Por las primeras subas de tarifas, el IPC de octubre sería más elevado que el 6,2% de septiembre.
La inflación volverá a ocupar el lugar principal de la agenda esta semana cuando el Indec dé a conocer el martes el índice de precios de octubre, con una certeza en el mercado y un temor que sobrevuela el equipo económico: que el IPC del mes pasado haya sido más alto que el 6,2% de septiembre y que se interrumpa así esa corta seguidilla de desaceleración de las cifras mensuales desde el pico de julio.
La presunción de una nueva suba en el ritmo inflacionaria apuró la puesta en marcha del programa Precios Justos que fue oficializado el viernes pasado y que intentará mantener a raya un grupo amplio de productos de la canasta básica, con valores en góndola fijos durante cuatro meses mientras el resto de los bienes por fuera de ese muestreo se actualizarán con un margen autorizado de 4% por mes.
Esa cifra responde a la expectativa plasmada por el Ministerio de Economía sobre cuánto debería ser la inflación el año próximo: el Gobierno imagina cifras mensuales de inflación en torno al 4% y que tiendan al 3% hacia fin de ese año, lo que desembocaría en el 60% que plantea el Presupuesto 2023.
Precios Justos tiene, tras la última actualización -en los últimos días continuaron las conversaciones con empresas para ensanchar la lista de productos incluidos-, unos 1.823 productos con 112 empresas de consumo masivos adheridas, que comenzarán a vender esa canasta con valores congelados durante los próximos cuatro meses.
Este domingo el secretario de Programación Económica y viceministro de Economía Gabriel Rubinstein defendió la medida y apuntó a la rentabilidad empresaria, al compararlo con el congelamiento de septiembre de 2021, que en ese momento tomó el entonces secretario de Comercio Interior Roberto Feletti. “Precios Justos no es para eliminar inflación mientras aumenta el déficit”, dijo en referencia a ese antecedente.
“Es sólo para bajarla mientras déficit fiscal baja. Además es acordado con empresas, mayoristas, y supermercados. Y abarca 2000 productos de precios fijos y 30.000 de 4% mensual”, dijo por Twitter. En otro aspecto, consideró que “los márgenes empresariales en septiembre de 2021 era del 30% y ahora del 40%”, concluyó, en respuesta al diputado nacional Javier Milei y al economista Manuel Adorni.
Más allá de Precios Justos, el ministro de Economía Sergio Massa anticipó que se abrirá esta semana una nueva negociación con empresas. Será para revisar los aumentos de precios de los insumos difundidos, es decir aquellos que forman parte esencial para el proceso de producción y que terminan “derramando” sobre la cadena de valor.
De acuerdo a datos del Indec, los precios mayoristas de insumos no tuvieron en los últimos doce meses incrementos mucho más elevados en promedio que el IPC minorista, que hasta septiembre redondeaba 83% interanual. Según el Sistema de índices de precios mayoristas del organismo estadístico, el Índice de precios internos al por mayor avanzó 78,4%, por debajo de la inflación.
Hay, de todas formas, algunas excepciones. Los insumos que aumentaron por encima de la inflación fueron Prendas de materiales textiles (112%), Otros medios de transporte (111%), Impresiones (101%), Energía eléctrica (98,4%), Muebles y otros productos industriales (96,1%), Productos textiles (94,8%), Papel y productos de papel (88,4%) y Cuero, artículos de marroquinería y calzado (83,1 por ciento).
El aumento de los insumos es uno de los argumentos que esgrimieron las empresas de consumo masivo para discutir el marco del nuevo congelamiento de precios: sin que esa materia prima tenga también su propio tope de incrementos, les resultaría cada vez más costoso mantener la rentabilidad de sus operaciones.
Por lo pronto, mientras el plan Precios Justos terminará de tomar forma en los próximos días en que aparecerá en la agenda pública el nuevo dato inflacionario, en el Palacio de Hacienda aseguran que ese programa es solo una de las patas en su política antiinflacionaria y dan incluso más relevancia a algunos datos macro. Principalmente, la señal fiscal: el gasto público aparece en caída en las últimas semanas según estimaciones adelantadas privadas, y variables monetarias aumentan, nominalmente, por debajo del ritmo de precios.
Sobre la primera cuestión, Analytica observó que “en la primera semana de noviembre, el gasto primario real fue 14,6% inferior respecto de igual semana de octubre, y 23,4% de un año atrás. La caída interanual fue generalizada entre las partidas”. Una de ellas, clave en el entramado presupuestario, es la cuenta de subisidios económicos, que cayó un 25% interanual por la puesta en marcha, con ritmo lento, de los primeros aumentos de tarifas.
Respecto al panorama monetario, un informe de Quantum, que dirige Daniel Marx, “de los conceptos monetarios relevantes (base monetaria, depósitos y agregados monetarios), todos registraron caídas en octubre en términos reales”, mencionó. “Contra una inflación mensual, que se estima en 6,5-7%, muestra variaciones mensuales nominales por debajo de esa cifra –con la excepción del efectivo mínimo de los bancos depositado en el BCRA-. Durante ese mes, la base monetaria aumentó 4,9%, el equivalente a $199 mil millones. La expansión está asociada principalmente a las compras de títulos del Tesoro que hizo el BCRA en el mercado secundario”, consideró.
Otra columna de ese plan macro contra la inflación es la acumulación de reservas, pero su potencia se resintió en octubre y lo que va de noviembre tras la fuerte inyección de divisas que representó el dólar soja en septiembre. Durante octubre el Banco Central debió vender casi USD 500 millones en el mercado y en las primeras dos semanas de este mes ya aceleró hasta USD 763 millones.
Con todo, octubre sería de acuerdo a las estimaciones privadas un mes de interrupción en la preliminar tendencia de desaceleración que marcaron agosto (7%) y septiembre (6,2%), desde el pico de julio (7,4 por ciento). Parte de ese efecto está explicado en la implementación de los primeros aumentos de tarifas.
Para la consultora C&T “el relevamiento de precios minoristas de C&T para GBA tuvo un aumento mensual de 6,8% en octubre. Fue superior al 6,2% de septiembre (revisado a la baja por la postergación de los ajustes de tarifas) y al 3,7% de octubre de 2021. De esta manera, la variación de doce meses subió a 87,4%”, indicaron.
“Alimentos y bebidas creció 6,4%, con los primeros moderándose levemente respecto de septiembre pero las segundas aumentando su ritmo de suba. Vivienda fue el rubro de mayor incremento mensual por la combinación de ajustes en electricidad, gas y agua con un nuevo incremento en los salarios de encargados de edificios”, remarcaron.
En tanto que LCG publicó que proyecta para octubre una inflación en torno de 6,7% mensual. “El dato refleja un freno a la desaceleración que había registrado en agosto y septiembre. No obstante, en la comparación anual implica un registro del 88% que se acerca sistemáticamente a los tres dígitos”.
“El Relevamiento de Precios de los Alimentos de LCG marcó una suba por encima del 7% mensual en octubre. Se agregan, además, aumentos en regulados como prepagas (11,5%) y los servicios como luz, agua y gas, debido a la aplicación del primer tramo de quita de subsidios (en torno al 19,7%, 10% y 7,9%, respectivamente). En suma, los regulados aportarían cerca de 2 puntos adicionales. El resto obedece esencialmente a la inercia elevada que viene registrando la inflación”, concluyeron.
Ya para noviembre, asegura la misma consultora, “el índice cerró con un aumento de precios del 1,2% semanal, acelerando en 0,5 puntos respecto a la semana previa. En lo que va del mes se acumula un incremento total del 1,9 por ciento. Por su parte, la inflación promedio mensual desaceleró por cuarta semana consecutiva, ubicándose en el 6,1%, el menor valor en quince semanas (mes de julio)”.
Además, en ese sentido, detectaron algunos incrementos que podrían responder a un incremento preventivo ante la puesta en marcha de Precios Justos. “Esta semana se destacó un aumento en el porcentaje de productos dentro de la canasta con incrementos de precios, elevándose de un 21% la semana previa a un 34% durante la segunda semana de noviembre. Probablemente esto responda a aumentos anticipando nuevos congelamientos de precios”, concluyó LCG.