El Presidente habló sobre los hechos de violencia y evitó condenar la represión del régimen.
Alberto Fernández habló por primera vez de la represión que está sufriendo el pueblo de Cuba, pero evitó condenar los hechos de violencia y sostuvo que son cuestiones que se deben resolver internamente: “No conozco exactamente la dimensión del problema en Cuba. No es Argentina ni ningún país del mundo el que tiene que decir qué debe hacer Cuba”.
El jefe del cuarto gobierno kirchnerista insistió con enfocar la crisis en Cuba con el bloqueo económico, pero evitó involucrarse en la causa de las manifestaciones contra la dictadura castrista. “No conozco exactamente la dimensión del problema en Cuba, lo que tengo claro, como dijo Manuel López Obrador, es que si realmente nos preocupa lo que pasa, terminemos con los bloqueos, le están haciendo un daño incalculable y también a Venezuela. Si realmente nos preocupa tanto la vida de los venezolanos, terminemos con los bloqueos. No hay nada más inhumano en una pandemia que bloquear económicamente a un país”.
“Son todas cosas que deben resolver los pueblos, no soy yo quien debe decir a los pueblos qué tienen que hacer. No es ni la Argentina ni ningún país del mundo el que dice lo que tiene que hacer. Sí tenemos que favorecer la paz de los pueblos y que los pueblos encuentren el diálogo, eso es lo que siempre he planteado sobre Venezuela. He acompañado los informes de Bachelet cuando fueron muy severos en cuanto a derechos humanos, pero eso no significa que pueda permitir la intervención de terceros países para resolver cómo debe ser el gobierno”, agregó el mandatario en diálogo con Radio 10.
La cauta opinión de Alberto Fernández sobre los hechos de violencia registrados en Cuba -con protestas en las calles, represión y la denuncia de decenas de detenidos/desaparecidos- contrastó con las definiciones que por medio de su cuenta personal de Twitter pronunció en mayo pasado, cuando el gobierno de centroderecha de Iván Duque debió enfrentar manifestaciones callejeras de movimientos de izquierda. En ese momento, condenó de manera contundente la “represión desatada ante las protestas sociales”. Además, exigió al gobierno colombiano que, “en resguardo de los derechos humanos, cese la singular violencia institucional que ha ejercido”.
En el mismo mes de mayo último, el gobierno difundió un polémico comunicado en medio de los ataques terroristas de Hamas hacia Israel con misiles y cohetes sobre poblaciones civiles, con cuestionamientos al “uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios”.
Antes, a poco de asumir, a fines de diciembre de 2019, Alberto Fernández había opinado sobre lo que ocurría en un país vecino. Pese a que hoy manifestó que “ni Argentina ni ningún país debe decir qué es lo que tienen que hacer los cubanos”, en esa oportunidad se refirió a otra crisis política, en este caso de Chile. “Yo me acordaba días atrás, cuando recibí a las organizaciones de derechos humanos venezolanas, en 2013, cuando (Nicolás) Maduro, después de una manifestación apresó 800 personas. (Sebastián) Piñera metió presas a 2.500 personas y nadie dijo nada”.
En ambas instancias, las palabras del líder del cuarto gobierno kirchnerista tuvo que enfrentar las quejas de los gobiernos aludidos y hasta quedar al borde de crisis diplomáticas que derivaron, a futuro, en un virtual aislamiento regional.
Por otra parte, el mandatario nacional se refirió a la situación epidemiológica actual y a las restricciones vigentes en el marco de la pandemia de coronavirus. En ese sentido, afirmó que están “trabajando para que puedan volver los varados”. De todas formas, advirtió sobre lo sucedido en otros países y defendió el cupo limitado para el regreso de los argentinos que se encuentran en el exterior: “Miren lo que está pasando en España. Hoy leía un artículo de que hay una quinta ola. La variante Delta tiene la cualidad de que tiene una velocidad de contagio impresionante. No sabemos la letalidad, pero sabemos que contagia y enferma. En un momento en el que necesitamos que tengan al menos una dosis la mayor cantidad de argentinos, he pedido que me ayuden tratando de no viajar porque el virus viene en avión”.
“Todo esto empieza por gente que viajó y se contagió. Cuando uno restringe los vuelos, lo hace de los destinos donde el riesgo aparece. No lo hacemos nosotros solos, lo hace el mundo entero. Lo ideal sería que nosotros podamos entender que no terminó la pandemia. Todo indica que el año que viene vamos a tener que dar refuerzos. No sé en qué cabeza cabe que yo disfruto que la gente no viaje. Lo que más necesito es que los argentinos recuperen la vida habitual lo antes posible. Yo lo padezco también, todo esto me duele. Lo que hay que entender es que estamos en una pandemia que se ha llevado la vida de casi 100 mil argentinos, no advertimos la dimensión de la tragedia”, insistió Alberto Fernández.
En esa misma dirección, el Presidente fue consultado por la posibilidad de llevar a cabo mayores flexibilizaciones. “Veo la puerta de salida cuando estemos vacunados y creo que para septiembre vamos a tener un número grande de argentinos vacunados”.
“Quisiera que podamos llegar a septiembre habiendo alcanzado un número de vacunación muy importante. Ya lo tenemos, pero poder llegar también a los menores de 18 años, a los chicos, que todos tengan su segunda dosis y allí arrancar con todo. Con todo lo que está pasando, la Argentina está creciendo. Si logramos superar los escollos, vamos a tener un repunte en el consumo y la producción enorme. Si logramos el objetivo de septiembre vamos a poder recuperarnos con mucha firmeza. Les pido a todos que me ayuden porque estamos muy cerca de alcanzar el objetivo”, aseguró.
En cuanto a otros temas de la agenda económica, reconoció que “tenemos un problema claro con la inflación que estamos tratando de controlar” y volvió a apuntar que “la carne tuvo un aumento totalmente injustificado”.
Asimismo, abordó el tema de las divisas, especialmente el incremento de la cotización del dólar libre. “Estamos cuidando que ningún pícaro genere zozobra. Con alguien que compre 300 mil dólares, puede subir ocho pesos. Hay gente que especula y quiere lastimar el Gobierno”, aseveró.
De todas formas, Alberto Fernández despejó una vez más cualquier duda sobre la continuidad de Martín Guzmán al frente de la cartera económica: “No hay interna con el ministro de Economía y, en lo personal, estoy agradecido por su esfuerzo”.