El bloque exigirá una prueba PCR negativa de menos de 72 horas a todos los ingresen.
Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) aprobaron este lunes nuevas restricciones para los viajeros provenientes de países exteriores del bloque continental, y exigieron la presentación de una prueba PCR negativa, para luchar contra la propagación de nuevas variantes del coronavirus, según fuentes europeas. El acuerdo deberá ser adoptado por los países miembros el martes.
La UE cerró sus fronteras exteriores en marzo de 2020 y estableció a partir de junio una lista restringida, revisada regularmente, de países terceros cuyos viajeros residentes que viajan por motivos “no esenciales” pueden entrar a la Unión.
También son autorizados a ingresar a la UE los originarios o residentes de países de la Unión, y las personas que viajan por motivos “esenciales” (trabajadores del sector salud, trabajadores fronterizos, etcétera).
Algunos países, como Francia desde el domingo, cerraron sus fronteras, salvo por motivo imprescindible, para los viajeros provenientes o con destino a países de fuera de la UE.
El acuerdo logrado este lunes por los embajadores debe ser adoptado por los Estados miembros el martes y prevé nuevos criterios, algunos de ellos muy exigentes, para autorizar los viajes no esenciales hacia la Unión.
Los países terceros deben tener una tasa de incidencia inferior o igual a 25 nuevos casos por 100.000 habitantes durante 14 días, una tasa de test superior a 300, y una tasa de positividad inferior o igual a 4%, de acuerdo al documento presentado la semana pasada ante la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, y aprobado este lunes.
La presencia de variantes de coronavirus en esos países será tenida en cuenta.
Una prueba PCR negativa de menos de 72 horas será reclamada a los viajeros, inclusive los que se desplazan por razones esenciales, excepto trabajadores fronterizos o transportadores. Los ciudadanos y residentes de la Unión Europea pueden efectuar el test a la llegada.
Los Estados miembros pueden exigir una cuarentena de hasta 14 días después de la llegada, así como una prueba suplementaria a los viajeros. Estas medidas son requeridas cuando los países terceros están afectados por una variante.
La canciller alemana Angela Merkel defendió el inicio “mas lento” que en otras partes de la campaña de vacunación contra el coronavirus en la Unión Europea, en medio de las críticas en su país y en la región. La mandataria reiteró asimismo que todos los alemanes adultos, o sea 73 millones de personas, serán vacunados “de aquí a fines del verano” boreal.
“Es cierto que fue más lento en algunos puntos, pero también hay buenas razones para que sea así”, aseguró luego de una cumbre de cinco horas con los jefes de gobierno regionales alemanes, representantes de la Unión Europea y grupos farmacéuticos.
Merkel explicó la tardanza porque, a diferencia del Reino Unido por ejemplo, los europeos eligieron no dar autorizaciones de urgencia para la primera vacuna disponible, la de Pfizer/BioNTech, o las siguientes, Moderna y AstraZeneca.
La razón es la necesidad de garantizar la fiabilidad de los productos y así ganar “la confianza” de los ciudadanos en las vacunas.
“Durante mucho tiempo luchamos”, especialmente sobre el asunto de la responsabilidad de los laboratorios en el respeto de los plazos de entrega, reiteró la canciller. “Comprendo la decepción” de la población, señaló Merkel, “pues todos pensaron que dado el volumen de los pedidos” de vacunas, éstas “llegarían más rápido”.
La cumbre sobre la lucha contra el covid se realizó el lunes en Berlín bajo la presidencia de Merkel, al mismo tiempo que crecen las críticas contra su gobierno y la Unión Europea ante la lentitud de las vacunaciones.