Las medidas llegan en momentos en que las autoridades nacionales redujeron al mínimo la comunicación pública sobre la vacunación.
Un año después de la declaración de la pandemia, las filminas de Alberto Fernández parecen haber envejecido mal. En medio del silencio o las respuestas “en off” ante la escasez indisimulable de vacunas contra el COVID-19 y la confusa distribución de las dosis, el Gobierno anunciará hoy una nueva etapa del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) en el país para enfrentar la pandemia.
Los próximos pasos se conocerán después de semanas en las que las autoridades nacionales evitaron dar precisiones públicas sobre los interrogantes en torno a la distribución y aplicación de las vacunas existentes, como así también sobre las gestiones en marcha para conseguir que lleguen nuevos embarques y las estrategias que se analizan para evitar una segunda ola ante el rebrote fuera de control que se registra en Brasil, considerado en el mundo como un foco infeccioso de escala global.
De hecho, según se informó oficialmente, el propio presidente Alberto Fernández va a estar, a las 16, en la Casa Rosada para participar de la reunión del Comité de Vacunación, un organismo creado ad hoc para coordinar las distintas áreas y jurisdicciones involucradas en el plan de inmunización nacional. Se espera que el jefe de Estado hable para dejar atrás así casi dos semanas de ausencia de conferencias de prensa o reportajes periodísticos de la principal funcionaria del área, la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Las dudas se refieren en principio a la demora en la llegada de las más de 50 millones de vacunas que se había informado que iba a tener Argentina entre el primero y el segundo trimestre. Según se había dicho, Rusia iba a aportar unas 20 millones de dosis de Sputnik V, un número similar AstraZeneca, otros dos millones la plataforma Covax/OMS, y el resto de proveedores de China, principalmente Sinopharm. De ese total, hasta este 12 de marzo, en el país sólo habían poco más de cuatro millones, de los cuales se aplicaron efectivamente dos millones, la mitad. Pero, además, de las 4.050.540 dosis el Monitor Público de Vacunación confirma que se enviaron a los distritos 3.418.965, según la actualización de la última hora del jueves.
Los interrogantes que quedan por resolver apuntan a cuándo llegarán nuevos embarques, cómo se distribuirán y cómo se controlará que se asignen a la población objetivo y no se pierdan en algún “Vacunatorio VIP”.
Según el último reporte elaborado en base a los datos nacionales, el ritmo de vacunación para el promedio de los últimos días aumentó de 60.000 a 100.000 dosis diarias, pero el crecimiento de ese registro dependerá del disponible en cada jurisdicción y en los depósitos que depende del gobierno nacional. El contraste con Chile es inevitable: está en el orden de las 350 mil por día y cerca del 23% de la población ya recibió al menos una dosis.
Uno de los que alertó sobre las deficiencias que se registran para acelerar el ritmo de vacunación fue el ex ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, quien en una entrevista señaló que la interrupción del nuevo suministro de vacunas se agrava porque “todavía no hay un plan de vacunación previsible”. El ex funcionario advirtió que la campaña de vacunación está limitada, además, por las dificultades logísticas, tanto en las provincias como en los municipios.
“El tema ahora es que han llegado aproximadamente 4 millones de dosis entre la Sputnik V, la Sinopharm y el primer lote de la Covishield, pero la realidad es que cuando uno ve el monitor, se han distribuido bastante menos”, remarcó.
Otra voz en esa línea fue la de la prestigiosa infectóloga Silvia González Ayala, profesora titular de la Cátedra Infectología de la Facultad Ciencias Médicas de la Universidad Nacional La Plata: “Para que se acelere el plan de vacunación, se necesita contar con más dosis de vacunas, y mejorar la logística de distribución y la aplicación como un camino para reducir la transmisión del coronavirus y bajar las muertes antes de que empiece el invierno”.
González Ayala insistió en diálogo con este medio que “contar con más dosis de vacunas es tan clave como hacer una distribución oportuna y rápida. Se debería citar a las personas de los grupos priorizados y vacunarlas oportunamente”.