El múltiple campeón británico, que terminó noveno, habló después de la carrera y se mostró molesto con la escudería.
El Gran Premio de Azerbaiyán se convirtió en una dura prueba para Lewis Hamilton, quien enfrentó múltiples dificultades, principalmente asociadas con los neumáticos de su Mercedes. El siete veces campeón del mundo se quejó constantemente del rendimiento de las llantas durante la carrera, considerándolo un problema clave para acercarse de manera significativa a los vehículos que lo precedían.
Finalmente el británico terminó noveno, por detrás de Franco Colapinto y, tras cruzar la línea de meta, tanto su ingeniero, Peter Bonnington, como el director del equipo, Toto Wolff, se comunicaron por radio con Hamilton para expresar la frustración compartida por el pobre rendimiento del día. Wolff se dirigió a Hamilton diciendo: “Lewis, es bueno haber llegado hasta el final. Fue una carrera horrible, me identifico con eso, todos nos identificamos con eso. Al menos ahora hemos cumplido con la penalización, sigamos adelante”.
Bonnington, por su parte, le dijo: “Bien hecho, Lewis. Quedaste noveno, pero entiendo la frustración”. Aunque no hubo registro de comentarios de Hamilton por radio tras la bandera a cuadros durante la transmisión, en las redes trascendió un video en el que se pudo escuchar su frase a Bonnington después de que se desplegara el auto de seguridad virtual: “Ni siquiera voy a decir nada porque ya sabes qué”.
Posteriormente, tras bajar del vehículo, se presentó ante los medios: “No es lo que había pensado para este fin de semana. Hay mucho que analizar, mucho que estudiar con los ingenieros en el garaje”, comentó el piloto después de la carrera.
El histórico piloto de la Máxima también tuvo lindas palabras hacia Franco Colapinto. “Fue realmente genial verlo. Es realmente genial ver a jóvenes talentosos aparecer y conducir tan bien. Oliver (Bearman) hizo un gran trabajo compitiendo contra él. Lo fue. Fue difícil pero justo”, afirmó antes de cometer un blooper: “No recuerdo el nombre del chico. El de Williams…”, “Colapinto”, le respondió Rosa Herrero Vanegas, la asistente de Hamilton. “Sí, él hizo un gran trabajo hoy”, sentenció.
A pesar de los constantes ajustes necesarios, Hamilton reveló en la radio del equipo que tuvo que modificar completamente su estilo de conducción para evitar el patinaje de las ruedas, consecuencia directa de las bajas temperaturas de los neumáticos.
El resultado fue una tarde muy frustrante para Hamilton, quien intentó implementar una estrategia de una sola parada, como muchos otros en la parrilla, pero sin avances significativos. Una chispa de esperanza surgió cuando Carlos Sainz y Sergio Pérez se estrellaron hacia el final de la carrera, lo que permitió a Hamilton escalar al noveno lugar. Sin embargo, para un piloto de su calibre que ha ganado dos de las cinco carreras anteriores, esta posición no fue satisfactoria.
George Russell, su compañero de equipo en Mercedes, mostró un rendimiento más sólido. Partiendo desde la quinta posición, logró avanzar hasta el tercer lugar, beneficiándose también del accidente. Este desempeño le permitió sumar valiosos puntos al equipo en un fin de semana complicado.
El ganador de la carrera fue Oscar Piastri, de McLaren, quien terminó por delante de Charles Leclerc de Ferrari. El líder del campeonato, Max Verstappen, ocupó un meritorio quinto lugar después de una competencia en la que no logró alcanzar su habitual forma dominante. “Hemos conseguido puntos hoy y George Russell ha conseguido buenos puntos hoy”, destacó Hamilton, a pesar de su evidente desilusión.
Sin mejoras previstas para el próximo Gran Premio en Singapur, el británico aguarda que la situación se modifique. “Espero mejoras en algún momento y espero estar en una mejor situación en Austin”, consideró tras calificar el rendimiento del coche en Bakú de “malísimo, casi cómico”, reflejando la frustración de un fin de semana que estuvo lejos de ser ideal para él y su equipo.