El kirchnerismo impulsa la expulsión del entrerriano, que permanece detenido en Paraguay.
La compleja situación judicial del Senador Edgardo Kueider atravesará la última sesión del año en el Senado de la Nación. La caída en desgracia del dirigente entrerriano, descubierto con 200 mil dólares no declarados en Paraguay, desató acusaciones cruzadas entre los bloques del oficialismo y la oposición, que intentan despegarse de la figura del presunto corrupto. En el último encuentro del año, el kirchnerismo buscará echar del cuerpo a Kuider, mientras que el oficialismo intentará suspenderlo para evitar que su banca vacía quede en manos del bloque opositor.
En el mundo libertario, además, contraatacaron al ampliar el temario con otro pedido de expulsión, el que afectaría al senador Oscar Parrilli, quien también tiene una causa judicial en trámite.
Este jueves, minutos antes de las 11 de la mañana empezará a sonar el timbre que convoca a los senadores al recinto para cumplir con el llamado a sesión que hizo la presidenta del cuerpo, Victoria Villarruel, por pedido de Unión por la Patria. El temario incluye también el pedido presentado por el senador de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, el cual plantea una alternativa en expulsión y propone la suspensión de Kueider, que permanece detenido por contrabando en Paraguay.
La tensión en la cámara alta es extrema dada la sensibilidad del tema y el nivel de exposición que alcanzó. Tanto que Villarruel se refirió al caso Kueider y se diferenció de la estrategia de su bloque. “Es un bochorno que merece recibir un castigo ejemplar”, sostuvo. No obstante, arremetió contra el kirchnerismo ironizando por la preocupación manifestada ante un presunto hecho de corrupción, “La milagrosa nueva lucidez moral y ética de los esbirros de Cristina es solo para quedarse con la banca”, interpretó la titular del Senado.
También se refirió a la posibilidad de incluir a Parrili en la misma discusión. “Espero que los senadores de todos los bloques recapaciten y entiendan el cambio de época de una vez por todas”.
En este juego en el que nadie quiere reconocer vínculo alguno con el senador Kueider, LLA buscó exponer que el dirigente entrerriano obtuvo su banca a partir de haber participado en elecciones en una boleta del kirchnerismo. Pero las votaciones en las que apoyó al oficialismo fueron argumento suficiente para que los opositores afirmaran que es más libertario que kirchnerista. A partir de esto cambió de estrategia y los libertarios buscaron “llevar al barro” a Parrilli, hombre de extrema confianza de Cristina Kirchner.
En principio, Unión por la Patria pondría a sus 33 senadores en el recinto y deberá sumar, como mínimo, 15 votos del resto de los bloques para poder avanzar con la expulsión, ya que se necesitan los dos tercios, algo que en principio parece muy difícil.
Por el lado de La Libertad Avanza, PRO y la UCR el camino elegido parece ser el intermedio entre la expulsión y el pedido de licencia que hizo Kueider: estos espacios apostarían a una suspensión. La diferencia entre lo que solicita el entrerriano y lo que propone el oficialismo junto a la oposición dialoguista es que la licencia se solicita por cuestiones de salud o personales y la suspensión es por conducta o mal desempeño. Y Kueider está detenido.
El desafío que se les presenta es el mismo que al kirchnerismo: para la suspensión hace falta alcanzar los dos tercios del recinto, ya que es un proyecto que no pasó por la Comisión de Asuntos Constitucionales que, justamente, preside el propio Kueider.
Si la sesión se cae porque ninguno de los dos alcanza los dos tercios la imagen sería negativa para ambos. “Es un papelón”, explica un hombre de la Cámara alta. Si eso sucede, Edgardo Kueider seguirá en su cargo como Senador de la Nación y continuará cobrando su dieta mientras esté detenido en Paraguay.
Mientras tanto, la Justicia paraguaya tiene cada vez más sospechas sobre la empresa que Kueider y su joven acompañante, Iara Guinsel Costa, utilizaron para justificar el dinero secuestrado hace una semana, cuando intentaban cruzar la frontera en Ciudad del Este.
Los fiscales del caso esperan un informe oficial de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) para encaminar la investigación sobre Golsur SA. Hasta ahora, lo único que hay en el expediente es un poder de representación entregado por la secretaria. De manera informal, trascendió que el dueño de esa firma sería José Fernando Cousirat, un joven paraguayo de 33 años. Según documentos oficiales, ese joven no puede facturar porque tiene el Registro Único del Contribuyente (RUC), el equivalente al CUIT en Argentina, inactivo.