,6%), carnes (2,1%) y panificados, pastas y cereales (1,0%).
En perspectiva, durante la segunda semana de febrero, EcoGo había registrado una moderación en los precios de los alimentos y bebidas, con un aumento del 0,6% (0,7 puntos porcentuales por debajo de la semana previa).
“Con este dato y considerando un aumento proyectado para las próximas semanas del 0,5% -en línea con el promedio de las semanas previas-, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3,6% en febrero. Incorporando los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar (3,4%), el indicador asciende a 3,5%”, señaló la consultora.
De este modo, la inflación se ubicaría en 2,6% mensual. “El dato es todavía preliminar y está sujeto a modificaciones. A pesar de una suba en alimentos levemente mayor a la esperada, el resto de las categorías que componen el índice se mantuvieron prácticamente constantes, lo que compensó lo sucedido con alimentos e impulsó una leve baja de 0,1 puntos porcentuales de la proyección en el indicador general”, aseguraron desde EcoGo.
En Equilibra apuntaron también: “Pese a la estabilidad del resto de rubros, los Alimentos y bebidas sin estacionales treparon 0,8% por una nueva suba del 1,7% en el rubro rubro Carnes (carne vacuna: 2,4%)”.
Expectativas
El Gobierno espera que pronto el IPC perfore el 2% mensual y con ese objetivo disminuyó el ritmo de devaluación del dólar oficial del 2% al 1%, además de moderar la actualización de tarifas de servicios. En el caso de electricidad y gas natural, si bien subirán todos los meses, la decisión oficial es que los aumentos acumulados a lo largo de este año se mantengan en línea con la inflación.
Desde Grupo IEB afirmaron: “El foco hoy está puesto en cuándo logrará la inflación romper la barrera del 2% y acercarse al 1%, a lo cual ha apuntado el gobierno directamente con la baja del ‘crawling peg’ al 1% mensual. Difícilmente se dé dicha situación en la próxima publicación del Indec, siendo la inflación esperada para febrero del 2,1 por ciento. Dicho acercamiento se daría recién pasado julio, aunque dada la continua baja de expectativas inflacionarias desde hace algunos meses, podría llegar a anticiparse”.
Un punto no menor es que el Indec aún no actualizó la canasta del IPC. Sucede que el instituto oficial utiliza para la medición la estructura de gastos de consumo de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo) de 2004-2005, lo que no refleja los cambios ocurridos en ese sentido durante los últimos 20 años, donde cada vez los servicios ganan mayor peso.
La última edición de la ENGHo es la que se realizó entre noviembre de 2017 y noviembre de 2018. El economista Martín Rozada se basó en ella para medir la inflación de enero.
“El Índice de Precios al Consumidor Latente, a nivel nacional (IPCL) aumentó un 2,4% en enero, luego de haber aumentado un 3,1% en diciembre impulsado por el aumento de precios de la división de Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles que explicó alrededor del 33% de la inflación. En comparación, la tasa de inflación mensual oficial publicada por el INDEC fue de 2,2%. A diferencia de la inflación latente el aumento de la inflación oficial estuvo motorizada por el aumento de precios de la división de Restaurantes y hoteles, seguida de cerca de la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas”, señaló el especialista en su blog.
“Durante los últimos 12 meses, la inflación interanual fue de 96,7%, comparado con el valor de 84,5% en los datos oficiales. Al igual que con las incidencias mensuales, la inflación latente interanual se explica por el aumento de precios de la división de Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles, mientras que la incidencia de la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas explicó la mayor parte de de la inflación interanual en la medición oficial”, añadió.