Según el Indec, la suba de precios desde enero fue de 25,3 por ciento.
La inflación de junio fue de 3,2% según informó el Indec, por lo que marcó una leve desaceleración respecto a mayo, cuando el índice había sido de 3,3 por ciento. De esta manera, en los últimos 12 meses la suba de precios acumulada alcanzó el 50,2% y en la primera mitad del año el IPC fue de 25,3%; de este modo, terminó de quedar desactualizada la proyección oficial de inflación para este año del 29 por ciento.
De este modo, el índice de precios estuvo en línea con lo que esperaban las consultoras privadas, que estimaban una inflación en torno del 3% para junio. Con la última cifra dada a conocer hoy por el organismo estadístico, es el tercer mes de desaceleración del ritmo de suba de precios, tras el pico de 4,8% que registró en marzo.
El Gobierno aún no modificó su proyección presupuestaria de inflación para 2021, que es de 29% con un margen de error de algunos puntos porcentuales hacia arriba. Pasados los primeros seis meses del año, la meta oficial es culminar el año con un ritmo de precios más cercano al 2% mensual que al piso de 3% que tiene en la actualidad.
“La inflación mensual demuestra una tendencia decreciente. Tal como se había previsto, marzo fue el mes de mayor inflación en el año y a partir de marzo comenzó una reducción en la tasa mensual y se espera que continúe en esta línea”, consideró el Ministerio de Economía tras la publicación del IPC de junio.
“Esta dinámica también se evidenció en la inflación mayorista, que pasó de un pico de 6,1% mensual en febrero a registrar un aumento de 3,2% mensual en mayo (último dato disponible). Por lo tanto, se espera que esta tendencia a la desaceleración continúe el resto del año”, opinó el Palacio de Hacienda.
La división de mayor incremento en el mes fue la de Comunicación (7%), explicada por el aumento en los servicios de telefonía móvil y, en menor medida, el servicio de conexión a internet, explicó el Indec. Bebidas alcohólicas y tabaco (5,5%) fue la segunda división de mayor aumento mensual, donde el alza de cigarrillos tuvo la mayor incidencia.
El organismo estadístico, además, apuntó que la suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones. “El incremento se explicó principalmente por los aumentos en Carnes y derivados; Leche, productos lácteos y huevos; Pan y cereales; Aceites, grasas y manteca; y Café, té, yerba y cacao. Estas alzas estuvieron parcialmente compensadas por bajas en Frutas, y en Verduras, tubérculos y legumbres en la mayoría de las regiones”, mencionó el informe oficial. Los alimentos tuvieron un alza levemente mayor respecto al 3,1% de mayo.
Las declaraciones de los funcionarios del equipo económico dejar ver que la prioridad actual es, más que cumplir con una cifra de proyecciones, poder consolidar algún sendero de baja sostenida de la inflación. “Es prioridad poder ir abordando el tema de la inflación e ir bajándola de forma consistente, generando un ambiente más adecuado y propicio para el funcionamiento del sistema económico”, fueron las últimas declaraciones del ministro de Economía Martín Guzmán.
El Poder Ejecutivo insiste en que el IPC por encima de las expectativas iniciales responde a la suba de los precios internacionales de los alimentos. En ese sentido, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, que tiene a su cargo la Secretaría de Comercio Interior que pone en marcha los distintos programas de controles de precios, dijo que “en este tiempo hemos recibido un shock de precios internacionales fuerte que impactó en los precios internos, aunque trajo mayores reservas al Banco Central. Tenemos tres meses de caída de la inflación, pero seguimos trabajando para que haya una tendencia a la baja”, comentó.
En tanto, fuentes del Banco Central afirmaron que la expectativa es que la inflación continúe su proceso descendente en los próximos meses, ya que el organismo mantendrá su política de administración del tipo de cambio con miras a lograr este objetivo.
En cuanto a la política monetaria, el BCRA insiste con la esterilización de los posibles excedentes de liquidez que pudieran originarse y busca que existan instrumentos de ahorro en pesos que cubran al ahorrista de la inflación y el tipo de cambio.
Las estimaciones privadas hablan de una suba de precios anual para 2021 que superará el 48 por ciento, de acuerdo a la última entrega del relevamiento de LatinFocus entre consultoras y bancos de inversión.
Con este índice, la Argentina se ubica como el país con la segunda inflación más alta de América latina, luego de la hiperinflación que sufre Venezuela.
Luego del 53,4% registrado en 2019, durante el último año del gobierno de Mauricio Macri, en 2020 llegó al 36,1%, pese a que se aplicaron múltiples controles sobre los precios y la economía sufrió una de las caídas más fuertes de la región (9,9%) como efecto combinado de la pandemia y la larga cuarentena aplicada por el Gobierno.
“Lo más preocupante es que la núcleo subió a 3,6% y los estacionales la tiraron para abajo porque subieron sólo 0.5%. Los bienes suben más que los servicios a pesar de que el dólar está planchada”, consideró el economista Miguel Kiguel.
Por su parte, el economista de Consultatio Francisco Mattig estimó que “con el 3,2% de inflación en junio, el ritmo mensual promedio de acá a fin de año debería ser 0,45% para que se cumpla Presupuesto, 3,05% para que sea 50% anual en diciembre, 3,5% para que sea mayor al peor dato de Macri (2019, 53,8%) y 2,75% para que sea peor que 2018 (47,6%)”, proyectó en Twitter.