El increíble pedido de la barra de Vélez al plantel a horas del regreso de los hinchas

Deportes

Los jugadores de El Fortín recibieron la visita de los muchachos de la tribuna antes del regreso de los hinchas a la cancha.


Se viven momentos de tensión por Liniers. Porque haciendo honor a su nombre de La Pandilla, la barra de Vélez está más desatada que nunca. Quizá no sea casual que esta embestida ocurra apenas un par de semanas después que insólitamente la jueza Natalia Ohman los sobreseyera de las condenas que les había impuesto la fiscal Celsa Ramírez en un juicio abreviado por aquella fiesta clandestina del 31 de marzo, cuando metieron 400 personas a celebrar el cumpleaños de uno de ellos, Nano Mautone, en el polideportivo del club, con la actuación nada menos que de L-Gante y en pleno comienzo de la segunda ola de Covid que asoló a la Argentina. Quizá, con el extraño resultado judicial a favor, piensen entonces que pueden hacer cualquier cosa y no va a pasar nada.

En ese contexto se puede entender lo que ocurrió esta semana en la previa al regreso del público a las canchas, que en el caso del Amalfitani se verificará hoy desde las 20, cuando el local enfrente a Independiente: el jefe de la barra, Eduardo Raúl Ciminelli, alias Raulo, su hermanastro y otro secuaz fueron a la Villa Olímpica del club, se reunieron con seis jugadores y dieron su exigencia: 500.000 pesos mensuales como aporte económico para los muchachos de la tribuna. Así como lo lee. Y lo justificaron en que los 25 profesionales mejor pagos podían desprenderse cada uno de 20.000 pesos sin que eso les afectara su economía, dado sus altos contratos.

Si bien la situación comenzó en buenos términos, los barras se pusieron un tanto ansiosos cuando tres de los referentes del plantel se negaron a colaborar e hicieron extensiva esa negativa al resto de sus compañeros. Insólitamente, el jefe de la barra argumentó que esa plata es la que se gastan algunos futbolistas en un par de botellas de champagne importado o en un asado familiar, como si eso les diera derecho a los violentos a cobrar un dinero. Pero los jugadores se mantuvieron firmes en su planteo y un rato después del mal trago, tras terminar el entrenamiento, le hicieron saber de la situación a la comisión directiva del club, para que no vuelvan a vivir semejante momento. Y si bien tuvieron un compromiso de palabra de que se reforzaría la seguridad y es cierto que la barra no volvió por la Villa esta semana, sí hubo un tanteo telefónico a uno de los jugadores más grandes del plantel para que reconsideraran su posición y hasta le hicieron una rebaja: que pongan la mitad, que ellos le sacaban a la dirigencia el resto. Y para sonar más convincentes aseguraron: “Vélez ya nos da lo que corresponde, ahora falta la de ustedes”. La negativa del futbolistas sonó igual de fuerte.

Ante esta situación la Seguridad de la Ciudad tiene previsto un operativo más riguroso para esta noche. Porque aunque Raulo y toda la cúpula (son diez en total) hayan sido sobreseídos, para Tribuna Segura aún deberían tener la admisión por dos motivos: el primero, que la fiscal Ramírez apeló la decisión llamativa de la jueza Othan y el caso está en Cámara, por lo que la prohibición de concurrencia no habría perdido su status. Segundo, porque toman la medida al considerarlos peligrosos y deberían los barras ir a la Justicia y conseguir un amparo que les permita ingresar.

Lo cierto es que de cualquier manera todo está en una nebulosa mientras hay cambios que se avecinan en Nación con respecto a los funcionarios encargados de manejar el programa Tribuna Segura, ahora que el nuevo ministro de Seguridad es Aníbal Fernández. Por lo que los barras esta noche van con toda la intención de ingresar y se verá si lo logran.

En Vélez institución hay mucha preocupación. Porque el pedido de dinero mensual directo a los futbolistas no tiene antecedentes en el club. Los viejos líderes de la barra, como el extinto Marcos Lencina o Pedro Paz, pedían colaboración para cuestiones puntuales, como los viajes al interior o al exterior para seguir al equipo o la compra del cotillón. Obvio, esto también estaba mal pero lejos de la práctica cuasi mafiosa del aporte mensual y cuantificado de los sueldos. Y si los jugadores aceptaran, se sentaría un precedente imposible de desterrar por Liniers. Hasta el momento la negativa se mantiene firme. Por lo que habrá que estar atento esta noche para ver si la barra por esta situación, apunta con sus cantos contra quienes se le plantaron y le dijeron que no.

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