Según la OIEA desde principio de julio “ha habido indicios, incluida la descarga de agua refrigerante, coherentes con el funcionamiento del reactor” experimental de 5 megavatios eléctricos del Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon, a unos 100 kilómetros al norte de Pyonyang.
Corea del Norte ha vuelto a poner en funcionamiento este año su reactor nuclear y sus instalaciones para reprocesar combustible atómico, según un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que tacha estas actividades de “profundamente preocupantes”.
Según el documento, hecho público hoy, desde principio de julio “ha habido indicios, incluida la descarga de agua refrigerante, coherentes con el funcionamiento del reactor” experimental de 5 megavatios eléctricos del Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon, a unos 100 kilómetros al norte de Pyonyang.
Corea del Norte obtiene el combustible para los dispositivos nucleares que ha testado hasta la fecha de las instalaciones de Yongbyon, a las que el organismo nuclear de la ONU no tiene acceso.
El OIEA subraya que entre diciembre de 2018, cuando Pyonyang se disponía a abrirse a negociaciones diplomáticas con Washington, y principios del pasado julio no había detectado indicios de que la unidad de fisión hubiera sido puesta en operación.
El informe, basado en el análisis de imágenes por satélite y otra información, añade que la planta de vapor del laboratorio radioquímico de Yongbyon -encargado de reprocesar el combustible usado en el reactor para obtener plutonio para bombas atómicas- ha estado operativa desde mediados de febrero de este año hasta principio de julio.
“Ese periodo de cinco meses es coherente con el tiempo necesario para reprocesar un núcleo completo de combustible irradiado del reactor” del complejo, según explica el organismo basándose en información facilitada a principio de los años noventa por el régimen norcoreano.
El OIEA considera que las actividades del programa nuclear norcoreano “son motivo de profunda preocupación” y recuerda que constituyen una “clara violación” de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU promulgadas contra Pyonyang por su desarrollo de armas de destrucción masiva.
Este nuevo informe, presentado a la Junta de Directores del OIEA el pasado viernes, se da a conocer después de que el régimen decidiera volver a interrumpir este mes las comunicaciones con Seúl debido a la celebración de maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y EEUU en el sur de la península.
A su vez, la pasada semana Washington volvió a insistir en que está dispuesto a reunirse con Pyonyang “donde y cuando sea” para retomar las conversaciones sobre desnuclearización sin obtener por el momento respuesta norcoreana.
Las conversaciones sobre desarme están estancadas desde la fracasada cumbre Hanói, de febrero de 2019.