A finales de febrero, el dirigente del Kremlin anunció la suspensión de su participación en el tratado de desarme nuclear Nuevo Start, firmado con Estados Unidos.
Rusia anunció este miércoles el lanzamiento de un “avanzado” misil balístico intercontinental (ICBM), semanas después de suspender su participación en un tratado de control de armamento nuclear con Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa indicó en un comunicado que “un equipo de combate lanzó con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM) desde un sistema de misiles móvil terrestre” en el cosmódromo Kapustin Yar.
“La ojiva del misil de prueba golpeó con precisión un objetivo simulado en el campo de entrenamiento de Sary-Shagan (en la República de Kazajistán)”, añadió.
“El lanzamiento confirmó que son acertadas las soluciones técnicas y constructivas para el diseño de nuevos sistemas de cohetes estratégicos”, añadió el comunicado castrense.
Desde el inicio de la invasión a Ucrania el año pasado, Vladimir Putin ha lanzado amenazas de que podría usar armas nucleares si Rusia se sentía en peligro.
A finales de febrero, el dirigente del Kremlin anunció la suspensión de su participación en el tratado de desarme nuclear Nuevo Start, firmado con Estados Unidos.
Y hace menos de tres semanas, Putin dijo que desplegaría armas nucleares tácticas en su aliada y vecina Bielorrusia, llevando estas armas a las puertas de Ucrania y la Unión Europea.
Ambas decisiones provocaron condenas de la OTAN.
Si bien el ministerio ruso no especificó qué tipo de misil se usó en el test del martes, señaló que el propósito del ejercicio “era probar material avanzado de combate de misiles balísticos intercontinentales”.
“El lanzamiento hizo posible confirmar la precisión del diseño del circuito y de las soluciones técnicas usadas en el desarrollo de nuevos sistemas de misiles estratégicos”, agregó.
En febrero, Putin había dicho que desplegará un nuevo tipo de ICBM este año, después de la aparición de informaciones en Estados Unidos de un ensayo fallido de este armamento.
Bautizados como “Satán 2″ por analistas occidentales, estos nuevos proyectiles Sarmat pueden transportar múltiples ojivas nucleares y forman parte de la nueva generación de misiles rusos que Putin calificó de “invencibles”.
Por otra parte, el gobernador de Crimea designado por Moscú aseguró este el martes que la región se prepara para una posible contraofensiva ucraniana inminente.
Sergei Aksyonov dijo a la prensa que las fuerzas rusas en Crimea construyeron “defensas modernas, profundas” y contaban con tropa y pertrechos “más que suficientes” para rechazar un posible asalto ucraniano luego de 13 meses de guerra iniciados por la invasión rusa.
“No podemos subestimar al enemigo, pero podemos decir decididamente que estamos preparados (para un ataque) y no habrá catástrofe”, aseguró.
Hace días, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ratificó la intención de Kiev de recuperar la península del Mar Negro que Rusia le arrebató ilegalmente a Ucrania en 2014.
Aksyonov anunció el inicio de los trabajos de fortificación de Crimea en noviembre, sin entrar en detalles. En febrero, en una reunión de seguridad presidida por el mandatario ruso Vladímir Putin, dijo que se preveía finalizar los trabajos en abril.
Imágenes satelitales publicadas la semana pasada mostraron una red compleja de trincheras y otras fortificaciones cavadas cerca de Medvedivka, una pequeña población cerca de un cruce entre Crimea y Ucrania continental, indicio de temores rusos acerca de un posible ataque ucraniano.
Analistas militares prevén que Kiev aprovechará la mejora del clima para tomar la iniciativa en el campo de batalla con nuevos envíos de armas occidentales, decenas de tanques y tropas frescas entrenadas en Occidente.
Las fuerzas ucranianas podrían tratar de atravesar el corredor terrestre entre Rusia y Crimea, avanzando desde Zaporizhzhia hacia Melitopol y el mar de Azov. Con ello podrían partir las fuerzas rusas en dos.
Con todo, las fuerzas de Kiev enfrentan un reto colosal para desalojar a las fuerzas rusas. Sus blindados se encontrarán con campos minados, zanjas antitanque y otros obstáculos, al tiempo que las grandes redes de trinchera dan refugio a las tropas rusas.
El Kremlin quiere que Kiev reconozca la soberanía rusa en Crimea, así como la anexión de las provincias ucranianas de Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhzhia . Ucrania ha jurado expulsar a los rusos de todos los territorios ocupados y ha descartado cualquier conversación con Moscú hasta recuperar totalmente el control de su territorio.