Será a las 8 de la mañana por videoconferencia.
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, comenzará mañana su defensa en el juicio oral por la obra pública adjudicada al empresario Lázaro Báez en el que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron que sea condena a 12 años de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos pública. Su defensa iniciará sus alegatos que se extenderán durante toda la semana.
La audiencia comenzará a las 8 de la mañana. Sus abogados, Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, anunciaron que será virtual por el sistema de videoconferencia (se transmitirá por el canal de Youtube del Tribunal Oral Federal 2) y utilizará los días que el Tribunal Oral Federal 2 le dio a cada defensa para ejercer sus alegatos. Así, la defensa expondrá mañana, el martes y el viernes.
La expectativa está puesta en si la Vicepresidenta utilizará alguna de las audiencias para hablar. Como es abogada puede hacerlo pero para eso debe pedirle al tribunal que la inscriba de esa manera. Un caso similar fue el del ex presidente Fernando De la Rúa que era abogado en causa propia en el juicio oral de la causa por las coimas en el Senado en el que fue absuelto.
La de Cristina Kirchner será la sexta defensa en alegar de los 13 acusados que tiene el juicio. Ya pidieron su absolución el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex subsecretario de Obras Públicas Abel Fatala y los ex funcionarios de Vialidad de Santa Cruz Héctor Garro, Mauricio Collareda y Raúl Daruich. Luego de la Vicepresidenta alegará Báez. La Fiscalía pidió condena para los 13 acusados.
En el caso se juzgan las presuntas irregularidades en las 51 obras públicas que de 2003 a 2015, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, recibieron las empresas de Báez para la provincia de Santa Cruz. En sus alegatos los fiscales entendieron que la mayoría no se terminaron y que todas se cobraron. Además de que se incumplieron una serie de normas para su otorgamiento y que las licitaciones estuvieron armadas para que las gane Báez, un empresario amigo de Néstor Kichner que armó su compañía insignia “Austral Construcciones” días antes de la asunción en 2003 de Kirchner como presidente de la Nación.
“Hoy más que nunca la sociedad reclama justicia y ustedes, señores jueces, son los encargados de dar a cada uno lo que corresponde. Una sentencia ejemplar puede ser el primer paso para restaurar la confianza de la sociedad en las instituciones. Nuestro único objetivo fue buscar la verdad. Señores jueces, este es el momento. Es corrupción o justicia. Y ustedes tienen la decisión”, dijo Luciani.
Las defensas en sus alegatos refutaron la acusación y tuvieron fuertes críticas para los fiscales. Se espera que la defensa de Cristina Kirchner tenga la misma línea. La expectativa en tribunales está centrada en lo que los abogados de la Vicepresidenta respondan sobre lo que la Fiscalía llamó el “plan limpiar todo”.
Para eso se basaron en los mensajes encontrados en el celular del ex secretario de Obras Públicas José López que le secuestraron en junio de 2016 cuando fue detenido en un convento de General Rodríguez con nueve millones de dólares. Luciani sostuvo que en esos mensajes se da cuenta que días antes que Cristina Kichner deje el gobierno en 2015 se planificó el pago de 537 millones a las empresas de Báez por obras que no habían sido terminadas y se organizó el despido del personal y el cierre de las empresas.
Para eso los fiscales mostraron que López y Báez tuvieron reuniones con Cristina Kirchner en la quinta de Olivos y en Santa Cruz. Y que después se comunicaron entre ellos y con otras personas para darle forma al plan. Con eso, la Fiscalía entendió que la Vicepresidenta estuvo al tanto de lo que ocurría con el desfalco de la obra pública y pidió que sea condenada por considerarla jefa de una asociación ilícita y por administración fraudulenta en perjuicio de la administración.
El inicio del alegato de Cristina Kirchner se dará en un contexto especial. El 1 de septiembre pasado fue víctima de un intento de homicidio en la puerta de su edificio de Recoleta cuando volvió del Senado y mientras saludaba a las personas que fueron a acompañarla Fernando Sabag Montiel llegó a centímetros de la vicepresidente, le puso una pistola Bersa calibre 32 y gatilló. Esas marchas de apoyo a la ex presidenta comenzaron al día siguiente que la Fiscalía concluyó su alegato y pidió que sea condenada.
Por el intento de homicidio hay una causa judicial y el caso tiene cuatro personas detenidas. “Estoy viva por Dios y por la Virgen”, dijo la Vicepresidenta el jueves pasado en un acto en el Senado en lo que fue su primera aparición pública después del atentado.
La etapa de alegatos también se da en un contexto de preocupación para los jueces del Tribunal Oral Federal 2 que tiene el juicio, Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. El jueves pasado Gorini encontró a la mañana un paquete sospechoso entre la reja y el garage de su casa. Expertos en explosivos lo hicieron detonar y en su interior contenía naranjas. Y la semana pasada Giménez Uriburu denunció que intentaron ingresar a su teléfono celular con un cambio de chip que no había solicitado. Además, los tres magistrados fueron víctimas en julio pasado de la intrusión de desconocidos a la oficina del Consejo de la Magistratura que guarda los anexos reservados de las declaraciones juradas de todos los integrantes del Poder Judicial. Se determinó que fueron abiertos 33 sobres, entre ellos los de los jueces del caso de la obra pública
Cuando la defensa de Cristina Kirchner finalice su alegato quedará la misma etapa para otros siete acusados. Luego de eso el tribunal puede decir de habilitar la etapa de réplicas y dúplicas donde todas las partes pueden responder aspectos de los alegatos que no fueron tratados en el juicio. Tras eso los acusados podrán hablar ante el tribunal por última vez antes del veredicto y finalmente la decisión de los jueces. La expectativa que tienen los magistrados es dar a conocer el veredicto antes de fin de año y que no se extienda al 2023, cuando será las elecciones presidenciales para no haya interpretaciones políticas de su decisión. Más allá de que saben que igual las habrá.