La Academia levantó su nivel en el segundo tiempo y cosechó un 1-1 gracias al cabezazo de Cáceres a un minuto del epílogo.
Sin jugar bien, Racing sacó un empate en Uruguay en su estreno en la Copa Libertadores: igualó 1-1 ante Rentistas en el estadio Centenario. Cáceres, de cabeza, a un minuto del final, anotó la igualdad. Los charrúas se habían puesto en ventaja gracias a la conquista de Salomón Rodríguez.
La Academia buscó ser ancho y profundo desde el esquema con 5 hombres en el fondo, ante un Rentistas que no resignó protagonismo. Así, lo mejor de la visita llegó desde el empuje y la potencia de Copetti. Un balón largo al ex Atlético Rafaela, que remató dentro del área y se encontró con en cruce de un adversario, fue lo mejor en un equipo al que le costó la elaboración.
El dueño de casa, en tanto, llegó un poco más y mejor. Arias tuvo que intervenir ante un remate cruzado, mientras que Fratta entró por el segundo palo en una pelota parada y no fue preciso en el impacto, de lo contrario, hubiera puesto en ventaja al elenco charrúa.
Hasta que, a los 42 minutos, filtraron un balón al área y Nery Domínguez se confió creyendo que tenía ganada la posición, pero Salomón Rodríguez fue más veloz y pícaro: se arrojó al césped y desde el suelo remató cruzado para batir al portero académico.
Ya en tiempo cumplido, la visita pudo haber logrado la igualdad: Copetti recibió un pelotazo sobre la izquierda, el guardameta rival salió apurado y lo superó; el arco quedó desguarnecido. Pero el intento de zurda del delantero salió desviado.
En el comienzo del complemento, Racing siguió sufriendo la velocidad de Franco Pérez. A los 3 minutos, el juvenil, de 19 años, aceleró a fondo y se llevó a la rastra a medio Avellaneda. Quedó mano a mano con Arias y eligió resolver (desviado) cuando tenía la opción del pase al medio para un compañero que llegaba descubierto.
El entrenador Juan Antonio Pizzi determinó el ingreso de Maximiliano Lovera por Novillo, para darle otra vivacidad al ataque. Luego exacerbó el cambio de postura con las apuestas por Fabricio Domínguez y el inquieto Maggi. A partir de allí, la Academia ganó en vértigo y ambición. si bien dejó espacios para la contra, también se apuntó chances para empatar. A los 27 fue la situación mejor edificada. Se combinaron Copetti y Miranda, quien remató con potencia, pero sin esquinar y tapó el arquero Rossi.
Instantes después Copetti bajó la pelota tras un córner ante la mala salida del portero e insólitamente su búsqueda dio en el taco de su compañero Maggi. De tanto ir, llegó otro golpe: Sigali bajó a un rival cuando se encaminaba cara a cara con el portero y vio la roja.
Sin embargo, el apetito desordenado de Racing le dio frutos. A un minuto del epílogo, Lovera ejecutó con precisión un córner y Cáceres, de cabeza, firmó el 1-1. Es más: casi lo gana, ante la arremetida de Fértoli que contuvo Rossi. Hubiera sido un premio excesivo.
Mientras sigue buscando identidad y regularidad (venía de perder ante Arsenal y de ganarle el clásico a Independiente), Racing al menos puntuó en su presentación en el Grupo E. Aunque para aspirar a pelear por el título deberá continuar buscando su mejor versión.
