Se utilizarán 36 mil millones de pesos para funcionar en 2024. El 90% se destinará a sueldos del personal docente y no docente y el 10% a gastos de funcionamiento. Ese monto se alcanza con lo asignado por el gobierno nacional mas ahorros de años anteriores y recursos genuinos.
Un total de 36 mil millones de pesos será el monto que prevé utilizar la UNS para su actividad en el año en curso. Gracias a la existencia de fondos ahorrados y a la generación de recursos propios, se elaboró una herramienta “que permita resentir al mínimo las actividades prioritarias, como la contención estudiantil y la investigación científica”, se indicó desde el Rectorado.
“Debido a que la UNS cuenta, además de lo que recibe del Tesoro, con ahorros del ejercicio anterior y con recursos propios es posible financiar mayores gastos de funcionamiento. Como resultado, los recursos totales se destinan en un 90% al pago del personal y el 10% a gastos de funcionamiento” explicó la Secretaría General de Planificación y Gestión Presupuestaria, doctora Cintia Martínez.
“Si la UNS solamente contara con los recursos que envía el Tesoro Nacional, el 95% de los mismos debería utilizarse para pagar las remuneraciones del personal y solamente el 5% quedaría disponible para financiar los gastos de funcionamiento, lo que resentiría notablemente la atención a becas y subsidios para estudiantes, la investigación científica y el mantenimiento edilicio”, agregó el rector, Daniel Vega.
El gasto total en remuneraciones es de 32.700 millones aproximadamente, de los cuales 18.500 corresponden al personal docente (57%) y 8.400 al personal nodocente (26%), siendo el resto destinado al pago del personal que se desempeña en la educación preuniversitaria y a la planta de autoridades, tanto de la administración central como de las unidades académicas.
Los 17 Departamentos y las escuelas preuniversitarias recibirán alrededor de 285 millones de pesos para funcionar, lo que representa un aumento nominal del 80% en relación con el año anterior. El mismo incremento recibirán todas las actividades que tienen impacto directo en la actividad de los Departamentos, como es el caso de los montos destinados a proyectos de investigación, apoyo a cursos de posgrado y actividades de extensión que, en total, suman 190 millones de pesos.
Dentro de las Secretarías, el mayor presupuesto corresponde a la Secretaría de Bienestar Universitario que, sumando lo que se le asigna este año con una reserva que se realizó sobre fines de 2023, podrá disponer de recursos por 800 millones de pesos. Esto implica un aumento del 180% en relación con el año pasado, en términos nominales. En particular, dentro de esta Secretaría la principal partida corresponde a las becas y subsidios a los estudiantes que recibe 400 millones de pesos (153% más que en 2023) y el subsidio al comedor universitario que recibe 360 millones de pesos (260% más que en 2023).
Otra Secretaría que concentra una parte sustancial del presupuesto es la de Ciencia y Tecnología, que este año contará con 464 millones de pesos para destinar a actividades como el otorgamiento de becas de ciencia y tecnología, que es el renglón más importante e insume alrededor de 208 millones de pesos. Se trata de un incremento del 270% en relación con 2023. Además, es la dependencia que gestiona los subsidios a proyectos de investigación mencionados anteriormente.
La Secretaría General de Servicios Técnicos y Transformación Digital administrará algo más de 768 millones de pesos. Es la dependencia encargada del mantenimiento de infraestructura, obras, reparaciones, equipamiento informático y de redes de la institución. Si bien el volumen de presupuesto que se le asigna es significativo, no muestra un incremento interanual importante dado que, en virtud de las restricciones de presupuesto, no se prevén para este año obras edilicias ni de infraestructura importantes, a menos que se reciban del gobierno nacional fondos específicos para ese fin.
“El presupuesto es una herramienta fundamental que brinda un marco de previsibilidad a todas las dependencias universitarias para que puedan funcionar con normalidad. Este es un año particularmente complejo porque, al estar vigente un presupuesto de prórroga a nivel nacional, el Tesoro Nacional asigna para el funcionamiento de las universidades los mismos montos que fueron establecidos para 2023”, explicó la vicerrectora, doctora Andrea Castellano.
Teniendo en cuenta que durante 2023 y el primer cuatrimestre de 2024 la inflación acumulada supera el 400%, el presupuesto aprobado resulta en términos reales -es decir quitando el efecto de la inflación- inferior al de 2023.
“Es importante agradecer el trabajo de todo el Consejo Superior Universitario y de la comisión de Economía y Finanzas en particular para llegar a este acuerdo. Frente a un contexto de restricción presupuestaria el objetivo principal de la gestión es resentir, lo menos posible las actividades prioritarias de la UNS que son formar profesionales, investigar, integrarse con el mundo y con la comunidad. Por ello, con este presupuesto no puede esperarse la realización de obras de infraestructura importantes como se han realizado en años anteriores, al priorizarse el sostenimiento de los gastos corrientes de funcionamiento y el mantenimiento de la infraestructura existente”, agregaron Vega y Castellano.