Según comunicó, la medida se debe a que no llegaron a un acuerdo en “los pedidos salariales, como tampoco a estar incluidos en un plan de vacunación contra el COVID-19″.
A raíz del conflicto salarial, la Unión Transviarios Automotor (UTA) anunció un paro de colectivos de 24 horas a nivel nacional para el próximo lunes 26 de abril.
“El Consejo Directivo Nacional de la Unión Transviarios Automotor comunica que luego de meses de audiencias sin resultados en el Ministerio de Trabajo de la Nación, no nos han dado respuesta a los pedidos salariales, como tampoco a estar incluidos en un plan de vacunación contra el COVID-19, tanto para los trabajadores del Área Metropolitana de Buenos Aires como para los del Interior del país″, explicó el gremio en un comunicado.
“Por todo ello, ha resuelto un paro de actividades por 24 horas en todo el país, desde las 00 horas del día lunes 26 de abril de 2021”, informó la UTA en consecuencia.
“Exigimos que tanto las autoridades del Ministerio de Transporte como los empresarios sepan que el conflicto salarial no se resuelve sin la sensibilidad y la justicia social que las actuales circunstancias demandan. Queremos urgentes respuestas para llevar el sustento a nuestras familias. Con eso no se juega y lo defenderemos hasta las últimas consecuencias”, concluyó el comunicado que llevó la firma del secretario general, Roberto Fernández.
El conflicto salarial ya lleva varios meses. A fines de febrero y luego de varias reuniones que se llevaron a cabo durante la jornada anterior, la UTA levantó el paro de colectivos de corta y media distancia que había anunciado para el viernes 26. Por ese entonces, dejó de lado la medida de fuerza tras llegar a un acuerdo con el sector empresario en las negociaciones paritarias.
Según supo en ese momento lograron acercar posiciones y consensuar dos propuestas con las cámaras que nuclean a empresarios de transporte. Por un lado, aceptaron “el pago de 15.000 pesos en tres cuotas iguales de $5 mil cada una para cerrar la paritaria 2020″. Se trata de una compensación no remunerativa que se otorgó por única vez para equilibrar el porcentaje perdido a raíz de la inflación. Estos valores también fueron incluidos para los haberes de marzo, abril y mayo próximo.
Por otra parte, definieron que la semana siguiente comenzarían las negociaciones por la pauta salarial de este año y fijaron una audiencia.
El sindicato había dispuesto el estado de “alerta y movilización” ante “la imposibilidad de lograr soluciones en la negociación paritaria”. En ese sentido, el Consejo Directivo Nacional del gremio había resuelto que “en caso de no arribar a un acuerdo que contemple los reclamos lógicos y razonables de los trabajadores, se realizará un paro nacional desde las cero horas del próximo viernes 26 de febrero”.
Por otra parte, la UTA había reclamado a los pocos días, a principios de marzo, para que se aumente la frecuencia de los servicios de colectivos de corta y media distancia. A su vez, anticipó medidas de acción gremial en caso de que no hubiera una respuesta inmediata de parte de las autoridades nacionales y de las empresas. Según la dirigencia sindical, con el incremento progresivo de la demanda de los usuarios resultaba “imposible” cumplir con el protocolo COVID-19 que establece como límite máximo de diez pasajeros a pie en hora pico.
El sindicato que encabeza Roberto Fernández informó que se habían detectado “inconvenientes” entre los choferes y los pasajeros, a raíz del requisito que exige un aforo máximo en las unidades como método para mantener la distancia social en el transporte interurbano. Ese tope fue establecido el 12 de noviembre pasado en la Resolución N° 259 del ministerio de Transporte de la Nación, donde se estableció que “con carácter excepcional” se amplió la capacidad del servicio a diez pasajeros a pie, en caso que todos los asientos estén ocupados durante los horarios de mayor demanda de usuarios.