Lo confirmaron fuentes de Puertos y Vías Navegables de la Nación, el organismo encargado de su autorización.
Las alarmas se encendieron en algunos sectores del gabinete nacional. Fue luego de que Infobae publicara que Tierra del Fuego -con su gobernador Gustavo Melella a la cabeza- había rubricado un memorándum de entendimiento con la empresa estatal China Shaanxi Chemical Industry Group para que sea la encargada de instalar un “puerto multipropósito” en Río Grande. Desde el gobierno descartaron que ese proyecto vaya a ver finalmente la luz pese al intenso lobby que realiza tanto la embajada de China en Buenos Aires, el ejecutivo provincial y hasta el propio diplomático argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja.
Este medio consultó a autoridades de Puertos y Vías Navegables de la Nación, el organismo dependiente del Ministerio de Transporte encargado de evaluar y dar autorización a todo proyecto portuario. “Ese puerto no va. Por ahora es sólo una carta de intención firmada por el gobernador que no tiene facultades porque los puertos los decide la nación. Además, no hay factibilidad técnica para hacerlo”, fue la respuesta que dio en off the record un alto funcionario nacional.
Una vez conocida la noticia, fueron muchas las voces desde la oposición que salieron a cuestionar la entrega de soberanía por parte del gobierno fueguino. Federico Pinedo, ex senador nacional de PRO, fue uno de los primeros en pronunciarse: “La decisión de que un estado extranjero instale un puerto internacional en una provincia es un tema de política exterior. Tenemos que mantener la región como zona de paz y no permitir la introducción de conflictos globales”.
A estos dichos se sumó el diputado nacional Fernando Iglesias, quien le apuntó directamente al Gobierno: “Resulta absurdo que una administración provincial pueda avanzar en este tema sin que haya un consenso nacional amplio. No queremos ser la puerta abierta a Sudamérica y la Antártida para ninguna dictadura! Detenga esta locura, canciller Santiago Cafiero”, dijo en un mensaje de Twitter.
En sintonía con esto, el diputado nacional por Tierra del Fuego Tito Stefani exigió que el gobernador Gustavo Melella explique los pormenores de la obra: “Es sumamente importante para los fueguinos conocer de boca del gobernador los detalles del acuerdo firmado con la empresa estatal China Shaanxi Chemical Industry Group para construir una planta multipropósito en Río Grande”.
El puerto “multipropósito”, una excusa
El documento fue firmado el pasado 7 de diciembre por el gobernador provincial Gustavo Melella, quien es un entusiasta promotor del desembarco chino en el sur. Llamativamente, no hizo mención de la rúbrica en sus cuentas oficiales, pese a que suele comunicar cada uno de sus pasos. Ahora será la Legislatura local la que deberá ratificar la decisión política del mandatario del Frente de Todos, consignó El Diario del Fin del Mundo.
De acuerdo al memorándum, China Shaanxi Chemical Industry Group se comprometerá en la “construcción de un proyecto con una capacidad anual de 600 mil toneladas de amoníaco sintético, 900 mil toneladas de urea y 100 mil toneladas de glisofato”. Pero más allá de esta producción, lo que más interés provoca en el régimenes cumplir con el sueño de contar con un puerto propio en la región más austral del planeta que en un futuro podría considerar como una puerta de entrada a la Antártida. Es por eso que el régimen se enfocará particularmente en levantar “una terminal portuaria multipropósito con recinto interno que permita el amarre de embarcaciones de 20 mil toneladas”.
La empresa de Beijing que -en principio- está detrás del ambicioso plan es China Shaanxi Chemical Industry Group que además se comprometió a instalar una planta química y una central eléctrica en el mismo lugar.
Sin embargo, fuentes del sector aseguraron que resulta difícil de creer que una empresa química como aquella se dedique a la construcción de un puerto y que en cambio esa tarea estaría delegada a otro gigante controlado por el régimen: HydroChina Corp. “Esta empresa controlada por supuesto por el estado chino, está representada en Argentina por Shuiping Tu, un burócrata del Partido Comunista Chino”, señaló un especialista con acceso a información sensible sobre el proyecto, en estricto off the record.
“Bajo la excusa de un puerto, en realidad lo que China busca es construir una base naval con un muelle y salida al mar. Esto le permitirá a Beijing una puerta de entrada a la Antártida. También podrá monitorear el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, y las comunicaciones en todo el hemisferio”, agregó.
Los tiempos del gobernador parecen coincidir con una obsesión china: la Antártida. Pese a que es Usuhaia la ciudad base para transportarse hacia el polo sur y actúa como hub de otras naciones con bases allí, Beijing está empecinada en contar cada vez con mayor presencia en la región. Necesita desesperadamente un puerto que pueda controlar por completo.
En Río Grande, el régimen podría trabajar tranquilo. Nadie lo controlaría. “Va a ser una base como la de Neuquén, pero con salida al mar”, dice con maldad un conocedor del tema. Hace referencia a la Estación de Espacio Lejano ubicada en Bajada del Agrio. A sus instalaciones sólo ingresa personal militar chino y está vedado a autoridades nacionales.