Tendrían un alcance menor, montos más bajos y podrían hasta tener otro nombre.
El Gobierno analizará en los próximos días volver a implementar programas de asistencia a familias y empresas en medio del rebrote de coronavirus en todo el país. Según pudo saber de fuentes oficiales, en la próxima reunión de gabinete económico los funcionarios discutirán la posibilidad de poner en marcha una versión acotada del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y extender ayudas salariales a través del ATP.
La idea que ronda en la Casa de Gobierno es retomar las medidas que aplicó el Poder Ejecutivo en la peor parte de la pandemia aunque tendrían montos y alcances más cortos, por los contextos diferentes de situación sanitaria y de restricciones a la actividad que hubo en marzo y abril de 2020 en comparación con la actualidad. Incluso los nuevos planes de asistencia a los salarios de los hogares y al sector privado podrían tener nombres distintos.
En los próximos días tendrá lugar la reunión semanal de gabinete económico que coordina el jefe de ministros Santiago Cafiero. Será la primera vez que se pone sobre la mesa esa posibilidad. El diagnóstico oficial es que la probabilidad más alta es la de reimplementar un programa similar al IFE, mientras que la ayuda para el pago de salarios como el ATP quedaría circunscripta a sectores todavía golpeados como el turístico o el entretenimiento.
La propuesta, que todavía está bajo análisis del presidente Alberto Fernández, fue alcanzada por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, de Desarrollo Social Daniel Arroyo y de Trabajo Claudio Moroni. Los funcionarios plantearon que una nueva crisis sanitaria que obligue al Gobierno a tomar medidas restrictivas va a significar que la economía se vuelva a resentir, aún cuando los niveles de actividad no terminan de recuperarse desde el primer impacto de la pandemia.
Desde los tres ministerios asumen que, en un año en que el Gobierno deberá encarar un proceso de reducción del déficit fiscal en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, un aumento presupuestario no previsto para afrontar este tipo de medidas solo podría realizarse con reasignación de partidas y no con un aumento del gasto público.
Las medidas de auxilio a los hogares y a las empresas demandó al Estado en 2020 un gasto equivalente a casi 5 puntos del Producto Bruto Interno, lo que significaría más de un billón de pesos, entre el IFE, ATP y el resto del paquete contra el coronavirus.
El IFE tuvo un alcance de 9 millones de personas durante tres pagos bimestrales de $10.000 que realizó el Gobierno entre abril y noviembre. El programa incluyó a sectores que quedaron desprotegidos por la irrupción de la pandemia y las restricciones a la circulación, como desocupados, trabajadores y trabajadores informales, personal de casas particulares, y monotributistas sociales o de las categorías A y B.
De acuerdo a datos oficiales, en total, prácticamente el 30% de la población argentina pidió a Anses cobrar los $10.000 de asistencia. Además de los 8,9 millones de casos aprobados, casi 4,6 millones de personas tuvieron sus solicitudes rechazadas, principalmente por tener un ingreso en blanco, ya sea el solicitante o un integrante de la familia.
El ATP llegó a cubrir, en el peor momento de la pandemia y con las restricciones de actividad y movimiento más rígidas en todo el país, los salarios de empleados de unas 234.000 compañías, principalmente comercio e industria. En esa primera ronda del Programa ATP, según estimaciones oficiales, la ayuda salarial incluyó a 2,3 millones de empleados en relación de dependencia.