Racing perdió 1-0 contra Flamengo en el Maracaná por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores

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En el Estadio Maracaná, la Academia cayó por la mínima ante el Mengao por el gol de Marcos Rojo, en contra.


De un lado, la opulencia. Del otro, el corazón. Flamengo, con un plantel cargado de figuras de reciente paso por Europa y dilatada trayectoria en distintos equipos de altas aspiraciones. Enfrente, Racing, el campeón de la Copa Sudamericana y de la Recopa, con el propósito de sostener la bandera del fútbol argentino como lo hizo en las gestas encabezadas por el promotor de sus sueños: Gustavo Costas. El Maracaná, escenario icónico del fútbol mundial. Uno de esos sitios en los que cualquier futbolista aspira a protagonizar un partido decisivo, el lugar del primer duelo entre dos campeones continentales que tienen el mismo objetivo: meterse en la final de la Copa Libertadores.

Cuando ambos clubes confirmaron las formaciones para el partido de ida la semifinal del trofeo que le quita el sueño a todos los conjuntos de la región, el poderoso Rubronegro de Brasil tenía –entre otros- a figuras como Danilo, Jorginho, Giorgian De Arrascaeta y Pedro. Una selección de Sudamérica, también extendida a los protagonistas que tenía disponibles el entrenador Filipe Luis entre los suplentes: Samu Lino, Saúl (ambos llegados desde Atlético de Madrid), Gonzalo Plata (picante extremo de Ecuador), Bruno Henrique -un histórico dos veces campeón de América con el club-, más Nicolás De la Cruz, aquel todoterreno que jamás pudo reemplazar River.

Para Racing se hizo carne una de las frases que Gustavo Costas transformó en lema: “Todos juntos”. Así entró a jugar la Academia, que pisó la cancha sin uno de los motores del ciclo: Juan Ignacio Nardoni. Con un mes de inactividad, producto del desgarro sufrido ante Vélez, en la revancha de los cuartos de final, el cuerpo técnico optó por preservarlo y tenerlo como alternativa entre los relevos. Entre los iniciales, tanto Santiago Sosa como Gabriel Rojas, dos de los irremplazables en el equipo ideal, jugaron pese a no estar en plenitud.

Santiago Solari y Tomás Conechny, los delanteros que se pararon a la derecha e izquierda de Adrián Maravilla Martínez, se convirtieron desde el primer tiempo en mediocampistas que se sumaron al bloque que tenía en el centro a Bruno Zuculini y Agustín Almendra. Por momentos, ambos llegaron casi a la línea de los laterales: Gastón Martirena –a la derecha- y Rojas –en la izquierda-. El plan inicial de Racing fue achicar los espacios sin resguardarse excesivamente cerca de Facundo Cambeses.

En los primeros 20 minutos, Racing logró que Flamengo no tuviera resquicios por dónde ingresar a los dominios del arquero, quien respondería ante remates de Araújo y Pedro, cuya jerarquía quedaba en evidencia con grandes resoluciones en espacios súper reducidos. Maravilla Martínez, con la amenaza de recibir una amonestación que lo dejara afuera de la revancha, en Avellaneda, evitó en varias acciones el roce con los zagueros y, fundamentalmente, sufrió jugar sin compañía y muy lejos del área de Agustín Rossi.

Sin embargo, a los 33 minutos del primer tiempo, la Academia contaría con una chance clarísima que hizo lucir al arquero argentino: a la salida de un tiro de esquina, Solari anticipó en el primer palo, desvió la pelota con la cara interna y forzó la atajada del ex Boca. Después de esa advertencia, el local reaccionó con mayor vehemencia, aceleró sus combinaciones cerca de la valla académica y generó mayor zozobra en los de Costas hasta el final de los 45 iniciales.

En el segundo tiempo, la tendencia del partido se mantuvo: Flamengo tenía la pelota y avanzaba en el terreno, mientras que Racing intentaba obligarlo a lateralizar. Todo el equipo de Costas reclamó porque el árbitro venezolano Jesús Valenzuela cobró falta -correctamente- en un cabezazo de Sosa que terminaba en gol, a los 11 minutos. Para colmo, el líbero-mediocampista terminó la acción amonestado. Inmediatamente después, un derechazo del uruguayo De Arrascaeta forzó una volada de Cambeses, que evitó el gol.

Durante 20 minutos, pese a los cambios que introdujo Filipe Luis, Flamengo no contaba con profundidad. Sin embargo, la calidad de sus jugadores quedó nuevamente de manifiesto cuando Gonzalo Plata desbordó, envió un centro y la pelota le quedó a Samu Lino, solo y de frente al arco: Cambeses voló, extendió el brazo y sacó una pelota con destino de red. Una de esas atajadas que pueden valer muchísimo dentro de una semana.

Extenuado, Racing comenzó a concederle espacios al Fla. El ingreso de Nardoni dejó en evidencia que no estaba en condiciones de afrontar el partido. La búsqueda del Mengão tendría premio: tras otra gran atajada de Cambeses, en un mano a mano contra Bruno Henrique, Jorge Carrascal capturó el rebote, remató y un desvío decisivo en Rojo terminó en gol. Por la categoría del rival, Racing dejó la serie abierta. El desafío del equipo que juega con el corazón en la mano será, en Avellaneda, sumarle juego para intentar revertir la historia y llegar a la final de América.