Las autoridades nacionales quieren que el proyecto cuente con el mayor respaldo posible de la oposición para evitar que vuelva a ser rechazado en la Cámara de Diputados.
El lunes pasado por la noche, bajo la lluvia torrencial que caía en la Ciudad de Buenos Aires, un pequeño grupo de dirigentes opositores encabezados por el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, pasó por la Casa Rosada para reunirse con el ministro del Interior, Guillermo Francos, antes de dirigirse a la cena anual del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
El mandatario provincial aprovechó su visita a la capital para continuar con las últimas negociaciones en torno a la Ley Bases antes de que se trate formalmente en el plenario de comisiones, donde se harán los últimos cambios al texto previo a la votación en el recinto.
Si bien todas las partes coinciden en que el nuevo paquete de reformas ya está más trabajado y cuenta con mayor consenso que su versión original, presentada a fines de diciembre pasado, todavía hay algunos artículos que generan cierto conflicto.
Las autoridades nacionales no quieren que el proyecto se siga dilatando en el tiempo y es por eso que, además de recibir a gobernadores, jefes de distintos bloques de la Cámara de Diputados y líderes sindicales, aceptaron varias de las modificaciones propuestas por la oposición “dialoguista”.
El objetivo sigue siendo que la iniciativa llegue al recinto lo antes posible y con los votos necesarios para ser aprobado en su totalidad, por lo que el oficialismo decidió dejar afuera todas las cuestiones que pudieran llegar a trabar la ley, para debatirlas en el futuro, con otra composición legislativa.
Sin embargo, algunos gobernadores aún le reclaman a la Casa Rosada determinadas medidas que no están en el borrador que circuló esta semana y eso, en parte, fue lo que determinó la postergación del debate en el plenario de comisiones.
La idea de La Libertad Avanza era que la discusión iniciara este martes o miércoles, a más tardar, pero finalmente esto no ocurrió, aunque el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar de Marchi aprovechó para enviar el paquete fiscal.
El oficialismo pretende que ambos proyectos se traten y voten al mismo tiempo, pero para que sean aprobados todavía quedan negociaciones pendientes, ya que algunos sectores, por ejemplo, piden que se aumente la coparticipación del impuesto a las Ganancias, rebautizado como ingresos personales.
Esto fue, justamente, una de las preocupaciones que Jalil le trasladó a Francos en su reunión del lunes, ya que el mandatario catamarqueño considera que su provincia, donde funcionan varias empresas mineras, por caso, se ve perjudicada con el esquema actual.
Por su parte, su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, solicita que se baje el piso a partir del cual se puede ingresar al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), una de las principales iniciativas impulsadas por el presidente Javier Milei en la Ley Bases.
No obstante, el Gobierno considera que no se debe modificar los requisitos ya establecidos en el borrador, debido a que, si se reduce el monto, el beneficio alcanzaría a inversiones muy menores y se trataría entonces “de una reforma impositiva más que de un nuevo régimen”, lo cual va en contra del espíritu de la medida.
El ministro del Interior también está en permanente comunicación telefónica con gobernadores y este miércoles, de hecho, la conversación con los de Misiones, Hugo Passalacqua, y Salta, Gustavo Sáenz, retrasó la reunión con los diputados del bloque Innovación Federal.
El espacio responde a esas dos provincias (Pamela Calletti, Pablo Outes, Yolanda Vega, por Salta, y Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz, Daniel Vancsik, por Misiones), pero también cuenta con un rionegrino, Agustín Domingo.
Mientras en la Casa Rosada los diputados eran escuchados por Francos, en la capital salteña, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el titular de la Cámara baja, Martín Menem, lograban una foto con el propio Sáenz, quien los recibió para conversar “sobre la situación actual y las principales necesidades de la provincia y el país”, según precisó en su cuenta de X.
El bloque de Innovación Federal le planteó al funcionario su preocupación el capítulo tabacalero, que formaba parte del primer proyecto de ley ómnibus que había enviado el Ejecutivo, pero que fue quitada de la nueva versión.
La Unión Cívica Radical (UCR) ya presionó para que esta parte del paquete, que establece que todas las empresas de cigarrillos paguen los mismos impuestos, se reincorpore y el asunto amenaza con instalarse en la agenda, aunque las autoridades nacionales insisten con su postura de tratar la cuestión en un proyecto aparte y más adelante.
De la misma forma, la UCR incorporó en su propuesta de reforma laboral la eliminación de los aportes solidarios obligatorios, lo cual molestó al sindicalismo y el oficialismo quitaría del texto final en el plenario de comisiones.
Todas estas diferencias son las que el Gobierno, principalmente de la mano de Francos, está tratando de solucionar antes del martes próximo, para cuando está previsto que tanto la Ley Bases como el paquete fiscal comiencen a ser debatidos, por lo que no se descarta que continúen los encuentros con la oposición.