COVID-19: por qué aún no hay auto test domiciliarios disponibles en Argentina

Política

El lobby de los bioquímicos vs las farmacias. 


En el Reino Unido, las familias se pueden hacer un auto test rápido de COVID en su domicilio dos veces por semana para descartar la presencia del virus. O, si tienen síntomas, le piden al gobierno a través de la web un análisis de PCR y a la tarde tienen el resultado. En Estados Unidos, los que van a viajar se pueden hacer un test antes de salir hacia el aeropuerto, para corroborar que pueden volar. En Alemania y Francia, en otros países, también están disponibles los test de venta libre destinados a ser utilizados de forma particular, como complementarios de los análisis que se realizan en laboratorios y centros médicos.

En cambio, en Argentina aún no es posible comprar un test de autoevaluación en la farmacia para hacerse el análisis en casa. ¿Por qué? Desde el inicio de la pandemia el Ministerio de Salud estableció que las únicas pruebas autorizadas son aquellas las que toman y realizan los operadores sanitarios públicos y privados.

Hubo un intento de venta en farmacias en abril de este año que quedó envuelto en la polémica y, finalmente, se estableció que sólo podían ser adquiridos “para uso profesional exclusivo”.

Si bien todavía rige la prohibición de venta libre de autotest de COVID-19, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) está trabajando en la aprobación del que sería el primer autotest para la venta en el país. Se trataría de antígenos de autoevaluación que podrían ser usados por los particulares, según confirmaron fuentes de la cartera sanitaria.

Este tipo de auto test hogareños, que se usan ya en varios lugares del mundo, tienen la ventaja de que no es necesario moverse del domicilio ante algún síntoma sospechoso, contar con el resultado en muy poco tiempo, y permiten aumentar la tasa de testeo general de la población para prevenir la propagación del virus.

Entre sus desventajas figuran no tener un 100% de certeza si la carga viral es baja o si la persona es asintomática y generar, así, falsos negativos. También puede haber una falla en la toma de la muestra por parte de quien se lo hace a sí mismo, y, fundamentalmente, no estar garantizada la notificación a las autoridades sanitarias en caso de un resultado positivo.

Cómo funcionan

Hoy se usan test rápidos de antígenos en el país, cuyo resultado tarda unos 15 minutos desde que se “siembra” la muestra. Son los que se realizan en el aeropuerto de Ezeiza a los que llegan del exterior, o en los centros gratuitos de testeos en la Ciudad, por ejemplo. Pero siempre las muestras son tomadas por personal capacitados y el procesamiento llevado a cabo por un profesional de un laboratorio.

“Cuando tenés una carga viral baja o estás contagiado, pero sos asintomático, el test de antígenos es como buscar en el jardín de tu casa un granito de arena: no lo encontrás. Los de diagnóstico con PCR amplifican el genoma viral y,a ese granito de arena, lo convierte en una roca. El antígeno no amplifica nada, y puede no detectar la presencia del virus, por lo que no te permite estar 100% seguro. Incluso, si estás en la ventana de comienzos de la infección, puede darte negativo”, le explicó un directivo de una laboratorio argentino, que fabrica test para detectar COVID-19. “Los test rápidos de antígenos para uso doméstico tienen esa limitación técnica, y si no explicás bien el resultado y el modo de uso, podés generar una falsa sensación de seguridad. Ese es uno de los argumentos sanitarios para no liberar los test”, agregó.

Sin embargo, advirtió que en “una situación como la actual, en la que ya pasamos el pico de la pandemia, con el virus de la gripe común circulando, hoy cualquier síntoma podría ser asociado falsamente con COVID. Y la obra social o la prepaga no te cubre el análisis si solo tenés un síntoma común a otras infecciones respiratorias. Entonces, un autotest sería una buena solución, conociendo sus limitaciones y manteniendo el aislamiento unos días más, hasta realizarte un segundo auto chequeo”.

Para el médico infectólogo Eduardo López, “los métodos rápidos de antígenos mejoraron mucho la estrategia de testeo, y agilizan el diagnóstico ya que en 20 minutos se obtiene el resultado”. Consultado por Infobae sobre su efectividad, advirtió que “la sensibilidad y especificidad de los autotest de antígenos es similar a los otros test rápidos del mismo tipo: del 90% al 95% para individuos que tienen síntomas. En el asintomático la sensibilidad baja al 80%”.

Explicó que el autotest requiere “un hisopado nasal, en vez de ser nasofaríngeo, que es menos profundo y menos molesto. Se introduce el hisopo 2,5 cm dentro de la nariz, al tiempo que se gira, y luego se coloca el hisopo en un tubito. La toma de muestra es mucho más fácil y en 15 minutos está el resultado. Si bien se lo puede hacer uno mismo, hay que tener cierta técnica de aprendizaje para hacerlo de forma adecuada. Es el método que se está discutiendo en el país, pero aún no está homologado acá”.

Es el que usan, por ejemplo, en el Reino Unido y en Estados Unidos. La FDA (Food and Drug Administration), el organismoequivalente a la ANMAT en EEUU, aprobó dos autotest para uso doméstico de Quidel y Abbot. Este último laboratorio ya le pidió a la ANMAT la autorización para que pueda venderse en nuestro país.

“En este momento de la pandemia, el valor de las pruebas rápidas, junto con las vacunas, es ser primera línea de defensa contra el COVID-19. Durante los últimos meses, hemos estado trabajando con el gobierno argentino y clientes privados para ampliar el acceso a pruebas confiables de COVID-19 en los canales y formatos que se requieran conforme a las estrategias nacionales de testeo y las vías regulatorias. Continuaremos haciéndolo según sea necesario a medida que las necesidades evolucionen”, le dijo el portavoz para la región del Abbott.

Unos de los laboratorios líderes en Estados Unidos, este laboratorio norteamericano se convirtió en el comienzo de la pandemia en uno de los principales fabricantes de test rápidos de antígenos y el proveedor elegido por el Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires. “Pero ahora hay una veintena de marcas aprobadas por la ANMAT y Abbott pierde con los chinos por precio”, le dijo un conocedor del sector a este medio.

Deja un comentario