El final del conteo es dramático entre la candidata de Fuerza Popular y el postulante de Perú Libre.
Los votos del campo, la selva y del exterior pueden definir el balotaje presidencial del domingo en Perú, donde Keiko Fujimori supera al izquierdista Pedro Castillo, en un país devastado por la pandemia, en recesión y bajo incertidumbre política.
Con el 87% de las actas procesadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que Keiko Fujimori obtiene un 50.58% de los votos, mientras que Pedro Castillo suma 49,41% de respaldo. La carga de datos es progresiva, por lo que el resultado final aún es incierto y las autoridades ya adelantaron que recién se sabrá quién ganó en los próximos días.
“Los resultados que presentamos son un avance de las actas replegadas de las mesas de sufragio más cercanas a nuestros centro de cómputo, por lo que no son una muestra, son solo un avance”, insistió la ONPE. De hecho, estos primeros datos son urbanos, donde Fujimori es más fuerte y aún restan contabilizarse los votos rurales y del exterior.
Las autoridades, además, informaron que la participación fue del 78%.
No bien cerraron las mesas se conocieron los resultados del primer boca de urna de la consultora Ipsos Perú. Según este estudio, Keiko Fujimori (Fuerza Popular) obtendría el 50,3 %, mientras Pedro Castillo (Perú Libre) el 49,7 %. Sin embargo, horas después de la difusión de esta encuesta, el conteo rápido de la misma consultora, le otorgó una victoria al candidato izquierdista con el 50,2% frente al 49,8% que obtendría Keiko Fujimori.
La contradicción de los dos estudios, que genera cada vez más incertidumbre, se basa en que se confeccionan con distintas metodologías, aunque pertenezcan a una misma consultora: el boca de urna se realiza a través de encuestadores que se ubican fuera de los locales de votación y el conteo rápido recoge los resultados de una muestra de mesas de votación y se realiza en los 27 distritos electorales del país, incluyendo el extranjero.
De momento es aún inviable adjudicar la victoria a cualquiera de los contendientes y habrá que esperar a contabilizar todos los votos, incluidos los emitidos en el exterior, para que pueda confirmarse cualquier resultado, lo que no será antes del martes.
En 2016 la situación fue similar y tras varios días de recuento Pedro Pablo Kuczynsky obtuvo la victoria frente a la misma Fujimori por un 50,12 % frente al 49,88 %, algo más de 40.000 sufragios.
De momento, ninguno de los contendientes se ha adjudicado la contienda y predomina la prudencia, en consonancia con el desarrollo de la jornada electoral.
Cualquiera que gane tendrá un reto enorme, pues deberá que tomar medidas urgentes para superar la pandemia, la recesión económica y la inestabilidad política, lidiando con un Congreso fragmentado, la corrupción y la deficiente gestión pública.
Ante este escenario de incertidumbre, Castillo dijo que está seguro de que en su país “se va respetar la voluntad popular” en el conteo oficial que se hace de las actas del balotaje presidencial.
“Somos un pueblo de esperanza, hay que tener fe en el pueblo”, señaló Castillo al dirigirse brevemente a sus seguidores en la localidad de Tacabamba, en la región norteña de Cajamarca tras conocerse los primeros resultados oficiales de los comicios.
El candidato del partido Perú Libre agradeció a las cientos de personas que han permanecido a las afueras de su local partidario en Tacabamba y llamó “a la más amplia cultura del pueblo peruano” para mantener la tranquilidad.
Agregó que aunque los primeros resultados oficiales de la votación le otorgan la ventaja a Fujimori “falta más del 57 % para contabilizar” de las actas, entre las que están las de regiones del interior y de la zona rural del país.
“Falta que se cuenten nuestros votos”, enfatizó ante los aplausos de sus partidarios.
Castillo llamó, por ese motivo, a los peruanos “a la unidad” y les pidió “tranquilidad” y a ser “respetuosos de la voluntad popular”.
Por su parte, Fujimori hizo un llamado “a la prudencia, a la calma y a la paz” hasta esperar los resultados oficiales de las elecciones presidenciales.
En un breve mensaje desde el local del partido fujimorista Fuerza Popular en Lima, Fujimori aseguró que tomó con alegría pero con prudencia los datos del sondeo a boca de urna de la encuestadora de Ipsos, que dio un empate técnico entre ambos candidatos, aunque con una leve ventaja para ella.
“Esta campaña ya culminó y será fundamental tender los puentes y encontrar espacios de diálogos entre todos los grupos políticos”, apuntó Fujimori, cuyo triunfo le permitiría eludir durante el tiempo de su mandato una acusación de más de 30 años de cárcel por presunto lavado de dinero en sus anteriores campañas electorales.
“Lo que se muestra son dos grandes bloques, con ciudadanos que todos quieren un cambio, pero con una visión diferente de país. Ese cambio lo tiene que buscar gane quien gane. Aquí no hay un ganador o un perdedor. Lo que se tiene que buscar es la unidad de todos los peruanos”, añadió.
Si gana Fujimori, “no es tarea fácil, dadas las desconfianzas que su nombre y el de su familia genera en amplios sectores. Deberá rápidamente tranquilizar los mercados, y generar medidas que permitan la reactivación”, dijo a la AFP la politóloga Jessica Smith. Y si vence Castillo, deberá “mostrar un liderazgo independiente” de los líderes de su partido y “consolidar una mayoría parlamentaria que le permita llevar a cabo su ambicioso programa”, añadió.
En tanto, el analista Luis Pásara indicó a la AFP que “tomará tiempo calmar las aguas, porque la polarización es feroz y hay un ambiente de conflictividad social”.
El nuevo presidente asumirá el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, en reemplazo del mandatario interino centrista Francisco Sagasti, quien exhortó a sus compatriotas “a respetar escrupulosamente la voluntad expresada en las urnas”.
Ambos candidatos pasaron las últimas horas con sus familias, tras cerrar sus campañas el jueves en Lima en mitines con centenares de seguidores amontonados, mientras la pandemia no da tregua. Perú esta semana pasó a tener la mayor tasa de mortalidad del mundo por covid-19, tras ajustar las cifras, y acumula casi dos millones de contagios y más de 180.000 decesos.
Castillo encabezó por la mañana un desayuno familiar en el patio interior techado de su casa en el caserío de Chugur, en la región norteña de Cajamarca, y acudió a votar al mediodía al cercano pueblo Tacabamba, seguido por las calles por centenares de lugareños.
“He tomado una decisión, no voy a estar en Lima por la salud de mis padres”, anunció el candidato tras sufragar en la escuela Simón Herrera, al anular su plan de viajar a la capital a esperar los resultados. “Vamos a ser respetuosos en cuanto haya algún informe oficial” del escrutinio del ballotage, indicó también el candidato de 51 años, vestido con casaca marrón y sombrero blanco de copa alta, típico de los campesinos de Cajamarca.
Keiko Fujimori, que participó en un desayuno familiar sobre las faldas de un cerro en una pobre barriada del distrito limeño de San Juan de Lurigancho, también indicó que reconocerá los resultados. “Desde ahora puedo decir que sea cual sea el resultado, respetaré la voluntad popular como debe ser”, prometió la candidata de 46 años, que se juega por tercera vez la posibilidad de convertirse en la primera presidenta de Perú.