Los ribetes macabros del asesinato de la joven chaqueña, cuyos restos se buscan con desesperación y angustia, alteraron la política provincial y trascendieron al ámbito nacional.
De Cecilia Strzyzowski buscan, al menos, sus restos. La Justicia investiga este femicidio con ribetes espeluznantes mientras la política de Chaco se sacude y cruje el poder de Jorge Capitanich. A 48 horas de que se realicen las PASO, el gobernador peronista le soltó la mano a su antiguo aliado Emerenciano Sena, acusado junto a su esposa, Marcela Acuña y su hijo César, pareja de la víctima, de haber ideado y ejecutado este crimen atroz. Tan grave es todo que hasta el gobierno nacional y figuras del kirchnerismo comprometidas con la lucha contra la violencia género salieron a hablar tras días de silencio estruendoso.
Mientras el cuerpo de Cecilia no aparece y trascienden hipótesis escabrosas el impacto político de este hecho empieza a traducirse en revelaciones sobre la relación política y personal entre el clan Sena y el gobernador chaqueño. La condición de padrino de boda de los Sena es, para Capitanich, un dato inocuo.
Todos coincidieron en que nada se puede entender sin tres palabras: poder, plata e impunidad. Y también que el caso Cecilia Strzyzowski agita, por un lado, el triste recuerdo del caso María Soledad Morales, y por otro, la adaptación chaqueña del modelo kirchnerista de privatización de las políticas sociales, cuyo exponente destacado fue Milagro Sala.
La hermana Martha Pelloni -emblema de la lucha por justicia ante el asesinato de María Soledad, que a los 17 años fue asesinada por hijos del poder feudal de Catamarca- no dudó en alinear ambos acontecimientos: “Sí, me recuerda lo que pasó. La investigación está en marcha, pero hay que ver si existió algún tipo de encubrimiento provincial y cómo va a actuar el gobierno nacional. Capitanich era uno de los candidatos en los que pensaba el kirchnerismo. Menem mandó a intervenir Catamarca en su momento, pero mandó a bajar a Saadi para protegerlo”.
“Conozco muy de cerca esta problemática del Chaco. Cecilia no es la única chica desaparecida que está sin justicia, son muchas. En esa provincia aumentaron los femicidios y la violencia de género”, afirmó Pelloni. Además, interpretó que “es una estrategia política obvia esto de despegar a la familia Sena del gobierno de Capitanich, aunque no sé si lo van a poder hacer”.
La referencia de la religiosa que lidera la Red Infancia Robada -que tiene una filial en Chaco con un trabajo muy extendido- tiene que ver con que el gobernador no sólo dio de baja la lista de candidatos que Emerenciano Sena había presentado con su Partido Socialista Unido, sino que en el discurso de anoche de cierre de campaña volvió a tomar distancia.
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Despegue y defensa
Capitanich, el único precandidato que siguió con la actividad proselitista en medio del estupor social y la suspensión de los actos de toda la oposición, afirmó en Barranqueras: “En Chaco hay 2.200 candidatos. El PSU era una de las 14 listas del Frente Chaqueño y quiero recordar al pueblo que no estuvieron con nosotros en 2019 (…) Cuando veo esas imágenes que pretenden vincularme, desde padrinazgos hasta determinadas acciones, hay un mensaje oculto y subliminal, que pretende denostar a toda organización social y a todos los movimientos sociales”.
Y agregó: “Nosotros diferenciamos este hecho (el crimen) de la estrategia de manipulación política, tendiente a involucrarnos como gobierno en una operación mediática, de redes sociales y de noticias falsas, que es absolutamente inadmisible para la democracia pluralista, para la libertad de expresión y para el respeto irrestricto de los derechos políticos de todos”.
En línea con la advertencia de la hermana Pelloni, así como el gobernador habló sobre el tema y se desligó de los Sena, desde lo más alto del gobierno nacional salieron a hablar después de cuatro días de silencio. “Estamos frente a un caso atroz que reviste una gravedad extrema. La historia de Cecilia debe marcar un antes y después en la lucha contra la violencia por motivos de género. No vamos a permitir la impunidad en nombre de ninguna de las mujeres que nos faltan. Frente a la especulación de ciertos sectores, queremos dejar en claro que no hay mayor bajeza que hacer un uso político de la desaparición de una mujer”, afirmó Gabriela Cerruti, vocera presidencial.
Por su parte, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual, Ayelén Mazzina, habló con radio 10 y con el canal IP y dijo que “es falsa la idea de que estamos calladas sin hacer nada”. “No quiero invadir ni entorpecer los procesos y tengo muy en claro el lugar que ocupo”, remarcó la funcionaria. Y como hizo Capitanich en su discurso de campaña criticó que “los medios hegemónicos opositores están usando esto por cuestiones políticas; me gustaría que les importe lo que le pasó a Cecilia y lo que está pasando su familia”.
Por eso, pidió “correr el foco de las cuestiones políticas” y especificó que sus declaraciones buscan “llevar tranquilidad” a la población e informar que desde que el caso tomó estado público “hay presencia de funcionarios en Chaco” y ella se encuentra “en contacto permanente con las autoridades” que se están ocupando de la investigación, como así también con Gloria, la madre de Cecilia.