Incertidumbre sobre el futuro del Centro Cultural Borges

Cultura

El Ministerio de Cultura de la Nación, al mando de Tristán Bauer, estaría cerrando las negociaciones para que el espacio artístico que funciona en la cúpula de las Galerías Pacífico pase a la órbita del Estado. 


Abajo, en las calles, son tiempos de incertidumbre. Arriba, en la cúpula del shopping Galerías Pacífico, donde está el Centro Cultural Borges, también. Según pudo saber Infobae Cultura, podría pasar a la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación. Fuentes cercanas a la cartera de Tristán Bauer afirman que están terminando con las negociaciones. Se trata de 10 mil metros cuadrados que volverían a estar en manos del Estado. Es que el shopping entero era propiedad de Ferrocarriles Argentinos hasta que en 1991 el gobierno de Carlos Menem lo privatizó.

Por la microcéntrica calle Viamonte ya no pasan muchedumbres de transeúntes que ingresan a las Galerías Pacífico. Entre la crisis económica de los últimos años y la pandemia, el consumo bajó notablemente, y ese podría ser un elemento clave para este traspaso. El rumor existe hace tiempo y bien lo saben los empleados del Centro Cultural Borges, aunque nadie se anima a darlo por hecho. Allí se trasladarían cientos de empleados del Ministerio y se iniciaría un fuerte proceso de puesta en valor cultural y estético.

También, según algunas fuentes consultadas, el Museo Nacional de Bellas Artes tendría un lugar para exposiciones artísticas. Es que antes, hace más de un siglo, el edificio fue su primera sede. La construcción comenzó en 1891 por los arquitectos Francisco Seeber y Emilio Bunge y cinco años después el imponente edificio de estilo parisino albergaba al Bellas Artes. En 1908, parte del edificio se vendió al Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, de allí proviene el actual nombre del shopping.

Con el viento a favor de la economía de 1945, el edificio fue “refuncionalizado” y separó su área de oficinas de una nueva galería comercial. Allí, en la cúpula, pintaron murales Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro que aún hoy permanecen. Ya era un emblema cultural porteño hasta que en 1989 fue declarado Monumento Histórico Nacional, sin embargo, al poco tiempo fue entregado en concesión a Galerías Pacifico S. A. que lo transformó en el lujoso centro comercial que hoy es.

Quien se opuso con vehemencia a esa privatización fue Pino Solanas, cineasta y dirigente político fallecido hace apenas unos meses, que anhelaba construir allí el centro cultural más grande del país. En 1991, luego de ratificar su denuncia en los Tribunales contra Carlos Menem, fue víctima de un atentado: a la salida de los laboratorios Cinecolor recibió cuatro heridas de bala en sus piernas. El entonces presidente mandó a su médico personal a la clínica pero el cineasta lo echó y responsabilizó a la SIDE. El hecho nunca fue aclarado.

El Centro Cultural Borges fue creado por la Fundación para las Artes e inaugurado en octubre de 1995 por el Rey de España Juan Carlos I, acompañado por todo el ambiente cultural de la ciudad. Abrió sus puertas con una muestra de Jorge de la Vega, con la exposición Arte de Argentina (1920-1994), un espacio vinculado a la figura de Jorge Luís Borges y una sala en la que se exhibió pintura española de los siglos XIX y XX. De esta forma, los dueños de Galerías Pacífico se comprometían a destinar una parte del lugar a actividades culturales.

Hoy parece abrirse una nueva posibilidad: la de extender el valor simbólico del Ministerio de Cultura de la Nación y acentuar el valor patrimonial del Centro Cultural Borges, un espacio artístico ubicado en el Microcentro y en uno de los edificios más importantes, a nivel comercial, de la Ciudad de Buenos Aires. “El Borges”, como lo llaman sus trabajadores y los que lo visitan de forma cotidiana, está dirigido por Roger Haloua. Pocos detalles se saben de su pasaje a Cultura y nadie de los partícipes quiere revelar algo de las negociaciones.

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