El funcionario fue echado del cargo luego de que se descubriera que buena parte de los productos comprados en la gestión anterior estaban cerca de la fecha de caducidad.
“Hay que ser precisos con las palabras, no son 5 mil toneladas de alimentos, son de productos, de los cuales más del 80% es yerba mate. No es lo mismo hablar de comida que de una infusión”, protestó un importante funcionario que suele visitar el ministerio del Interior, poco después de que el juez federal Sebastián Casanello le ordenara al Ministerio de Capital Humano que en 72 horas elabore un plan para distribuir esos bienes que se encontraban guardados en galpones de las provincias de Buenos Aires y de Tucumán.
La crisis que desató la denuncia iniciada por el dirigente social Juan Grabois terminó el jueves con la expulsión del Gobierno del hasta entonces secretario de Niñez y Familia, Pablo De la Torre, uno de los principales integrantes de la cartera que conduce Sandra Pettovello.
A través de un comunicado, el área informó que se detectó que buena parte de la mercadería almacenada desde la gestión anterior estaba a punto de vencer, razón por la cual se “realizarán las investigaciones administrativas correspondientes”.
En tanto, se anticipó que se pondrá “en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino para garantizar una logística rápida y eficiente”.
Si bien en el comunicado no se hizo mención directa a De la Torre, sí se advirtió que se va a llevar adelante “una auditoría” para saber qué fue lo que ocurrió y se reconoció que hubo un “mal desempeño en sus tareas” por parte de los responsables de esta tarea.
“Fue un honor haber sido parte del Gobierno Nacional durante estos meses. Seguiré trabajando por nuestra Patria desde el lugar que me toque. Pido a Dios que ilumine al presidente Milei en la enorme tarea que es sacar a este país adelante”, fue la respuesta conciliadora del funcionario saliente.
Desde un primer momento, la actual administración renegó de los 2.751.653 kilos de productos que están guardados en la localidad bonaerense de Villa Martelli y de los otros 2.269.078 kilos que se encuentran en la ciudad tucumana de Tafi Viejo.
Por ejemplo, uno de los asesores presidenciales se preguntó “qué tipo de valores nutricionales puede tener un paquete de yerba”, por lo que consideró que fue “muy desafortunado” que el gobierno de Alberto Fernández haya destinado el presupuesto en adquirir grandes cantidades de esa infusión, en lugar de comida.
Más allá de esta queja puntual, la visión que tiene la gestión libertaria respecto a la asistencia social es significativamente diferente a la de las administraciones que los precedieron: “Cuando escuchamos a Carolina Stanley, por ejemplo, destacar que Macri fue el presidente que más invirtió en ayuda, en realidad nos parece lamentable”, señaló.
El Gabinete de Milei parte de la premisa de que, en realidad, “es el trabajo y lo que uno se puede ganar con el sudor de su frente” lo que hay que incentivar, por lo que cualquier programa de asistencia “es una tragedia de la cual no hay que mostrarse orgulloso”.
Es por estos motivos, entre otros, que el Ministerio de Capital Humano demoró la entrega de los productos almacenados, una cuestión que no consideraron prioritaria, al tratarse en gran parte de yerba, e incluso apeló la orden del juez Casanello.
De hecho, el próximo miércoles las autoridades de esa cartera expondrán ante la Sala II de la Cámara de Apelaciones Federal porteña, integrada por los jueces Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico, los argumentos por los cuales tomaron esa decisión.
Por lo pronto, si bien se desplazó a De la Torre de su cargo, Pettovello no tiene pensado modificar el rumbo de su gestión, que se centra en ir hacia un esquema de asistencia directa -como la que se entrega a través de la Tarjeta Alimentar- y tratar de evitar que haya intermediarios en el proceso, como así también denunciar las irregularidades existentes.
Esta semana, el Ministerio presentó nueva documentación en la fiscalía de Ramiro González que demostraría que no solo hay comedores que “no existen”, sino que en las rendiciones que esgrimía el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y otros dirigentes, “surge que recibían alimentos secos que figuraban como destinados a los comedores que asistían a los más vulnerables, pero no existían cuando se realizó la inspección”.
En cuanto a los alimentos guardados en los galpones de las provincias de Buenos Aires y Tucumán, cerca de mil toneladas de leche en polvo que tienen fecha de vencimiento en el mes de julio serán repartidos de forma urgente por camiones del Ejército.