El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que lo preferible es la diplomacia.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró este domingo que su país está preparado para tomar las medidas que se abstuvo de adoptar en el pasado contra Rusia si ese país invade Ucrania.
“Estamos estudiando y estamos preparados para tomar el tipo de medidas que nos hemos abstenido de tomar en el pasado”, declaró Blinken en una entrevista en el programa “Meet the Press”, de la cadena NBC.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que esto lo “dejó muy claro” el presidente estadounidense, Joe Biden, a su homólogo ruso, Vladímir Putin, y él mismo a su contraparte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Blinken admitió, sin embargo, que lo “preferible” es “la diplomacia, el diálogo y la desescalada”.
“Si Rusia se mueve en esa dirección, entonces podemos evitar tener otra crisis”, agregó.
Consultado sobre la posibilidad de que Alemania suspenda la operación del gasoducto ruso Nord Stream 2, que aún no ha comenzado a operar y que tiene como objetivo transportar gas de Rusia a territorio alemán, Blinken admitió que “es una fuente de influencia” sobre Moscú.
Este domingo, el club de las democracias más ricas del mundo, el G7, ha unificado su posición para hacer frente común ante la supuesta intención rusa de atacar Ucrania y ha amenazado a Moscú con pagar un “alto coste” si comete cualquier acto hostil.
“Rusia no debería tener ninguna duda de que una nueva agresión militar contra Ucrania tendría consecuencias enormes y un alto coste como respuesta”, señalaron en una declaración los miembros del G7: el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Japón y Canadá, más la Unión Europea.
En el texto, la alianza insta a Putin a “desescalar, recurrir a los canales diplomáticos y respetar sus compromisos internacionales en transparencia de actividades militares”.
EEUU y Ucrania creen que Rusia prepara una incursión en territorio ucraniano que podría producirse a principios de 2022, y que por eso ha desplegado entre 70.000 y 94.000 soldados rusos en su frontera con el país vecino, según estimaciones de la inteligencia estadounidense y de Kiev.
El Gobierno ruso lo niega y ha advertido, por su lado, del peligro de generar una nueva crisis de misiles en Europa, por lo que reclama a la OTAN que se abstenga de emplazar armamento moderno en Ucrania.
En su declaración de hoy, el G7 quiso fijar una clara línea roja en la inviolabilidad de las fronteras de los Estados soberanos, ya sean las de Ucrania o las de cualquier otro país.