El cuerpo de seguridad busca esclarecer cómo tuvo lugar el incidente y si hubo omisión por parte de las autoridades.
La Policía Federal de Brasil citó a 80 militares para que declaren sobre el asalto a la sede de los tres poderes el pasado 8 de enero por parte de simpatizantes bolsonaristas.
Las declaraciones tendrán lugar este miércoles y se espera la presencia del general Gustavo Henrique Dutra de Menezes, que dirigía el Comando Militar de Planalto, y el coronel Jorge Fernandes da Hora, que lideraba en Batallón de la Guardia presidencial, informó el portal brasileño G1.
Estos interrogatorios se enmarcan dentro de la investigación abierta por parte del Tribunal Supremo Federal (STF, por sus siglas en portugués), que tiene como objetivo esclarecer cómo tuvo lugar el incidente y si hubo omisión por parte de las autoridades.
El juez Alexandre de Moraes, que se encarga del caso del asalto a las instituciones democráticas, estableció que el STF tiene competencia para juzgar los delitos cometidos aquel día, independientemente de si los sospechosos eran civiles o militares.
Esta citación tendrá lugar dos días después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cumplió 100 días al frente del Gobierno brasileño. El mandatario recordó, en un discurso, “los ataques a la democracia, la falta de respeto a los Derechos Humanos y las desigualdades de ingresos, raciales y de género”.
“Al día siguiente de la barbarie, los tres poderes marcharon juntos, desde el Palacio del Planalto hasta el Tribunal Supremo, pasando por el Congreso Nacional, para decirle no al fascismo. Brasil volvió a decir sí a la democracia”, expresó, antes de hacer balance de su gestión en el Gobierno.
Nuevas acusaciones
El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó este lunes a su antecesor, Jair Bolsonaro, de intentar “perpetuar el fascismo” en el país, durante el discurso en el que hizo balance de los 100 primeros días de su gestión.
En una reunión ministerial en Brasilia, Lula arremetió contra el líder ultraderechista, al que se refirió como “ese ciudadano”, por sus repetidas “ofensas” contra “la democracia, las mujeres, los negros, los gobernadores” regionales y la Corte Suprema mientras estuvo en el poder, entre 2019 y 2022.
Para el actual jefe de Estado, los poderes públicos nunca fueron tratados con “tanta falta de respeto” como durante los cuatro años en que su mayor adversario político estuvo en la Presidencia.
“Brasil volvió a tener un Gobierno, un Gobierno que se mira en el pueblo brasileño y se despierta temprano para trabajar”, indicó Lula, en el poder desde el pasado 1 de enero para cumplir su tercer mandato, tras los dos anteriores ejercidos entre 2003 y 2010.
Del mismo modo, Lula acusó a Bolsonaro de gastar “millones” de los presupuestos del Estado para intentar en vano su reelección en las presidenciales del pasado mes de octubre “con la perspectiva de perpetuar el fascismo” en Brasil.