El Millonario le sacó 9 puntos de ventaja al escolta Talleres y está en condiciones de gritar campeón el próximo jueves ante Racing en el Monumental.
Le costó, pero River Plate logró dar un nuevo paso hacia el título de la Liga Profesional: en Vicente López, superó 1-0 a Platense, gracias al gol de Julián Álvarez en el primer tiempo, donde el Millonario mostró su mejor versión. Pero luego el local levantó su nivel y lo puso contra las cuerdas, más allá de que logró mantener el resultado.
Así, los dirigidos por Marcelo Gallardo usufructuaron el empate de Talleres ante Vélez y le sacaron 9 puntos a su escolta, con 12 unidades en juego. En consecuencia, si la Banda le gana a Racing el jueves y la T no vence a Gimnasia el martes, podrá dar la vuelta olímpica con tres fechas de antelación.
Con la presión extrema como bandera, una característica del ciclo Gallardo, y varias individualidades inspiradas (sobre todo Enzo Fernández, por momentos suelto, casi en el rol de armador), River asfixió a Platense. Tanto, que al minuto Robert Rojas hizo temblar de cabeza el travesaño, tras una cesión de Braian Romero.
De todas maneras, el Marrón se las ingenió para generar peligro, o bien mediante balones largos, como el que recibió Mansilla cara a cara con Armani, quien se anticipó mediante una salida arriesgada con los pies, al límite de la falta. O con un par de centros cruzados que los dirigidos por Spontón estuvieron a punto de conectar.
El Millonario encontró la apertura del marcador a los 9 minutos, tras otra definición excelsa de Julián Álvarez, quien inició la jugada y, tras un pase preciso de Enzo Fernández, resolvió con un toque sutil. Cuando se encontraron el ex Defensa, Enzo Pérez, Palavecino, Simón y Álvarez, River brilló. También cuando eligió atacar por el carril derecho con las proyecciones de Robert Rojas, aplomado en su nueva función de lateral.
La visita contó con un puñado de chances para ampliar el score, como los dos mano a mano de Romero (en uno resolvió desviado, en el otro sacudió el palo) o el unipersonal de Palavecino, a pura gambeta, que frenó el arquero Ojeda. El epílogo de la primera parte fue un recital, aunque River dejó a su adversario a tiro del empate por la falta de contundencia.
Esa sensación de haber dejado con vida al contendiente provocó un rápido arrepentimiento en la Banda. Es que Platense salió con otro impulso al complemento. Más agresivo, y sumándole a su menú la velocidad del ingresado Curuchet.
Así, a los 30 segundos, Tissera casi marca la igualdad. Aprovechando las imprecisiones (provocadas) de su rival, robó en mitad de campo o tres cuartos de cancha y le aplicó a River una dosis de su propia medicina. También lo tuvo Tijanovich (contuvo Armani). Encima, a los 15′, los de Núñez perdieron a Enzo Pérez por una lesión en el codo izquierdo al tratar de rechazar un balón aéreo. También se quedó sin Casco y el ingresado Zuculini (por acumulación de amarillas) para el clásico frente a Racing.
Gallardo apeló al pizarrón para cortar el sufrimiento. Les dio acción a Tomás Galván y Jorge Carrascal (por Simón y Palavecino), con la misión de recuperar protagonismo y defenderse con la pelota. Por momentos lo consiguió. De hecho, Enzo Fernández y Romero arrimaron riesgo por primera vez en el segundo tiempo. Luego repitió Álvarez, tras cesión de Carrascal, pero Ojeda lo atoró cuando se aprestaba a definir.
Y al final tuvo que padecer, con los centros al área, y esa pelota sin dueño que dos veces estuvieron por impactar los calamares para decretar el empate, que no llegó. Y le permitió al Millonario estirar la racha invicta a 16 partidos (desde la dura derrota ante Mineiro por 3-0 el 18 de agosto en Brasil por la Copa Libertadores).
De lograr quedarse con la estrella, será la primera Liga a nivel local para Marcelo Gallardo en un ciclo plagado de trofeos internacionales. Napoléon, DT de River desde 2014, consiguió tres veces la Copa Argentina y en dos ocasiones la Supercopa Argentina, aunque todavía no pudo coronarse en el campeonato doméstico. Al conjunto de La Banda le queda enfrentar a Racing, el jueves en el Monumental; Rosario Central, el domingo en Arroyito; Defensa y Justicia de local y Atlético Tucumán como visitante. No obstante, si el Lobo de Gorosito le da una mano el martes ante Talleres, la próxima fecha ya tendrá la chance de aspirar a la vuelta olímpica.