El Jurado Nacional Electoral proclamó al candidato de izquierda como vencedor del ballotage que protagonizó frente a Keiko Fujimori.
El Jurado Nacional Electoral proclamó a Pedro Castillo como nuevo presidente de Perú. El político de izquierda venció en el ballotage a Keiko Fujimori por una ajustada diferencia y, de esta forma, gobernará el país durante los próximos cinco años.
Este resultado se preveía desde hacía semanas pero el lento recuento de las actas observadas por los personeros (interventores) en mesa así como por las autoridades de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), impidió alcanzar la confirmación antes.
Por su parte, la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) descartó la existencia de “graves irregularidades” en las elecciones peruanas, en contra de lo denunciado por la candidata Fujimori, que perdió en el recuento de votos.
Así lo informó en un comunicado el responsable de la misión, el ex canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, quien destacó que en todos los encuentros que mantuvo durante su trabajo “observó un proceso electoral positivo” en el que se registraron “mejoras sustantivas entre la primera y segunda vuelta”.
Asimismo, el diplomático constató que “la misión no ha detectado graves irregularidades”.
El plan de Pedro Castillo
Antes del ballotage, Castillo intentó desmarcarse de algunos lineamientos de su propio partido, cuyo plan de gobierno muestra una estrecha cercanía a la doctrina del “socialismo del siglo XXI”.
El plan de Perú Libre fue suscrito por el fundador del partido, Vladimir Cerrón, un controvertido ex gobernador de una región andina que fue suspendido de su cargo por una condena penal, acusado de aprovechamiento de su cargo. Es representante de la línea dura y la bancada de más de 30 congresistas electos son más afines a sus posturas.
“El que va a gobernar soy yo”, aclaró Castillo, tras rechazar el “ideario” presentado y firmado por Cerrón ante el Jurado Nacional de Elecciones, así como las opiniones radicales de izquierda de otros integrantes de su partido político.
El programa fue escrito antes de que se desate la pandemia de coronavirus, por lo que no incluye ninguna mención a la enfermedad ni medidas para combatirlo. Sí, en cambio, tienen las bases de una postura que se define como marxista y leninista, en sintonía con otros regímenes de la izquierda en la región.
Apoyo al eje de izquierda latinoamericano
El documento citavarias veces a líderes como Fidel Castro y el boliviano Álvaro García Linera, pero uno de los más mencionados es el ecuatoriano Rafael Correa. Además, no escatima a la hora de nombrar a otros líderes, algunos de los cuales son considerados dictadores por sus abusos sobre los derechos humanos.
“Los presidentes Rafael Correa, Evo Morales, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Lula da Silva, Dilma Rousseff, Fidel Castro, Raúl Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Manuel Zelaya, Daniel Ortega y Pepe Mujica estuvieron en el punto más alto de la integración latinoamericana, basada en principios soberanos”, indica Cerrón en su documento. Según destaca, el grupo “le dio dignidad al continente”, pero Perú “lamentablemente siempre fue una decepción ante estos intentos”.
El tono antiimperialista se mantiene a lo largo de todo el documento. “EEUU diseñó un plan político, jurídico, económico, comercial, financiero, mediático y militar, para la dependencia de nuestros países bajo su designio, creando para este fin muchas instituciones supranacionales aparentemente democráticas”, indica Cerrón.
En ese plano, critica a la Organización de Estados Americanos (OEA), organización a la que no pertenecen Cuba ni Venezuela. “Constituye un organismo de control geopolítico de Latinoamérica y el Caribe (…) bajo cuya protección o indiferencia se avalaron golpes de Estado en varios países cumpliendo estrictamente órdenes de EEUU”, señala Cerrón, quien en cambio apunta su preferencia por la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (CELAC).
El secretario general de Perú Libre también dedica duros comentarios contra las ONG, los centros internacionales de arbitraje y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otras instancias multilaterales.
Redacción de una nueva Constitución
Castillo, que ha ganado el apoyo de las regiones pobres, ha pregonado durante su campaña que si gana la presidencia llamará a un referéndum en busca de reescribir la Constitución Política para darle al Estado un rol más dominante en la economía. Un camino que siguieron Venezuela (1999), Ecuador (2008) y Bolivia (2009). También lo está siguiendo actualmente Chile, a través de una Asamblea Constituyente.
En ese plano, Castillo no se ha desmarcado en gran medida del plan original del partido. De hecho, en la alianza que firmó con la izquierdista Verónika Mendoza, indicaron que buscarán “un nuevo pacto social” a través de una nueva Constitución redactada por una “Asamblea Popular”
Lo que está en duda es la forma en la que se buscará cambiar la Carta Magna. “Seremos respetuosos de esta Constitución Política hasta que el pueblo lo decida a través de un referéndum, hasta que el pueblo emane su voluntad, para que lo que venga del pueblo”, indicó. Pero el marco legal no es sencillo para el camino que busca Perú Libre.
Si en Venezuela abundan las denuncias de persecución contra la libertad de expresión, un plan como el expuesto por Perú Libre acarrearía escenarios similares.
“Los medios de comunicación son poderosos instrumentos de dominio, de hegemonía cultural, así la derecha tiene la capacidad de hacerles creer a los pobres que lo que a ellos les beneficia también los beneficia”, argumenta Cerrón en su plan de gobierno.
En ese sentido, propone la “eliminación de programas ‘basura’” y critica que el Estado haya “abdicado” en su rol protector. Sin tapujos, propone una revisión por parte del gobierno antes que se emitan los programas: “Los ministerios de Educación y Cultura deben evaluar los contenidos de la televisión y las radios antes de la difusión, evitando de esta forma que se atente contra la moral y las buenas costumbres de la sociedad peruana”.
También, critica la concentración de medios y propone un reordenamiento de la pauta estatal para apoyar a la “prensa alternativa”, en partes iguales que a los medios públicos (nacionales y regionales) y al sector privado.
Nacionalización de yacimientos
El plan de Gobierno de su partido Perú Libre afirma que se nacionalizará los “sectores estratégicos” de la producción, como la minería, clave para la economía local.
El documento de Cerrón propone una revisión de “todos los nefastos contratos-ley que han sido en realidad la libertad para el saqueo del pueblo peruano”, con el objetivo de que el Estado pase a quedarse con el 80% de las ganancias. “Ecuador y Bolivia demostraron, bajo gobiernos de izquierda que esto es posible y viable”, resaltó. Posteriormente, explicó que refiere a que las ganancias de las transnacionales deben ser invertidas en el país y no llevarlas al exterior.