El sector dialoguista tiene sus propias internas y pide más cambios. Santiago Caputo estuvo con Martín Menem y legisladores.
La Ley Ómnibus volvió a tener otra jornada averiada en Diputados: el proyecto aún no tiene los votos necesarios pese a los últimos guiños del Gobierno y la sesión pensada para el martes será el miércoles, desde las 10. La discusión dejó de ser por el proyecto en sí y derivó en los insumos más básicos de lo que Javier Milei cataloga como “casta”: poder y plata.
El oficialismo presentó un borrador con mayores modificaciones el domingo a la noche. En las últimas horas deslizó un semáforo con las cuestiones consensuadas; otras, con luz amarilla. Frente a ello, legisladores de las bancadas dialoguistas, los presidentes de las comisiones que intervienen en este debate y el asesor preferido del Ejecutivo y sin cargo, Santiago Caputo, ingresaron durante la tarde del lunes al despacho del titular de la Cámara baja, Martín Menem.
Tras varias semanas de debate, La Libertad Avanza quemó varios fusibles y no logró mostrar un interlocutor válido para negociar con la oposición no kirchnerista, golpeada tras las elecciones presidenciales del año pasado. El mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía y la Ley Ómnibus le volvieron a dar vida a todo este sector, que no perdió la oportunidad para entrar de nuevo en el juego.
Las objeciones más importantes y aún en duda apuntan a privatizaciones, facultades delegadas, régimen de pesca, biocombustibles, transición energética, divorcios, seguridad -legítima defensa y resistencia a la autoridad- y contratos. Sobre la primera cuestión, el radicalismo y Hacemos Coalición Federal dieron a entender que lo mejor, a esta altura, es dinamitar todo el capítulo y anexo correspondiente para que cada decisión futura del Gobierno pase por el Congreso y sea ley por ley. Ahí hubo influencia desde provincias que empezaron a quejarse por cuestiones locales y empantanaron esta cuestión.
Por otra parte, las facultades delegadas quebraron al interbloque Hacemos Coalición Federal -asesores experimentados califican a esta bancada como “hacemos dictámenes”-, con la Coalición Cívica con su propio despacho, y también generaron ruido en la UCR, donde Rodrigo de Loredo realiza malabares para tapar una feroz interna con el sector referenciado en Facundo Manes.
A diferencia del PRO, que mostró voluntad de acompañar la última propuesta realizada por el Ejecutivo -salvo detalles puntuales que rocen algún interés provincial-, la UCR y Hacemos Coalición Federal continuaron con las idas y vueltas en cuanto a darle gobernabilidad a la Casa Rosada, por un lado, y más pedidos de modificaciones, por el otro. Una puja por poder desde el Congreso hacia Milei, en extrema minoría en ambas Cámaras y en la búsqueda constante del conflicto con la oposición no kirchnerista para exponerla ante la sociedad.
Un capítulo aparte se lo llevaron este lunes los gobernadores, quienes mantuvieron un cónclave en el Consejo Federal de Inversiones (CFI). La convocatoria no fue menor.Los mandatarios provinciales quieren recuperar fondos que quitó el gobierno kirchnerista vía Ganancias y direccionan la mira al impuesto PAIS. La postura fue clara: coparticipar dicho tributo.
Bajo este escenario, Menem convocó a los jefes de bloque para las 19 de este martes a Labor Parlamentaria. Allí se intentará organizar una sesión de, como mínimo, más de 30 horas de duración. También se tendrá que definir la posibilidad de un cuarto intermedio desde la noche del miércoles y hasta la mañana del jueves. En caso de extenderse la votación en particular de la iniciativa, la misma podría incluso ocurrir durante la madrugada del viernes.
Para que todo esto ocurra, el oficialismo primero deberá conseguir quorum, es decir, 129 legisladores sentados en sus bancas. Después tendrá que estar atento al inicio del encuentro y a todas las demoras que puedan existir ante eventuales cuestiones de privilegio y potenciales sugerencias para que la ley vuelva a comisiones, con el fin de votar la iniciativa en general.
En caso de lograr dicho cometido, será trascendental la participación del miembro informante y titular de la comisión de Legislación General de Diputados, el libertario cordobés Gabriel Bornoroni, para la votación en particular. El delicado panorama implica contar con alguien experimentado para evitar cualquier tipo de desliz.
De manera paralela, Menem y el jefe del oficialismo, Oscar Zago, necesitarán extremar las medidas para que cada artículo tenga quórum al momento de definirse -y no caiga la sesión-, situación hoy no blindada tras los jugueteos de los bloques dialoguistas. De allí la importancia del cara a cara que habrá este martes en Labor Parlamentaria. En esta instancia, el titular de Diputados sabrá a lo que se enfrentará entre miércoles y jueves.