Franco Pancino (22) y Federico Manuel Del Río (21) son estudiantes de la Universidad de San Andrés.
Antes de coincidir como compañeros en la Universidad de San Andrés, Franco Pancino (22) y Federico Manuel Del Río (21) ya tenían algunos puntos en común. El primero, su espíritu solidario. El segundo, sus ganas de emprender.
A fines de 2019 y después de haber compartido varios trabajos prácticos, los estudiantes de cuarto año de las carreras de Finanzas y Economía comenzaron a darle vida a un novedoso proyecto que, finalmente, lograron lanzar hace un par de meses. Se trata de la aplicación Mobilize. Disponible en App Store y Google Play, además de ser 100% gratuita, esta red social activista busca potenciar la exposición de campañas, donaciones, proyectos y eventos sociales y conectarlas con las personas que comparten el mismo interés.
El nombre -explican – responde a un juego de palabras entre ‘móvil’, por los teléfonos celulares, y ‘movilización’, por el hecho de moverse para ayudar a alguien o impulsar alguna causa. Lo que se dice ser un activista. “Lo pusimos en inglés porque, en un futuro, nos gustaría que funcionara en todas partes del mundo”, agrega Franco.
Para que no quedan dudas de cómo funciona, Federico pone un ejemplo. “Supongamos que una persona quiere que limpien un parque que hay en su barrio porque está lleno de deshechos. Esa persona descarga la aplicación, inicia un proyecto o una campaña e intenta juntar todos los recursos económicos posibles para llevarla adelante”, dice.
Pasado, presente y futuro
A la hora de empatizar con causas ajenas, a pesar de sus pocos años de edad, Federico y Franco ya tienen una trayectoria. Uno egresado del colegio San Andrés, el otro del San Jorge, durante su adolescencia se involucraron con distintos proyectos solidarios.
“Antes de dedicarme a Mobilize fui voluntario en ‘Un techo’ y participé de la construcción de dos o tres casas. Otra vez, con mis compañeros de curso fuimos a limpiar el río Paraná”, recuerda Federico y destaca la importancia de la conciencia social que le inculcaron en la escuela. En el caso de Franco, los últimos años del secundario, asistía todos los viernes a visitar un asilo de ancianos.
Este punto en común, sumado a sus ganas de emprender, sirvió de puntapié para dar origen a Mobilize. “Teníamos ganas de crear algo novedoso relacionado con la tecnología y que, al mismo tiempo, pudiera mejorar las situaciones de vida de las personas. En ese proceso, descubrimos que hay una traba en el sistema para poder hacer donaciones online y, muchas veces, te cobran comisiones”, apunta Federico.
Y sigue: “Por otro lado, poco se sabe del destino de ese dinero. Entonces, lo que hicimos fue crear una aplicación que funciona como una red social activista para que las personas puedan involucrarse con distintas causas, donar plata, participar de eventos e informarse”.
Franco, por su parte, resalta la transparencia de la aplicación. “Nuestra plataforma, permite mostrar el proceso a través de imágenes y todos las donaciones se hacen a través de un único intermediario que es Mercado Pago. Además, es una manera de que las organizaciones poco conocidas y con causas muy importantes puedan acercarse a las personas”, explica.
— La aplicación ya está disponible para descargarla y se iniciaron un par de campañas. ¿Hubo alguna causa que los interpelara?
— Federico: Nuestro primer proyecto fue “Power Chair”, una Fundación argentina dedicada a desarrollar el fútbol en silla de ruedas motorizadas para integrar a personas con discapacidades motrices a la práctica deportiva.
— Franco: Claro… En un principio lo que hicimos fue ponernos en contacto con distintas organizaciones para pedirles que se descarguen la app y empezar a generar movimiento. En el caso de “Power Chair”, ellos pudieron juntar algo de dinero y, la verdad, es que se sintió especial que pudieran hacerlo a través de nosotros. Lo último que se organizó fue una movilización contra el maltrato infantil en la Plaza de Mayo. El disparador fue el crimen de Lucio Dupuy, el nene de 5 años asesinado por su mamá y su novia en la provincia de La Pampa. Lo hicimos a través de una ONG que se llama “Ponete la Capa” y fueron un montón de personas.
— Federico: Ahora estamos empezando un nuevo proyecto, muy interesante, con la Fundación del Hospital Fernández. Nos pusimos en contacto con ellos y estamos armando una campaña para ayudar a la gente que necesita recursos económicos para hacerse tratamiento de diálisis.
— A modo de cierre, ¿cuáles creen que son los desafíos de emprender en el rubro de la tecnología en Argentina?
— Federico: Básicamente, invertir en dólares y ganar en pesos siempre es una dificultad. Pero como es un proyecto a largo plazo y nuestra intención es ayudar, colaborar y generar un espacio que sea una comunidad no nos resulta un problema. Más adelante, cuando esto sea global, la idea sería que los costos sean en cualquier divisa del mundo.
— Franco: En referencia a esto último que decía Fede, nosotros arrancamos en Argentina porque somos de Argentina y, además, acá no existe algo parecido. Somos los primeros que probamos innovar en este en este ambiente. En un futuro, buscamos globalizarlo. Primero en América y, después, en el resto del mundo.