El Gobierno consiguió una tregua con los movimientos sociales que exigen la apertura de los planes sociales

Política

El ministro Juan Zabaleta se reunió con los piqueteros no alineados con la Casa Rosada, que no descartan instalar carpas sobre la avenida 9 de Julio. 


En la previa de las elecciones 2021, el Gobierno consiguió pactar una tregua con los movimientos sociales más duros, al menos hasta el próximo martes. Ese día habrá un nuevo encuentro, que debería ser superador a la reunión que Juan Zabaleta encabezó esta mañana. Sera una “mesa interministerial”, dónde además de estar sentados los funcionarios del ministerio de Desarrollo Social, estarán, al menos, los equipos técnicos de los ministerios de Trabajo, Obras Públicas, Vivienda y Género. El objetivo es, según la cartera a cargo del ex intendente de Hurlingham, “avanzar en la compatibilización de programas sociales en empleo genuino y el abordaje integral de las problemáticas de género planteadas”, por las organizaciones que el jueves pasado bloquearon los principales ingresos a la Ciudad de Buenos Aires generando un verdadero caos vehicular y el enojo de trabajadores y vecinos.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero (PO), y Silvia Saravia, de Barrios de Pie, ambos presentes en el encuentro, aseguraron que el estado de “alerta y movilización” del Frente Piquetero se mantiene, pero el acampe que estaba previsto realizarse sobre la avenida 9 de Julio se pospuso hasta después de la reunión del martes, en muestra de la “buena voluntad” que existe entre las organizaciones sociales para “buscar soluciones ante las necesidades de la gente que pasa hambre”.

El dirigente del PO le dijo que asistirán con desconfianza porque este gobierno promete cosas que después no cumple y reconoció: “Se abrió un camino de negociaciones por las cuestiones más urgentes. Alimentos y otros programas. El tema de fondo que es el trabajo que llevamos como propuesta concreta hace dos meses y que es la creación de un millón de empleos genuinos a través de obras públicas y la construcción de viviendas”.

-¿Sobre ese punto qué respuesta obtuvieron?, le preguntó este medio a Belliboni.

-Que va a ser tratado en una reunión interministerial el martes próximo. Nosotros criticamos el nuevo plan ‘empalme’ que ya utilizo Mauricio Macri y que no dio ningún resultado”, respondió.

Funcionarios de Desarrollo Social que estuvieron en la reunión también recordaron que los piqueteros le pidieron a Zabaleta una respuesta sobre la apertura de los planes sociales como el Potenciar Trabajo o directamente la “universalización”, es decir que todos los desocupados que se anoten accedan a ese beneficio, como por ejemplo sucedió con el IFE.

Sobre ese punto, Zabaleta solo respondió que su Ministerio trabaja para “seguir avanzando en compatibilizar planes sociales y empleo, como ya se realizó en sectores como cosecha, construcción, hotelería y gastronomía”.

Ese es un punto de conflicto abierto que se mantendrá, al menos, hasta después de las elecciones del próximo 14 de noviembre.

Las razones son varias, pero dos se destacan: si cede planes a los piqueteros, de inmediato recibirán reclamos por parte de los movimientos populares “albertistas” y “cristinistas” como el Evita, Somos Barrios de Pie, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, el Movimiento Popular La Dignidad o el Frente Popular Darío Santillán, entre otros.

En segundo lugar, se lo puede tomar como una contradicción después de que Fernández firmara un decreto para trasformar planes sociales en trabajo genuino. Zabaleta, además, es partidario de no aumentar la nómina de quienes reciben este tipo de ayuda. Su objetivo es “reconvertir planes sociales en empleo genuino” y habilitar el ingreso al programa Potenciar Trabajo solo para reemplazar “las bajas”. Eso parece haber quedado claro en el encuentro de hoy. Sin embargo, la puerta quedó abierta para el martes.

Funcionarios de Zabaleta recordaron que en la reunión previa a la de esta mañana, que tuvo como anfitriones a Emilio Pérsico, secretario de Economía Social y uno de los líderes del Movimiento Evita, y Pablo Ariel Pais, el director de Ayudas Urgentes Belliboni y otros dirigentes sociales, “también criticaron la compatibilización de planes con empleo registrado”.

Además del ministro, alrededor de la larga mesa de trabajo estaban Pérsico y el secretario de Articulación de Políticas Sociales, Gustavo Aguilera.

Por la contraparte, además de Saravia y Belliboni, estaban presentes, entre otros, Oscar Kuperman, del Movimiento Teresa Rodríguez CUBA; Cristina Mena, del Movimiento 12 de Abril, Vanina Deluchi, de MTR Votamos Luchar; Melina Kuschnir, del Movimiento Argentina Rebelde (MAR); Mónica Sulle, del MST Teresa Vive.

El ministro Zabaleta, que consiguió el objetivo de posponer las medidas de lucha que vienen realizando los piqueteros, un tema no menor en medio de la campaña electoral, les confirmó que a los merenderos y comedores populares llegará un refuerzo de la política alimentaria y ofreció que se incorporen a los diferentes programas de producción, construcción de playones multi deportes como Mejor Barrio y urbanización de barrios populares.

Dentro del Gobierno se vio con buenos ojos la instancia negociadora de Zabaleta con los dirigentes sociales más duros.

El Ejecutivo tiene en claro que deberá ceder en alguno de los reclamos que realizan los movimientos sociales no alineados de la Casa Rosada si quiere evitar nuevos bloqueos y acampes.

Silvia Saravia, la coordinadora nacional de Barrios de Pie, aclaró que su movimiento se mantiene “en alerta y movilización” porque observan que se deteriora y se profundiza la situación social y económica. Y destacó: “Las respuesta del ministerio y del Gobierno hasta el momento ha sido no pagar el IFE, que fue una de las posibilidades que ellos habían planteado. Por eso pedimos y exigimos que se abran los programas y que se cree trabajo genuino”.

-¿Ven con optimismo la próxima reunión?

Vamos a estar presentes el próximo martes, pero nosotros mantenemos el estado de alerta por la crisis social que estamos viviendo y que el gobierno no nos da respuestas.

La insistencia de los piqueteros en una mayor distribución de alimentos y la universalización de los programas sociales, se basa en los índices de desempleo, pobreza e indigencia. Desde el propio Frente de Todos el diputado nacional Juan Carlos Alderete y líder de la Corriente Clasista y Combativa le advirtió que “si esto no cambia vamos a un estallido social, la gente no aguanta más”. En esa misma línea, el dirigente social, que vive en La Matanza en un barrio obrero, abundó: “La situación del país es peor a la de 2001. Ahora la gente no tiene ni para hacer changas. Las necesidades en los barrios son cada vez mayores. La comida que llega del Estado no alcanza. En los comedores asistimos cada vez a más personas. La gente está muy mal, está angustiada”.

Zabaleta, frente al periodista Luis Novaresio, en el canal A24, describió de manera detallada y realista la actualidad que enfrenta el Gobierno y reconoció que en las calles “hay mucha angustia y bronca” debido a la situación económica que se vive tras el impacto demoledor que tuvo en la Argentina la pandemia. De manera paralela, el ministro de Desarrollo Social vinculó la derrota electoral de las PASO a dos principales problemas: la inflación y la inseguridad.

Las puertas para resolver los problemas más urgentes de la economía popular están abiertas. La pregunta es si después de la reunión de la semana próxima los acuerdos se trasladan a un papel para desactivar las medidas de fuerza que los piqueteros llevan adelante desde que Zabaleta reemplazó en el cargo a Daniel Arroyo. La tarea no será fácil.

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