El viernes vence el DNU vigente y en Casa Rosada crece la preocupación por el aumento de casos que se trasladó al interior del país.
Las medidas vigentes fueron necesarias para desacelerar la curva de casos pero son insuficientes para reducir el aumento de contagios promedio. El Gobierno Nacional ve con preocupación los altos índices de enfermos y muertes por COVID-19 que se registran a diario, por lo que de cara al vencimiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) el próximo viernes, evalúa reforzar las restricciones. Alberto Fernández planifica los pasos a seguir y no descarta una reunión con Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof para definir la continuidad de las medidas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Por primera vez en mucho tiempo, a raíz de la magnitud del problema, habría consenso en que las restricciones deben ser más drásticas.
El desasosiego nunca cesó pero los datos de este lunes encendieron las alarmas. Con 505 víctimas fatales y 28.680 contagios fue una de las peores jornadas en cuanto a nuevos casos diarios registrados y muertes por COVID-19. Después del 16 (29.472) y el 20 de abril (29.145), ayer fue el tercer día con más contagios reportados en el día desde que comenzó la pandemia, con una particularidad: la mayoría no se concentró en el Área Metropolitana sino en el interior bonaerense y el resto de las provincias.
Alberto Fernández analiza una tesis que refleja que primero el coronavirus impacta en el AMBA y luego se disemina hacia el interior del país. La información recopilada por la Unidad de Datos precisa el cambio de la distribución geográfica del virus: el 40% de los contagios diarios informados se registra hoy en la provincia y ciudad de Buenos Aires, y el 60% restante en las otras provincias.
El Presidente va a mantener la dureza de las medidas que rigen al día de hoy pero incluirá otras complementarias para evitar que sigan aumentando los contagios y las muertes en el interior.
Mientras que para resolver la continuidad de las restricciones en el AMBA los funcionarios de la administración nacional, porteña y bonaerense se verán las caras en los próximos días. En la antesala, ayer hubo una conversación entre Felipe Miguel y Santiago Cafiero, en la que el jefe de Gabinete porteño le transmitió a su par de Nación que el Gobierno de la Ciudad va a apoyar las medidas que determine Fernández para evitar que se multipliquen los contagios. Eso implicaría -fundamentalmente- la suspensión de las clases presenciales. Si bien el Ejecutivo porteño insiste en que las escuelas no son foco de contagio, el movimiento de gente que se genera en torno a la actividad si conlleva riesgo. Pese a ser una bandera política de Rodríguez Larreta, en CABA reconocieron que el margen para seguir manteniendo las clases presenciales es acotado.
La preocupación del gobierno porteño se explica en base a la media móvil de casos confirmados de los últimos 7 días. La gráfica muestra un descenso de los contagios de COVID-19 a partir de los últimos días de abril, producto de las medidas que restringieron la circulación nocturna y acotaron el horario de atención en comercios. Lo que en un principio era una caída pronunciada, se transformó en una meseta durante la primera semana de mayo. Y a partir del miércoles pasado se advierte un giro en la curva que demuestra que los casos están nuevamente en ascenso. Con respecto al sistema sanitario, el 80% de las camas de terapia intensiva de la Ciudad están ocupadas. Sin embargo prevén que el porcentaje baje como reacción a la caída de casos producida hace dos semanas. Aunque bajo la misma lógica de que la curva del sistema sanitario reacciona con retraso a las medidas implementadas dada las características de la enfermedad, las autoridades porteñas calculan que el aumento de casos registrados recientemente se verá reflejado en un aumento de ocupación de camas dentro de 15 días, por lo que quieren adelantarse y evitar que el COVID-19 colapse el sistema sanitario.
Desde el Gobierno Nacional le informaron a Infobae que, si sirve para comunicar con mayor precisión el alcance del nuevo DNU, el Presidente no tendrá problemas en mantener una reunión con Horacio Rodríguez Larreta y sumar a Axel Kicillof. Como a lo largo de la cuarentena de 2020, habría una nueva foto entre el mandatario, el jefe de Gobierno porteño y el gobernador bonaerense. Si hay que dar señales de que el gobierno Nacional y el de la Ciudad se están poniendo de acuerdo y es necesario encontrarse, la Casa Rosada aseguró a este medio que no habría inconvenientes en coordinar el encuentro.
Las medidas que rigen actualmente vencen el viernes 21 de mayo. Para esa fecha, el Presidente esperaba contar con la sanción de la “ley de pandemia” con la que busca definir “criterios epidemiológicos” de referencia en todo el país. Si bien el camino para su aprobación está allanado en el Senado, en Diputados el oficialismo aún no cuenta con los votos necesarios. Por lo que Alberto Fernández firmará un nuevo DNU en línea con el vigente, pero haciendo hincapié en reforzar aún más los controles en el interior del país. El mandatario busca acuerdos con los gobernadores para ver de qué forma se hace un cerrojo más duro para evitar que los contagios no se multipliquen.