El Gobierno pretende empezar a producir la vacuna Sputnik V en la Argentina

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El designado embajador en Moscú, Eduardo Zuain, adelantó que el Gobierno nacional busca “un proceso de transferencia de tecnología” con Rusia.


Eduardo Antonio Zuain, designado este lunes embajador argentino en Rusia, aseguró que el Gobierno nacional busca avanzar “en un proceso de transferencia de tecnología” para que la vacuna Sputnik V “pueda producirse en Argentina”. En ese sentido, señaló que su misión diplomática será desarrollar una agenda de cooperación estratégica entre ambos países con “el objetivo primario de garantizar la provisión” del inoculante.

Después de que se hiciera oficial la designación de Zuain como nuevo embajador en Moscú, a través del Decreto 51/2021 publicado hoy en el Boletín Oficial, el diplomático habló con Télam y se refirió al rol de Rusia respecto a los intereses argentinos: “Es un centro de poder estratégico, no solo por el tema de las vacunas, sino porque tenemos con ellos una relación estratégica integral”.

Recordó que “Argentina y Rusia firmaron un acuerdo de asociación estratégica (suscripto por ambos países en abril de 2015)” y aseguró que su trabajo estará enmarcado en esa agenda de cooperación, “con el objetivo primario de garantizar la provisión de la vacuna, pero también con una agenda amplia en lo económico, político y en ciencia y tecnología”.

En medio del retraso en la producción de la vacuna desarrollada por el Centro Gameleya de Rusia (Argentina ya debería tener 5,3 millones de dosis del inoculante pero hasta hoy apenas cuenta con 820 mil), Zuain puntualizó que la determinación del Gobierno es avanzar “en un proceso de transferencia de tecnología, para que eventualmente la vacuna pueda producirse en Argentina”.

Respecto a la demora en la llegada de más dosis al país, remarcó: “El esfuerzo está puesto en garantizar la continuidad de la provisión, teniendo en cuenta el gran esfuerzo que significa la producción. Hay que buscar la mayor cantidad de dosis en el menor tiempo posible”.

Estas declaraciones van en línea con los anuncios realizados por el ministro de Salud Ruso, Mikhail Murashko; el director general del Fondo de Inversión Directa (RDIF), Kirill Dmitriev; y científicos del Centro de Investigación Gamaleya, centro que desarrolló la vacuna, durante la presentación de la Sputnik V ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) a comienzos de diciembre pasado.

En aquella ocasión, Dmitriev manifestó: “La fabricación para Rusia será de 4 millones de dosis para 2 millones de personas en diciembre. En enero y febrero produciremos decenas de millones de dosis de la vacuna para entregar en febrero en India, Brasil, China, Corea y Argentina, países con quienes ya tenemos acuerdos por 500 millones de dosis”.

Luego, añadió que el objetivo de Rusia es “generar un espíritu de asociación y trabajo en conjunto, así que países como India, China, Corea, Brasil y Argentina, entre otros, podrán producir la vacuna en sus territorios”.

Dmitriev profundizó: “Planeamos producir en Argentina. Ahora tenemos acuerdos para producir en China, Corea, India, Brasil, Eslovenia y otros países. Argentina tiene muy buenas instalaciones, ya hemos empezado conversaciones con varias empresas de producción y esperamos que se inicie la producción en Argentina en el segundo trimestre. Argentina realmente tiene excelentes compañías farmacéuticas y podemos asociarnos con ellas”.

El Gobierno argentino confía en la producción de la Sputnik V para sostener su plan de vacunación. Aunque haya un significativo retraso en la entrega de las dosis que se debían producir desde la India y Corea del Sur, el Ministerio de Salud de la Nación apuesta al acuerdo que se alcanzara con Vladimir Putin, quien reconoció que la demora se debe a una cuestión unilateral y se comprometió a aumentar la capacidad de producción “por la alta demanda”.

El Gobierno de Alberto Fernández también sigue las negociaciones con China para obtener 1 millón de dosis de Sinopharm, la vacuna que elabora el Grupo Farmaceútico Nacional Chino, organismo estatal del país asiático, lo más pronto posible. Sería parte de un lote de 30 millones de dosis, de las que 5 millones se iban a entregar antes de que termine febrero. También es incierto el panorama sobre el Mecanismo COVAX, un fondo firmado por 92 países que garantizaría la provisión de 2 mil millones de vacunas hacia el final de 2021, cifra que incluye un “mínimo de 1.300 millones de dosis” a distribuir entre los 92 países firmantes. Allí la prioridad es de las naciones más pobres del planeta, y en ese grupo no está incluida Argentina, que pensaba recibir 9 millones de dosis en el primer trimestre de 2021.

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