Atlético Palmaflor venció 3-2 a Blooming en el duelo postergado por un piquete.
El partido que este lunes Atlético Palmaflor le ganó de local 3-2 al Blooming por la sexta fecha del campeonato boliviano quedará marcado como uno de los juegos más largos de la historia. El resultado quedó en un segundo plano ya se disputó casi un tercer tiempo pues el juez adicionó 42 minutos. Esto generó la bronca del equipo visitante que había logrado el empate y terminó perdiendo en ese “alargue”. Luego, reclamó en sus redes sociales contra la terna arbitral.
El encuentro se llevó a cabo en complicadas condiciones debido a la fuerte lluvia caída en Cochabamba. Los charcos y pozos que hubo en el campo de juego y una cancha pesada por la cantidad de agua que cayó terminó, en cada pelota dividida, con los jugadores en el piso. El desgaste de los protagonistas fue total.
El cotejo se presentó muy trabado e interrumpido. Sin emabrgo, el local pudo ponerse arriba en el marcador con los tantos de penal del argentino Jonatan Cañete, en el primer tiempo, y Gilbert Álvarez, ya en el complemento, amplió las diferencias.
El Palmaflor edificó su cuarto triunfo en el certamen, pero faltando cinco minutos para que se cumplan los 90 reglamentarios, Blooming descontó por medio de un taco de Gastón Rodríguez en una jugada que generó dudas y requirió la intervención del VAR, por un supuesta posición adelantada. Finalmente, el tanto fue convalidado. Esa revisión demandó 10 minutos y ahí el juez Julio Fernando Gutiérrez empezó a aplicar el tiempo de descuento.
Luego hubo otra jugada polémica que también debió ser chequeada por el VAR en la que el delantero César Menacho llegó tarde y cuando quiso tocar la pelota le pegó al arquero. Fue expulsado y el Blooming se quedó con uno menos. Por las interrupciones debido al mal estado del césped, el juez decidió agregar media hora una vez cumplidos los 45 minutos del complemento.
Pese al hombre de menos el equipo visitante no se rindió y consiguió la igualdad por medio del colombiano ex Lanús y Platense, José Luis Sinisterra. Pero su compañero Matheo Becerra también recibió la tarjeta roja por una falta fuerte a un rival en la que se deslizó aprovechando el campo mojado y su equipo quedó con nueve jugadores.
Este nuevo ida y vuelta y las discusiones pertinentes hicieron que el árbitro siguiera dilatando el juego. En esos últimos momentos y aprovechando la superioridad numérica, el cuadro local convirtió el tanto de la victoria. Fue a los 128 minutos del cotejo, nuevamente por intermedio de Cañete.
Después de ese tanto el encuentro continuó hasta que Gutiérrez pitó el final con un tiempo global de 132 minutos y 42 de descuento. Los jugadores y el cuerpo técnico del Blooming estallaron de la bronca y luego de increpar a la terna arbitral su club continuó los reclamos por sus redes sociales.
En uno de los mensajes expresaron: “¡Final del tercer tiempo! Bochornoso arbitraje, quienes otra vez fueron protagonistas del partido exponiendo a los jugadores a posibles lesiones, dando una excesiva adición y perjudicando por completo el resultado que nuestros jugadores lograron con mucho merecimiento”. Luego avisaron: “Iniciaremos la respectiva representación legal para que esta clase de árbitros no vuelvan a dirigir en el fútbol boliviano”.
Los reclamos fueron escuchados y la Comisión Nacional de Árbitros decidió suspender por tiempo indeterminado a los árbitros Julio Gutiérrez, Edwin Paredes, Miguel Villanueva, Raquel Acero, Carlos García y Gustavo Vera. “Resuelve suspender de forma indefinida a todo el equipo arbitral hasta que se revisen los audios y videos del partido y la sala VAR para determinar responsabilidades individuales y colectivas”, indicó la entidad.
Cabe destacar que pese a todas estas anomalías, según el portal Iusport el encuentro se pospuso del domingo al lunes por un piquete en la ruta que unión Santa Cruz de la Sierra con Cochabamba, que complicó la llegada de los equipos del VAR y de los encargados de transmitir el partido que ya quedó en la historia.